“En 6 meses el GNK se pagó solo”, dijo el ex titular de Enarsa

El ex presidente de Enarsa, Agustín Gerez, afirmó en lo que va de este 2024 el Estado nacional “lleva ahorrados más de 3.000 millones de dólares” a partir de la puesta en funcionamiento del Gasoducto Néstor Kirchner y de esa forma, “la obra se pagó en menos de un año”.

“El gasoducto demandó una inversión de 2.800 millones de dólares en seis meses, en menos de un año de operación lleva ahorrado más de 3.000 millones de dólares. Se pagó en menos de un año la obra, y además el Banco Central compró 460 millones de dólares por los exportadores de combustibles que liquidaron, esto en virtud de dos conceptos: mayor disponibilidad de gas por la construcción del gasoducto para generación térmica y después la caída del consumo interno producto de la recesión”, dijo Gerez.

En Radio Noticias, agregó: “O sea son 3.000 millones de dólares ahorrados por la sustitución de importaciones y la posibilidad que el Central compre dólares por los exportadores. Es un proyecto transformador”. Gerez destacó que el gasoducto “valoriza la economía argentina y da empleo de mayor calidad”.

El Gasoducto Néstor Kirchner tiene una extensión de 550 kilómetros y se construyó en nueve meses, durante el gobierno anterior de Alberto Fernández. “Es histórico y se hizo en un momento económico complejo, hicimos lo que correspondía, pero la sociedad votó y la política tarifaria tiene que aplicarse en virtud de lo que eligió, entonces la única que puede poner un límite es la sociedad”, dijo.

Por otro lado, Gerez explicó que de los aumentos desmedidos en las tarifas están “exentas los gobiernos provinciales”, porque “cuando llega la factura del servicio público la gente cree que es el gobernador, pero esto es nacional, el Ejecutivo provincial no tiene facultades para intervenir. Las tarifas es una política nacional”.

“Nos tenemos que hacer cargo todos como sociedad, pero el incremento tarifario que vamos a incrementar a partir de los primeros días de mayo va a ser preocupante para las familias argentinas más allá de los cierres delas Pymes”, siguió.

Preocupante.

Gerez afirmó que la situación “es preocupante” ante las resoluciones sobre los aumentos de gas que se dieron desde la última semana y “nos llevan a un escenario que nunca se vivió en el país, porque hay un combo regulatorio y de aumentos que inédito”.

En esa línea, planteó que “hay una dolarización de la energía porque además del 500% promedio de la factura, la novedad regulatoria que trajo el gobierno es que mes a mes se aplica el valor del dólar actualizado a la parte de la factura sobre el valor del gas”.

“Hemos visto que el campo pide una devaluación para liquidar la soja, si esto pasa va a transferirse al precio de la factura. Es decir, hoy estamos con un dólar a $900 y si el mes que viene se va a $1.000 va a impactar en la factura. El incremento del 500% es hoy, pero el aumento va a ser dinámico y automático, agregó Gérez, advirtiendo que “la situación regulatoria es alarmante”, porque “en un contexto recesivo” como el actual “los salarios no van a aumentar ante una devaluación”.

Producción de gas (gas en boca de pozo o ingreso al sistema), el transporte y la distribución. A esto hay que agregarle los impuestos y cargos que se pagan. Uno de ellos es el cargo fijo que se paga por el servicio. “Hoy una familia de bajos ingresos paga entre $300 y $400 y ahora va a pasar a pagar $15.000, este es el famoso incremento de 1.500%”.

“Entonces imaginen que un país con salario mínimo de $200.000, el cargo fijo solamente por tener el servicio sin consumo es $15.000, estas destinando el 10% de tus ingresos solamente por mantener el servicio”.

– Así no hay viabilidad del mercado interno…

– La otra mala noticia que trae este nuevo régimen tarifario es que se quita el subsidio a los comercios y a las industrias. Yendo a algo más cercano, la cantina del club, la pizzería, no tiene subsidio, entonces ya tienen un problema que no venden y además va a tener un combo de incremento tarifario porque se les quita los subsidios y ayuda del Estado en la tarifa y esos comercios tienen destino de cierre.

– ¿Cómo funcionan los subsidios en países desarrollados en materia de gas?

– La energía hay que pagarla, porque si no después hay problemas de inversión y conflictos presupuestarios, hay que tener tarifas justas y razonables. Hay un concepto de la Corte Suprema de los Estados Unidos, ni la local ni Venezuela, que a fines del Siglo IX, interviene en una causa por un problema tarifario donde un cargador de grano quería cobrar una tarifa excesiva a los productores, hicieron el reclamo y la justicia dijo que la tarifa tiene que ser el precio justo, que lo define como el precio que aplicado al servicio no entorpece el normal funcionamiento de la actividad. Es decir, un servicio público cuyo precio afecta la vida de la persona es injusto. Entonces el mundo de los subsidios, es imposible comparar Estados Unidos o Europa, donde tienen salarios mínimo promedio alrededor de 1.200 o 20 mil dólares con Argentina por la diferencia en los salarios, en nuestro país con un salario de 200 dólares es imposible ir a un apolítica tarifaria donde el Estado está completamente ausente. En Europa sobre todo hay subsidio, porque se naturaliza que sin energía no se puede tener un desarrollo humano. La energía en el mundo no se toma como una mercancía más en el circuito económico.

–El gobierno nacional dice que eso es intervencionismo del Estado y está en contra...

– Pero el Estado no tiene que estar completamente ausente, está presente, regula para que se pueda desempeñar la economía. La excesiva intervención del Estado es mala y la ausencia también es mala. Hay caminos intermedios.

“Hasta que digan basta”.

Agustín Gerez resaltó que la situación de crisis económica con caída del empleo, aumento de tarifas y pérdida del poder adquisitivo del salario se dará “hasta que la sociedad diga basta”.

“Si algún dirigente cree que lo que diga va a ser seguido por la gente, es al revés, la sociedad se expresa primero con sus necesidades”, agregó el entrevistado sobre la situación del país.

Superávit comercial.

La Argentina recuperará en 2024 el superávit en su balanza comercial energética después de 14 años, a partir de la puesta en marcha del Gasoducto Néstor Kirchner de Vaca Muerta en agosto del año pasado durante el gobierno de Alberto Fernández. Esto implica una menor salida de dólares por importación de combustibles y en un futuro el sector energético podría otorgar divisas para pagar la deuda externa, dejando de depender del campo. Según un informe de la consultora Vectorial, el diferencial entre exportaciones e importaciones de energía desde entonces fue positivo durante siete meses seguidos (agosto-febrero) por un total acumulado de 2.093 millones de dólares, informó Clarín. "Para encontrar otro período con superávit energético por 7 meses consecutivos hay que retrotraerse a mediados del 2010", valoró la consultora que dirige Eduardo Hecker, ex presidente del Banco Nación. "Del total de US$ 2.236 millones de saldo comercial positivo acumulado en el primer bimestre, el rubro Combustibles explica US$ 948 millones, más del 42%. El desarrollo del sector energético lo transforma en clave para normalizar la estacionalidad de la oferta y demanda de dólares", amplía el informe.