¿Cómo grabar música en tu casa?

Por Jochen Wieloch (dpa)
Quien hace música siempre ha pensado en la forma de grabarla, algo que no es muy complicado en la era digital, además con una calidad muy superior a aquellos cassettes con los que era sencillo pero que se oían bastante mal.
"Para grabar la propia música se usa una PC o laptop a la que se le añade una interfaz de audio", señala Ulrich Tausend, del Instituto de Pedagogía de Medios JFF de Múnich. En su opinión, basta con gastarse unos 500 euros (unos 550 dólares) en la computadora y 100 en la interfaz.
"Las interfaces de audio externas cuentan con conexiones de micrófono especiales XLR, a las que se pueden enchufar micrófonos profesionales", señala el productor musical Nikolaus Graf. Además, permiten escuchar la grabación de inmediato.
Hay diferentes tipos de micrófonos según el uso que se les quiera dar. Los dinámicos se usan sobre todo para voces fuertes o instrumentos. "Los de condensador son adecuados para grabar volúmenes más suaves", explica Graf.
"Hay que dejarse aconsejar a la hora de comprar un micrófono", subraya este experto, que recomienda probarlos antes de comprarlos porque además el sonido es cuestión de gustos. A nivel de precios, la horquilla va desde los 80 a los 400 euros.
El canto se graba con un solo micrófono, con la guitarra a veces se utilizan dos. En el caso de la batería hay que ser bastante más ambicioso. "Hay sets de micrófonos especiales pensados para los diferentes tambores", señala Graf. "En el caso de instrumentos electrónicos como teclados y sintetizadores, normalmente no se usan micrófonos y se graba directamente con un cable conectado a la interfaz".
Además del hardware, en el estudio de grabación en casa hay que incluir un software de grabación. "Hoy en día hay una amplia oferta de buenos programas", afirma Thomas Becker, técnico de sonido. "Los más habituales son Steinberg Cubase 8.5, Presonus Studio One, Ableton Live y Avid Pro Tools".
Cuál elegir es en general una cuestión de gustos. Por eso vale la pena usar primero las versiones gratuitas de prueba, para hacerse una idea de la interfaz gráfica y la estructura del menú, recomienda Becker.
El rendimiento suele ser muy similar, si bien cada software tiene sus particularidades. Un programa profesional cuesta entre 200 y 500 euros, aunque al adquirir una interfaz de audio normalmente viene incluida una versión simplificada de alguno de ellos.
Para las grabaciones suele ser suficiente con una resolución de 24 bits y una frecuencia de 44,1 kilohercios (kHz). El formato de grabación no debe ser comprimido, para poder hacer luego la edición.
Quien no quiera invertir dinero pero desee hacer la experiencia, también puede usar la tablet o el smartphone. Ulrich Tausend recuerda en ese sentido el proyecto musical de la banda Gorillaz, que grabó en 2010 en una gira un álbum con un iPad. 
"Para los dispositivos Apple hay muchas más aplicaciones de audio y mejores", señala. "Los aparatos Android en cambio tienen un 'delay' mucho mayor y no funcionan bien con grabaciones en tiempo real".
Para hacer grabaciones en casa en serio hace falta una sala silenciosa con poca resonancia. "Se pueden obtener buenos resultados con mantas y cortinas. También ayudan las barreras absorbentes para micrófonos", señala el productor musical Graf. 
"En general, se intenta evitar reflexiones, ecos y sonidos de fondo, para obtener para cada pista una grabación lo más 'seca' posible, que luego se edita, mezcla y a la que se le añaden efectos con el software".
Para obtener los mejores resultados, hay que grabar las pistas una después de otra y con auriculares. El metrónomo del software ayuda a no perder el ritmo. (DPA)