Qué pianos tan caros

Siempre aparece por aquí un despistado, como ese que llegó a creer que en el autódromo de Cachirulo, las carreras que allí se programen tendrán el atractivo de un delicado marco musical. Sería un agradable sonido que vendría a sustituir al ensordecedor rugir de motores llevados a miles de revoluciones por minuto. La deducción de ese selenita le brotó cuando pudo enterarse que allí se instalarán no sé cuántos pianos con su costo inicial de más de cuatro millones de pesos, pesos que escaparán del tesoro público para ser dedicados a un emprendimiento tan productivo y tan promotor del bienestar general como un escenario automovilístico. La desilusión le vino al hombre cuando le dijeron que los pianitos no serán instrumentos musicales, sino una suerte de barras en un plano inclinado en las curvas, para que aquellos corredores muy chambones o demasiado apurados que amenacen salirse de pista, vuelvan al redil para seguir dando vueltas sin ir a parte alguna. La cosa es que desde octubre próximo si se cumplen los anticipos más optimistas y sopla un fuerte viento de cola, los renacidos pagos cachiruleños tendrán reuniones motorísticas, pero nada innovadoras en eso de contribuir al crecimiento de la población hipoacúsica, gente ésta ya muy numerosa con los ruidos urbanos y esos bichos eléctricos de mano (celulares) o los de salón (equipos amplificadores) que mortifican los tímpanos a su gusto y placer sin autoridad alguna que les ponga coto.
Los encargados de poner sopa en los pelos (o al revés?) protestan porque el gobierno nacional y varias decenas de empresarios visitaron días atrás Angola. Aducen que en ese país no se respetan los derechos humanos, lo que trae entre tantos otros un recuerdo: cuando regía la España franquista que se abrió paso al precio de millones de muertos, no hubo voces de ese y otros sectores que promovieran un corte de vínculos con la Península, aunque allí se siguiera ejecutando opositores como si la guerra civil no hubiera terminado. Mucho más acá y en tiempo presente, hay un imperio que sin causa valedera alguna acostumbra desatar guerras contra países débiles, bombardear y ametrallar a la población civil con incontables víctimas o asesina jefes de gobierno con alevosía y posee, también, una cárcel fuera de su territorio donde mantiene en condiciones infrahumanas a supuestos enemigos. Pero ese poderoso centro de dominación mundial es desde hace muchos años, lugar de llegada de gobernantes, funcionarios y gente de empresa argentinos y nunca se escucharon quejas de los que hoy, como una prostituta ruborizada, objetan una incursión comercial a la ex colonia belga.
Para contradicciones, no hay que viajar tantos kilómetros. Aquí, en nuestras propias narices, un gobierno provincial se cree en el derecho de robar bienes del patrimonio popular pero reitera su adhesión y acatamiento a las políticas del gobierno central, aunque se asocia a una "Corpo" que sin pudor alguno , se ha declarado y actúa como enemigo del "modelo" que lleva adelante aquél. El caso de las columnas de la Cooperativa que es decir de todo el pueblo, es tan conocido que libera de entrar en detalles. Pero, así y todo no podría pasarse por alto que mientras la Casa Rosada sufre el ataque permanente de un grupo económico que asume un rol francamente golpista, el Centro Cívico lugareño aparece como mecenas y cómplice en la usurpación perpetrada acá por ese mismo complejo corporativo. Más todavía, el Ejecutivo pampa le otorga el derecho de usar de tales columnas, liberándolo del pago del canon que debería percibir la verdadera propietaria de esos postes, siempre que la CPE, aclaremos, decida ceder o no tales sostenes para la red de la compañía intrusa tratada tan generosamente por las autoridades locales.
La indigna e indignante unión de propósitos antigubernistas y anticooperativos de los socios de este atropello, pueden multiplicarse en gravedad si se advierte que la demasía perpetrada aquí se repite en todo el interior pampeano y ya ha generado la protesta justa y legítima de las cooperativas de cada ciudad o pueblo víctimas de idéntica agresión. El cuadro desborda el marco provincial y aparece por tanto inexcusable, la demora del gobierno nacional en pronunciarse categóricamente al respecto si es que le interesa seguir gozando de la confianza general.
MODESTO MORRÁS