Un pérfido concepto

En todo proceso electoral hay una cantidad respetable de indecisos, de personas que sin tener o tomar partido decisivamente a la hora del voto definen en función de las últimas o más cercanas entradas propagandísticas que alegan partidos y candidatos o razones y argumentos.

A la luz de lo expresado -que se da en todos los procesos electorales- es pertinente preguntarse hasta dónde llega la inteligencia política del ex presidente Macri, cuando declara sin ningún empacho y reiterando una antigua opinión que "lo de los derechos humanos es un curro", una postura que no todos sus partidarios comparten plenamente ni aceptan, al menos en ese nivel tan despectivo. Está comprobado que hay gente que prefiere echar al olvido la tragedia de la dictadura, pero con esa descalificación de Macri, parte de los propios -que suelen apoyarlo de pleno- se retraen prudentemente, máxime ante las evidencias casi diarias de inhumanidad de un proceso que destruyó la república.

Con su declaración, Macri quiso proyectarse hacia el apoyo de unos imprecisos "derechos humanos del siglo XXI", dejando a un lado la "tragedia vivida" -que, al calificarla reconoce- y borrar de la memoria las reivindicaciones al respecto. En ese pérfido concepto están los desaparecidos, los muertos anónimos, los torturados, los niños robados...

Después de semejante declaración, quizás advertido por algunos de sus asesores de que esa clase de juicios resta agua de la que mueve su molino político, intentó dar marcha atrás buscando darle otro sentido a la palabra "curro", cuyo significado descalificador no deja lugar a dudas. A ello se sumó la durísima e irreplicable respuesta que tuvo al respecto uno de los políticos oficialistas,

Sumada esta declaración a una perspectiva que incluye declaraciones de similar calibre respecto a otros aconteceres importantes, como se decía al comienzo de esta nota, es pertinente, preguntarse hasta dónde alcanza la inteligencia política del ex presidente proyectada al futuro.