Feria de Artesanos en la plaza

Tal cual estaba anunciado, ayer se desarrolló la primera jornada de la Feria Día del Artesano y la Artesana 2024, que en esta ocasión coincidió con el feriado largo de Semana Santa. Con unos cincuenta stands que exhiben distintos tipos de artículos, la muestra permanecerá abierta hoy hasta las 22.

En Argentina, el Día del Artesano se celebra el 19 de marzo, fecha en la que la tradición católica recuerda a San José, el carpintero que fue padre de Jesús. En este contexto, la Municipalidad de Santa Rosa programó la feria para los días 30 y 31 de marzo, con el objetivo de “reconocer y fomentar a las y los creadores locales que trabajan cotidianamente con sus manos, emplean técnicas tradicionales y mantienen el arte y la cultura de nuestra región, generando puestos de trabajo y sosteniendo a cientos de familias”.

A diferencia de otras fechas tradicionales, como las fiestas de fin de año, en esta ocasión todos los puestos corresponden a artesanos pampeanos que exhiben una diversa producción de prendas, joyas y artículos utilitarios y ornamentales, confeccionados en diversos materiales.

Caballito de mar.

Anoche en la plaza, mientras el Indio Muñoz tocaba su guitarra y cantaba, numerosos vecinos y vecinas recorrían la feria que cuenta entre sus principales atractivos con un hipocampo elaborado con chatarra metálica, que los visitantes aprovechan para tomarse fotografías. “Lo hice porque necesitaba aprender a soldar”, confesó Francisco Bello, un artesano radicado en Anguil y dedicado a la actividad de la construcción.

Parado junto a su escultura, cuenta que hace algunos años se radicó en Anguil “para cuidar a una abuela” y que “un mes después de la pandemia aprendí a hacer artesanías de madera”. Por entonces “hacía cuchillos, pero vendí todos los que tenía y como nos encontrábamos aislados porque somos diabéticos, empecé a hacer estas esculturas”, explica, señalando las figuras humanas y animales que exhibe en su puesto de “Artesanías Anguil”.

Bello está próximo a cumplir 50 años y hace trabajos de albañilería. “Hace un mes tuve necesidad de aprender a soldar, porque resulta muy caro contratar las soldaduras de perfiles metálicos. Para aprender decidí hacer este hipocampo, porque había visto uno parecido pero más pequeño, realizado con chatarra por un escultor de Anguil”, recordó.

Para confeccionarlo utilizó elementos de una vieja cosechadora, entre ellos una cadena, púas, piñón y trozos de zaranda. Observando el cuerpo del hipocampo pueden detectarse además un disco de sembradora, pedazos de chapa y la antigua patente de un camión adquirido en 1943, que Bello encontró en el basurero municipal.

El hipocampo mide dos metros de altura. “Lo traje para exhibirlo y está a al venta: cuesta 400 mil pesos”, respondió. De todos modos, aunque nadie lo adquiera “estoy sumamente satisfecho, porque muchas personas pasan, se detienen para tomarse fotos y preguntan cómo lo hice. Les gusta y eso es un gran aliciente para mí”, concluyó.