Falleció el "Basko" Inchaurraga
El "Basko" Inchaurraga falleció este domingo y varias personas que lo conocieron y compartieron momentos con él lo despiden en las redes sociales. Sus familiares confirmaron a LA ARENA que murió en horas de la siesta, a la edad de 87 años.
A partir de las 18:30hs. se dará comienzo al velatorio en la CPE hasta la hora de cierre de la sala. Se volverá a reabrir mañana lunes a las 9:30hs. para dar entierro en el Cementerio Parque a las 11hs.
La biblioteca Edgar Morisoli publicó un sentido texto en su perfil de Facebook para despedirse: "Hace unos días el Basko saludaba a la biblio por su cumple. El día del festejo brindamos con él. Levantamos nuestras copas, nos despedimos. Hoy el Basko se fue pero estará con nosotrxs en la resistencia, en cada lectura, en cada pelea. Hasta siempre querido compañero".
Había nacido en Winifreda, donde se crió, bajo el nombre de Armando Raúl. Luego de terminar la escuela primaria y secundaria partió a La Plata para estudiar Farmacia. Allí se reencontró con Gladys Amelia Russell, a quien había conocido en su pueblo natal muchos años antes. Tuvieron dos hijas: Paula y Ana.
El periodista de LA ARENA, Mario Vega, le hizo una entrevista al "Basko" en el 2020 para repasar su vida. A fines de los ´70 volvió a Santa Rosa con su familia, empezó a ejercer su profesión de farmacéutico en la farmacia Don Bosco hasta que logró abrir su propio negocio; la farmacia Belgrano. "Fue allí, en las largas noches de turno, que comencé a escribir. Que no fue otra cosa que aprisionar los recuerdos de la vida, pampa incluida", rememoró Inchaurraga en la mencionada entrevista.
Sus hijas ya lo habían definido como un ser muy amoroso. "Nos enseñó el mundo jugando, y siempre fue afectuoso, solidario, sensible y amoroso. Nunca hizo un asado, ni aprendió a manejar. Pero en cambio siempre hizo los tucos más ricos y descorchó los vinos como si fuera un acto de magia. Lo cierto es que en casa todo se aprende con los fideos con tuco. La política, el arte, el valor de la amistad, la necesidad del compromiso social. Como abuelo es la magia misma, todo, hasta el mínimo detalle, tiene sonidos y colores", describió Paula hace más de tres años.
Ana, por su parte, lo considera "dueño de una templanza admirable". "Papá no tiene maldades. Es una persona de una inteligencia sensible, con un ala intelectual pero que todo lo baja a tierra desde lo afectivo. ¿Retarnos? No, más vale de eso se encargó mamá. Mi papá es el más lindo", rememoró.
El "Basko" tuvo la dicha de poder conocer al "Che" Guevara y sacarse una foto con él. Ocurrió en el año 1962, cuando el pampeano llegó a la isla de Cuba como integrante de un contingente de estudiantes de todo el mundo que iban a colaborar con las tareas de alfabetización.
La sociedad pampeana lo conoció más por su faceta de escritor y poeta que por la de farmacéutico y funcionario provincial, otra de las tantas actividades que desarrolló en La Pampa.
Escribió varios libros y ensayos, entre ellos "Testimonio de esta tierra", el primero publicado en 1992 (tuvo una segunda edición en 1994); "Los pequeños pueblos navegantes del silencio"; "Los días del tren" (teatro); "Restauración del tiempo"; "Restauración de las pobres cosas"; y "Tierra atardecida". Fue uno de los fundadores, y también presidente, de la Asociación Pampeana de Escritores; y actuó como miembro fundador de la Fundación "Ayudándonos".
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