Lunes 29 de abril 2024

En marzo se derrumbó el consumo eléctrico

Redacción 09/04/2024 - 00.37.hs

El freno de la actividad económica, consecuencia de la caída en el poder adquisitivo del salario, los despidos y la incertidumbre generalizada, golpea fuertemente en el comercio local. La situación que se refleja en una reducción notable del consumo interanual de energía.

 

El último informe de la Gerencia General de la CPE de Santa Rosa sobre la demanda y la facturación de energía en el ámbito de concesión, advierte “señales de alerta” similares a dos momentos clave de la última década, que terminaron con registros negativos: a mediados de 2019 con la gestión de Mauricio Macri, signada también por una fuerte recesión, y durante la pandemia de COVID-19.

 

En el sector comercial, “hubo una reducción del consumo interanual” y “la energía facturada por la cooperativa a los Usuarios Comerciales en febrero, fue un 4,4% menor comparada con el año anterior, y es el segundo período consecutivo de caída”, informó la cooperativa local.

 

Con los comercios, sucedió algo parecido a los residenciales, ya que desde mayo de 2023 se venía registrando un descenso paulatino de los consumos, aunque siempre superiores al año anterior, pero en enero de 2024, el registro de la energía anual fue negativo. Es decir que en los 12 meses que terminan en enero de 2024, se consumió menos que en los 12 meses a enero de 2023. “La merma en los consumos del comercio empezó a ser abrupta desde noviembre último”, advirtió la CPE en su revista 1º de octubre.

 

Grandes Usuarios.

 

La situación de los Grandes Usuarios encontró un aumento en el consumo de alrededor del 14% internual en febrero pasado, pero esto se dio principalmente por la incorporación del consumo del Hospital “Dr. René Favaloro” de Santa Rosa, inaugurado recientemente.

 

En esta categoría, están los diversos protagonistas de actividades que pueden ser comerciales, industriales, rurales, de servicio y estatales (Casa de Gobierno, los Centros de Abastecimiento de Agua de Santa Rosa, por ejemplo). La demanda de todas las actividades privadas abarca en la categoría poco más del 70%; cerca del 30 restante es demanda de entes oficiales.

 

El comportamiento en los últimos períodos no ha demostrado diferencias significativas con el año anterior, con indicadores positivos en los dos más recientes.

 

Menos compra a APE.

 

La cooperativa local compró en marzo último a la Administración Provincial de Energía (APE) 27,5 millones de kilowatts, con un descenso de casi un 15% respecto al mismo mes de 2023. Pero este dato, que puede estar condicionado por diferencias climáticas entre un año y otro, se da en un contexto de retracción en la energía facturada (vendida a los asociados) por la CPE, que lleva cuatro períodos consecutivos de registros anualizados con tendencia a la baja. La caída en el consumo anual de kilowatts se inició en noviembre de 2023.

 

Durante prácticamente todo 2023, la energía anualizada facturada mes a mes -últimos doce meses hasta cada mes de análisis- venía registrando incrementos, con un diferencial máximo que llegó al 8,8% en abril, para estabilizarse en los meses siguientes con datos positivos rondando el 6%.

 

En noviembre, comenzó una caída hasta llegar al primer valor negativo, en febrero de este año (-0,1%). Con el dato de la compra de energía de marzo, que fue casi un 15% menor a marzo de 2023, se espera que la energía a facturar en el período 3 caiga sensiblemente cuando se analicen los últimos 12 meses de facturación.

 

Estos dos índices, la compra (demanda) y la venta (facturación) de energía, significan una alerta por varios motivos. Los registros negativos en consumos como el de energía indican una caída en las actividades de una región. “La energía que la CPE le compró a la APE en marzo significa una alerta ya que los valores negativos considerables en las comparaciones interanuales no se registraban desde dos períodos muy determinantes en la historia reciente de la economía del país: julio de 2019 -con una caída anualizada del 8,3%- y marzo de 2021 -con 4,3% negativo-, con la influencia de la pandemia”.

 

El último mes de consumos en recuperación, fue marzo 2020, luego de la debacle de 2019 hasta que a fines de ese mes, comenzaron las restricciones de las actividades obligadas por la pandemia. El cierre de comercios, empresas y otras actividades, con la consecuente pérdida de empleos, mantuvieron los valores negativos interanuales hasta marzo de 2021, cuando su comparación interanual tuvo su primer valor positivo, un 1,5% superior a marzo de 2020. Luego empezó un ciclo constante de registros positivos. Es decir, cada mes se consumía más que en igual mes del año anterior, algo que ya no sucede.

 

Cae facturació.

 

El 50% de la energía que facturó la CPE hasta febrero de 2024, correspondió a la categoría “Usuarios Residenciales” que, junto a “Grandes Usuarios”, “Comerciales” y “Entes Oficiales”, representan el 93% del total de la demanda. El restante 7% lo componen usuarios rurales, asociaciones civiles (incluidos clubes de barrios y bomberos voluntarios) y algunas industrias.

 

La energía facturada por la CPE a los usuarios residenciales en febrero último tuvo una reducción del 4,1% respecto de igual período del año anterior. Anualizada (consumo de los últimos 12 meses hasta febrero), la caída es del 1,3%. El dato no es menor para la economía de la cooperativa, ya que la participación de la categoría residencial en el total de la demanda es muy importante.

 

Desde el inicio del actual Ejercicio Económico y Social de la entidad, el 1º de julio de 2023, ya se registraron cuatro períodos consecutivos con reducción del consumo residencial respecto de igual período del año anterior y en febrero, el primer registro negativo de la energía anual. Desde la CPE hicieron la salvedad que estos descensos se dieron en consumos estivales -noviembre de 2023 a febrero de 2024- en una temporada con temperaturas no tan elevadas como en años anteriores.

 

Aumenta 151 %

 

El gobierno nacional dispuso en febrero un aumento del 151% para el precio mayorista de la energía eléctrica. “Ese incremento, que sólo reditúa beneficios económicos para las empresas generadoras, en el ámbito de concesión de la CPE se refleja en las facturas que se abonan en abril”, explicó la entidad cooperativa.

 

“Como se esperaba, en algunos casos -usuarios comerciales, industriales, asociaciones civiles, clubes o residenciales sin acceso a subsidios- los nuevos montos de las facturas de luz son considerables y, tanto la CPE como las demás cooperativas eléctricas pampeanas, son la caja de resonancia de los reclamos de la gente”, agregaron.

 

Por último, afirmaron que en mayor se tendrá una “dimensión del efecto real del aumento de febrero, en la sociedad y en la economía de las cooperativas prestadoras del servicio”.

 

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