Pensiones retenidas: "Me pone un poco mal porque es algo que necesito mucho"

Hace poco más de una semana millares de personas se manifestaron en varios puntos del país contra la decisión del Gobierno Nacional de suspender las pensiones por discapacidad. Aquella decisión finalmente fue evaluada por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación donde horas después de las masivas movilizaciones anunciaron dar marcha atrás con la quita de parte de las pensiones que según dijeron se cortaron por "error". Todo ocurrió muy rápido. No pasaron ni dos horas entre la decisión de dar "marcha atrás" y el fin de las manifestaciones que llevó a los ciudadanos a copar las plazas y espacios públicos para demostrar el malestar que sentían por no poder contar con este subsidio que representa un ingreso monetario más que importante.
Aquel jueves 15 de junio Santa Rosa también se mostró en contra. Pese al frío, la gente hizo suya la plaza y con bombos, banderas y una murga improvisada hicieron sentir su descontento. La noche fue especial. Familiares y damnificados directos dieron a conocer sus historias y los problemas que solucionan gracias al dinero que reciben de los subsidios.
Pero entre todas las personas que manifestaban durante esa noche este medio tuvo la posibilidad de conocer y dialogar con Juana Gauna, una mujer de 52 años que padece de ceguera y a quien hace más de cinco meses le retuvieron la pensión que recibía de Nación. A raíz de no contar con ese aporte monetario de 6.000 pesos, la mujer no pudo pagar sus deudas con la Cooperativa Popular de Electricidad y, con lágrimas en sus ojos, confió que le habían cortado el servicio.
Ayer, a más de una semana de las acaloradas manifestaciones, "Juanita" recibió a LA ARENA en su vivienda del barrio Néstor Kirchner y dejando en el pasado aquellas lágrimas de tristeza se mostró contenta porque pudo pagar una de las boletas y nuevamente cuenta con el servicio eléctrico, aunque tristemente su pensión por discapacidad sigue retenida.

Solidaridad.
La solidaridad de vecinos y conocidos estuvo presente desde el primer momento que "Juanita" y su marido, Nazario Aranda, quien vive de changas en albañilería y plomería, se quedaron sin luz. Ellos fueron quienes proveyeron de energía eléctrica a la vivienda y, como dijo Juana "lo fuimos piloteando gracias a ellos". A partir de la mala noticia, Mirtha Pereyra, ex docente, fue una de las primeras personas que se movió y acompañó a Juana, incluso el pasado lunes fueron juntas a la CPE a pagar la luz: "A ella le agradezco mucho porque me bancó y está conmigo en las buenas y las malas", confió la mujer, quien agregó además que hubo otras personas -entre ellos integrantes de la Iglesia Adventista- que le acercaron mercadería y dinero para pagar otras cuentas.
La alegría de poder contar nuevamente con ese servicio indispensable se evidencia en su rostro y lo demuestra, a pesar de que la problemática de la luz está resuelta por el momento, su pensión aún continúa retenida. "Eso me pone un poco mal porque es algo que necesito mucho", contó "Juanita" y aseguró que ya intervinieron unas amigas en la agilización de los trámites que se necesitan para tener la pensión. Este acompañamiento que ella y su marido reciben le da fuerzas para no bajar los brazos y se muestra confiada en que la situación de su subsidio se resuelva de una vez por todas.

Luchadora de la vida.
A pesar de padecer ceguera, "Juanita" nunca se dio por vencida. Ella anda sola y hace lo que cualquier persona puede hacer aún con los riesgos que genera no poder ver. Utiliza el transporte público sin problemas e incluso va a la Escuela para Ciegos, en la calle Leguizamón, actividad que le gusta mucho ya que la conecta con el resto de la gente y la saca de sus tareas diarias. De niña logró estudiar. Aprendió a leer y a escribir gracias a que sus padres pudieron llevarla a un Instituto para Ciegos en Córdoba cuando apenas tenía 10 años. Su fortaleza es, sin dudas, un ejemplo para el resto de la gente. Además aprendió a tejer, participó en coros -aseguran que tiene una voz espectacular- y cocina sin ayuda, lo que muestra que "Juanita" es una verdadera luchadora de la vida, pero que ahora tendrá que luchar una vez más, para recuperar una pensión nacional que le corresponde.