Domingo 22 de junio 2025

Violencia y memoria

Redacción 22/06/2025 - 00.33.hs

Una intensa semana unió el doloroso pasado con un preocupante presente nacional, que de todos modos deja una luz de esperanza para el futuro.

 

Los acontecimientos sumaron referencias a icónicos temas de nuestro cancionero, de dos épocas distintas pero con el denominador común de una historia plagada de tristes momentos, con cercenamientos a los derechos democráticos y penurias económicas.

 

Furia y plomo.

 

Los acontecimientos que rodearon a la condena a la ex presidenta desencadenaron en una serie de hostilidades de la ministra de Seguridad, a la que terminaron por identificar como “Señora Violencia”.

 

Para quienes lo desconocen, la alusión tiene que ver con un viejo tema, del dúo Pedro y Pablo, grabado en plena dictadura militar, cuando ya la presión popular filtraba canciones de protesta frente a una situación insostenible. Esta canción venía a sintetizar ese momento, haciendo referencia a quienes enarbolaban desde el gobierno “nubes de petardos, palabras lanzallamas y razón criminal”. La letra también habla de aquellos que van “castigando a enemigos y pateando alaridos”, los que van “matando vivos”, los que “con ataques de furia” usan al lema “revolución o guerra” como “pretexto nacional”. El tema termina preguntando dónde van aquellos que llevan “escamas de plomo efervescente, maltratando animales, talando pinares y marchitando la hierba que van pisando”.

 

Faltaría preguntar a los autores de aquel tema de 1981 si a más de cuatro décadas encontraron ahora a la encarnación de su letra sintetizada en una sola persona. La descripción no parece estar muy alejada de la realidad.

 

Historia y libertad.

 

Otro tema de nuestro rico cancionero nacional y popular sonó repetidas veces en la semana. No es tan antiguo, pero ya tiene más de dos décadas. “La Memoria”, de León Gieco, no solo musicalizó actos políticos y videos patrióticos, sino que también fue usado para numerosas ceremonias en el Día de la Bandera. No es para menos. Se trata de un mensaje que repasa nuestra historia y nos convoca a repensarla para no volver a caer en los mismos errores.

 

El tema invita a encontrarse con el pasado, no como un mero repaso sino como un modo de habilitar espacios para formular nuevos planteos ante una serie de acontecimientos que volvieron a golpear a la sociedad argentina en los últimos años. Es una de las canciones emblemáticas de Gieco, que vio la luz en el traumático 2001 y que en poco tiempo se transformó en un poderoso himno que aborda la importancia de recordar y honrar la historia, pero teniendo en cuenta el contexto de violencia política e injusticias sociales que marcaron a nuestro pueblo. Es así como hace referencia a momentos oscuros del pasado reciente, como las dictaduras militares, los desaparecidos y los actos de represión.

 

“Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia”, dice el estribillo, para agregar seguidamente que “la memoria despierta para herir a los pueblos dormidos que no la dejan vivir, libre como el viento”.

 

Pueblo despierto.

 

Ese pueblo dormido al que alude el cantautor despertó tras esos años de penuria neoliberal, destrucción nacional y pobreza en los bolsillos, tras la crisis del 2001. Lo mismo parece que empezó a pasar ahora. Entre injusticias judiciales y una economía en ajuste permanente, resurgió un sentido patriótico, justo en la semana en la que se festejó el “Día de la Bandera”. Tal vez, era la conjunción de factores que el pueblo necesitaba para plantarse una vez más y decir basta.

 

Hay gente que empieza a salir a los balcones, hay multitudes que vuelven a llenar las plazas, hay manifestantes que toman coraje para enfrentar a la “señora violencia”, para decir que hay memoria y que hay un creciente hartazgo contra gobernantes, jueces y parlamentarios que traicionan a la Patria.

 

Hace un tiempo se pidió que se empezaran a entonar nuevas canciones, pero mientras se espera que aparezcan los creadores de otros himnos, las gargantas se van calentando con los viejos temas de un pasado que no pierde vigencia.

 

No podemos olvidarnos más de lo que pasó en nuestra historia. No podemos repetir más errores. No debemos equivocarnos nunca más en las urnas. Tenemos que recordar, cuando nos vuelva a tocar ir al cuarto oscuro, que “todo está guardado en la memoria”. Y tenemos que conseguir que esa memoria le gane definitivamente a la violencia.

 

DANIEL ESPOSITO

 

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