Martes 30 de abril 2024

Los hipócritas

Redacción 31/03/2024 - 00.16.hs

Estimado Señor Director:

 

Me permito molestarlo para compartir con usted y su legión de lectores algunas de las sensaciones, enojos y reacciones varias que me aparecen al hacer la cada vez más peligrosa lectura de los diarios.

 

Sumergirse en esos terrenos provoca un sinfín de sentimientos y en los últimos días he buscado en mi modestísimo léxico alguna palabra que pueda definir la postura de tantos dirigentes que, en nuestra provincia, se ubican en la oposición.

 

La oposición, ese grupo de dirigentes de distintas vertientes que dados los números que una vez más los relegaron a ese rol, como en los últimos 40 años, pero que los dejaron en relativa cercanía a lograr lo que nunca lograron, plantea ahora en varios ámbitos una ofensiva que se me ocurre de una gran cuota de perversidad y de estupidez.

 

Lo hemos visto y lo vemos en los cuerpos colegiados. No hace falta que refresque acá lo sucedido en el Concejo Deliberante de Santa Rosa y lo que sigue sucediendo en la Legislatura provincial.

 

Desde todo el arco opositor, cada cual con sus intereses, ensayan una serie de posturas y dichos que, de no ser por lo trágico que resultan en este momento del país del que son responsables por acción u omisión, mueven a cierta risa.

 

Sospecho que estiman que el salvaje gobierno de Javier Milei, como en su momento fue el de Mauricio Macri, socavará tarde o temprano la gestión del oficialismo y allí vendrá la chance. Entonces, a una ofensiva total se ha dicho!!!

 

De la pérdida de identidad de la UCR local, mucho sabemos. Desde aquella alianza de fines de los 90 a la fecha, sólo han cedido lugares y espacio a socios menores con los que no les alcanzó de todas maneras.

 

Siguen mostrando estampitas de Raúl Alfonsín, pero transitan caminos opuestos a su legado. Fueron a sacarse una foto junto a su monumento el Día de la Memoria, pero ni una palabra dijeron del negacionismo del gobierno.

 

Algunos pecan por sus dichos y acciones. Otros por su estruendoso mutis por el foro. Si no es así, que por favor alguien que sepa nos diga que es de la vida del candidato que, a pesar de perder, pareció el ganador en mayo pasado, devoto precisamente de la línea de pensamiento del ahora odiado hacia adentro Martín Lousteau, su tocayo.

 

En el PRO, nada nuevo. Ya se sabe que se puede esperar de ellos. Y como dicen que para muestra basta un botón, leí por ahí un título que lo dice todo. El diputado nacional Martín Ardohain ha manifestado su preocupación por “el crecimiento de la chicharrita del maíz”. Silencio cómplice frente a todo lo que les pasa a los argentinos, se me ocurre pensar.

 

Por último, tampoco debe asombrar su postura en el partido que completa el ahora bloque opositor, que a pesar de su trabajo monolítico no renuncia a cargos y estructuras. ¿Es uno o son tres bloques?

 

El rencor lo mueve y la ingenuidad de sus nuevos socios le da aire para intentar manejar los hilos desde las sombras mientras masculla bronca por los que le dan de su propia medicina. Recordando sus orígenes, usaron su sello para llegar y ahora le dan la espalda regresando a casa, aunque en el fondo todos sabemos que lo hacen por supervivencia. A todos les llega el efecto motosierra.

 

De esa lectura de los diarios, surgen decenas de estas hipocresías (¿será la palabra que buscaba?). La ignota y recién llegada diputada radical de Pico, Gisela Cuadrado, ha elevado un pedido de informes sobre los motivos del tarifazo de energía que tanto daño hace. ¿De verdad cree que no nos damos cuenta de su mala intención, de su intento por cargar la responsabilidad a La Pampa del brutal aumento?, obviando que sólo Nación dispone.

 

Se ha destacado de Cuadrado que viaja desde Pico a Santa Rosa a cumplir sus funciones tomando el minibús que cumple ese servicio. Bien podría aprovechar el tiempo que le insume el trayecto para leer los diarios o reflexionar sobre su accionar.

 

No quiero pasar por alto a la otra pata. Comerciantes, industriales y a muchos votantes, parte del 50 y pico por ciento que apostaron por el cambio. De ellos, muchos ya se han dado cuenta de su garrafal error, pero tantos siguen firmes y elevan su queja, como la diputada, a sabiendas de que en los lugares que lo hacen no sólo no tienen nada que ver, sino que también se ven muy perjudicados con el “cambio”. (RS).

 

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