“El mosquito del dengue resiste el frío pampeano”

Un investigador pampeano afirmó que, en forma de huevo, el mosquito transmisor del dengue puede soportar bajas temperaturas en el clima pampeano. Ante esto, y especialmente ante el aumento de casos en la provincia y el país, resaltó la importancia de sostener la prevención no solo durante las temporadas calurosas.

Fernando Diez, biólogo y docente de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNLPam, sostuvo que “no hay que dejar de preocuparse nunca” por la proliferación de dengue. En diálogo con Radio Noticias, el investigador explicó que con el descenso de la temperatura baja la circulación de mosquitos, pero no significa que no puedan volver a aparecer.

“Cuando se acumulan un par de días con frío, ahí el mosquito adulto muere; pero deja huevos, y el huevo puede durar un año. Ahí es donde está la estrategia de este mosquito, y ahí es donde radica el problema”, detalló.

En ese sentido, sostuvo que a raíz de un trabajo de investigación realizado en la provincia, se descubrió que el huevo de Aedes Aegypti puede resistir las características climáticas de La Pampa, incluyendo sequías y fríos intensos: “Se pusieron huevos en seco adentro de tuppers y los dejaron todo el invierno, desde mayo hasta diciembre del mismo año, a la intemperie. Luego, con una técnica que permite determinar si el huevo es viable o no para criar larvas, se pudo ver que la mayoría eran viables. O sea que, en forma de huevo, el Aedes Aegypti resiste el clima pampeano”.

Criaderos.

Un factor importante en la continuidad del ciclo de vida del mosquito son las lluvias. “Se tiene que llenar todo de agua y ese agua tiene que durar siete días o más para que el insecto cumpla todo el ciclo y salga el adulto. Y ahí comienza de nuevo el riesgo de contagio”, explicó Diez.

Por eso, el especialista hizo hincapié en la importancia de la concientización durante todo el año para evitar que prolifere el Aedes Aegypti. “Si la educación fuese constante y un poco más intensa, habría menos criaderos. Por eso, la mejor estrategia es educar a la gente para que no los genere”, afirmó.

En ese sentido, aconsejó directamente no dejar recipientes -como pueden ser floreros, baldes, o bebederos de mascotas- con agua en exteriores ni interiores. En caso de dejarlos, sugirió cambiar el agua cada cinco días para evitar que crezcan larvas e higienizar los recipientes con agua caliente para eliminar posibles huevos. “Cambiarle el agua a los recipientes es bueno, pero si los volvés a llenar de agua y tienen huevos pegados en la pared, eclosionan. Muchas veces uno cree que tirando las larvas una sola vez ya alcanza, pero los huevos son puestos prácticamente todos los días en el verano”, explicó.