Lunes 22 de abril 2024

Babasónicos, desde la trinchera del pop

Redaccion 04/01/2024 - 15.09.hs

Desde aquél surgimiento a inicios de los ’90 en lo que se catalogó como “el nuevo rock argentino” a un grupo de bandas como Los Brujos, Peligrosos Gorriones, Juana La Loca o El Otro Yo; Babasónicos es la única que sigue en la ruta. Y continúa como un estandarte de esa época pero siempre con esa marca de vanguardia y búsqueda permanente de un sonido único, provocador y personal en una lista inagotable de hits que pueden sonar en las radios, en los boliches, en las listas de Spotify de las reuniones sociales o en la soledad de los auriculares inalámbricos. Los Babas siempre tienen algo para dar. Y en Estudiantes todo eso quedó confirmado.

 

“Hace mucho tiempo que no nos veíamos”, dijo Adrián Dárgelos. Y es que pasaron 12 años desde ese show en lo que era Angeles del Marconi y la noche de junio de este año en Santa Rosa, que recibió de la mejor manera a una banda icónica del rock criollo que con más de 30 años de trayectoria, ofreció un show de alto calibre con un recorrido por las canciones más recientes de su último álbum, “Trinchera”, y una catarata de hits extraídos de ese riquísimo repertorio de los 13 discos de estudios que tienen los Babas.
Fueron casi dos horas de un recital en el que había un público heterogéneo, de las edades más variadas y que ratifica una vez más la vigencia de una banda que como dicen en su último trabajo, “es un refugio del mundo actual”.
Luego de un inicio con un par de temas de su más reciente álbum, la primera explosión de las 2.600 personas (inicialmente el grupo iba a tocar en Toay pero quedó chico y la productora Rancho Aparte lo mudó a Estudiantes, donde no quedó ni una entrada por vender) llegó con “Y qué”, del disco ‘Infame’ (2003).
“Microdancing” y “Deléctrico” hicieron bailar al público gracias al sonido de un grupo que suena ajustadísimo, con miles de shows en el lomo y un Dárgelos que domina el escenario a sus anchas.
La bellísima “Vampi” fue otro de los puntos altos de la noche en un repertorio que fue pasando por todos esos estilos que Babasónicos siempre fue mechando con un encanto propio de una banda de sello personalísimo.
Con “Sin mi diablo” mostraron toda su faceta de rock al palo, en una versión poderosísima y poco después llegó “Los calientes”, ideal para subir más aún la temperatura en la helada noche santarroseña.
“Carismático” y la trilogía de los últimos tres his, “La lanza”, “Bye Bye” y “La pregunta”, mostraron uno de los puntos más altos de un concierto en el que la gente, con “El colmo”, coreó eso de “...Por eso canción llévame lejos. Donde nadie se acuerde de mí. Quiero ser el murmullo de alguna ciudad que no sepa quién soy”.
El regreso para los bises no pudo ser mejor, con “Putita” e “Irresponsables”, que cerraron una noche de esas que se recuerda por mucho tiempo, ese tiempo que los Babasónicos siguen recorriendo con mucho para decir, porque como canta Dárgelos en Vampi, “¿de qué sirve ser inmortal si no se puede, morir de amor?”. De ese amor que los Babas tienen por lo que hacen, canciones.

 

 

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