Martes 30 de abril 2024

Militante de Ilusiones

Redaccion 22/02/2020 - 21.56.hs

Durante el verano de 1991, tres años antes de su fallecimiento, el fundador de La Arena realizó más de 20 horas de entrevistas narrando su vida. Decenas de anécdotas que hoy, publicado por Editorial Voces, llega en forma de un libro autobiográfico.
Darío D’Atri *
Es la historia de La Pampa como nunca fue narrada. Es también una mirada profunda sobre la justicia y la lucha del hombre por alcanzarla. Fue en diciembre de 1990. Una invitación con más entrelínea de desafío y provocación que de inocente iniciativa: «Abuelo, que te parece si aprovechamos el verano, me voy a tu casa todas las mañanas y me contás la historia de tu vida. Eso si, grabamos y ordenamos las charlas para que un día saquemos un libro».
Cayó la presa. Don Raúl, abuelo y fundador de diarios, cooperativas, candidato político incansable de un socialismo que una vez gobernó Santa Rosa, tan periodista como militante de sus propias ilusiones de cambio social profundo, aceptó el reto por su pasión de contar lo que había vivido y protagonizado, y por su inocultable deseo de ser no sólo narrador sino protagonista de la historia pampeana.
Hay hombres que miran el devenir de su tiempo con la naturalidad de quien sólo habita este mundo; la mayoría. Hay otro tipo de hombres que nacieron con la incomodidad existencial que genera la búsqueda incansable de cambios de aquello que les ha sido dado. Hay un tercer tipo que transita por esas dos vías al mismo tiempo, los que buscan cambiar statu quo e injusticias y pueden, desde la acción, analizar ese tiempo histórico para narrarlo. Ese fue Raúl Isidoro D´Atri, un insobornable narrador del mundo que buscó cambiar a cada paso que daba.
Arrancamos en enero de 1991, charlas y entrevistas que terminarían allá por marzo de ese mismo verano. Fueron más de 20 horas de un infinito hilo de anécdotas, notas manuscritas, guías del relato… que resumieron una vida que arrancó en Chivilcoy en enero de 1907 y terminó en mayo de 1994 en Santa Rosa.
Pasaron eternos 29 años desde esas mañanas de mates e historias de epopeyas militantes. Pasaron más de 25 años desde la muerte del abuelo. Pasaron más de 10 presidencias, hiperinflaciones, crisis brutales y también esperanzas y elecciones democráticas, esas que D’Atri vivió mucho menos en sus 87 años que cualquiera que inició su vida política en 1983. Pasaron demasiados años antes de transformar esas charlas en el prometido libro.
Ahora llegan casi 500 páginas de esa historia que puso pie firme en los finales de la década del 20 y se extendió hasta fines de la década del 70 del siglo pasado, cincuenta años que fueron el hábitat político, familiar y personal esencial de Raúl Isidoro D´Atri.

 

La Pampa provincia.
«Militante de Ilusiones» es un libro que llega para saldar una deuda, pero más que eso, llega porque los personajes que viven en las anécdotas de su narrador son todos parte central de la fundación de La Pampa como provincia y de la transformación de una sociedad recluida en el tiempo de los deseos y antojos del fundador Tomas Mason y de la Sucesión Gil, dueña de casi todas las tierras santarroseñas, en un ámbito de debates y epopeyas (como la creación de la Cooperativa Popular de Electricidad) que la ubicaron en la vanguardia de muchas grandes luchas sociales, obreras, populares, militantes del cambio social.
El libro tuvo un primer intento de publicación diez o doce años atrás, por impulso de los dos hijos varones de don Raúl, Raulito y Antonio, y el enorme entusiasmo de Ricardo «Ruso» Di Napoli. Ese intento inicial no llegó a editarse ni imprimirse, pero es, sin dudas, el antecedente clave de un impulso que muchos tuvimos desde siempre: transformar la historia del fundador de La Arena en parte de la historia fundacional de La Pampa.
Ahora, apenas un año atrás, comenzamos la tarea larga y maravillosa de editar una y otra vez las charlas originales, investigar la historia de los personajes de los relatos, bucear por archivos de fotografías y documentos que nos permitieran transformar ese relato oral en un texto tan atrapante como lo fueron las horas de conversaciones que Raúl mantenía en su casa-quinta de la ruta a Toay con quien golpeara su puerta dispuesto a tomarse unos mates y escuchar cómo La Pampa dejó de ser Territorio presa de un poder central, para transformarse en provincia independiente.

 

Siempre la política.
El libro, que contiene un dossier fotográfico que muestra impactantes imágenes del momento en el que La Arena fue destruida por una bomba de la Triple A en 1975, o de una entrevista periodística del hijo mayor del director del diario, Raulito, con quien sería su secuestrador y torturador mayor de la dictadura militar, Ramón Camps, es un testimonio clave de varias capas geológicas de la historia pampeana.
En las entrevistas de 1991, Raúl D´Atri jugó el juego que más le gustaba: construir sus relatos desde la apariencia de anécdotas inocentes y así castigar con dureza a comisarios, interventores federales o gobernadores con memoria corta, lengua larga y oportunismo político siempre a la mano.
Desde el capítulo uno, en la infancia, en Chivilcoy y Rawson, provincia de Buenos Aires, la buena memoria y el juego de pasado y presente llevan cada historia a una inevitable conclusión política. Así, cuando cuenta que ganó los pesos que le permitieron emigrar a Buenos Aires como pintor de leyendas que las viudas dejaban a sus difuntos en las tumbas cada Día de los Muertos, cierra con sarcasmo aclarando que «fue la primera vez que me transformé en un explotador», porque repartían el dinero por igual entre los peones de campo que pasaban horas pintando las tumbas y él, que apenas en minutos escribía «Te llora tu desconsolada viuda»….
D´Atri fue un político de tiempo completo, quien nunca pudo, ni intentó, dejar esa piel de militante para analizar el mundo desde otro lado que no fuera el de la lucha de dominados contra dominadores, terratenientes contra peones rurales, imperialismo o revoluciones.

 

«Huida» al interior.
La huida a Buenos Aires, sin consentimiento de su madre, para escapar del destino de aburrimiento y timba al que solo podía aspirar en los pueblos del interior bonaerense, fue el inicio de un derrotero que llevó a Don Raúl a buscar, sin éxito inicial, una ciudad del interior del país para escapar de las garras porteñas del aburguesamiento. El éxito recién llegó a fines de los años ´20, cuando el tren Línea Sarmiento se detuvo en una polvorienta Santa Rosa que, gobernada por socialistas, lo enamoró como quién descubre en el aire el guión de una vida que espera ser vivida. Fueron dos viajes desde Buenos Aires a Santa Rosa, pero el segundo definitivo, casado y con la decisión compartida de edificar allí su destino. Raúl D´Atri y Esther Iacovonne pasaron momentos muy duros, pero protegidos por la solidaridad de nuevos, grandes y definitivos amigos, y de una pasión sin igual por construir colectivamente un mundo nuevo en un territorio de frontera.
La vida de Raúl D´Atri se divide en dos a partir de esa llegada a Santa Rosa. Los años de canillita en Chivilcoy, de joven cronista policial en La Razón de su ciudad natal, de chofer de taxis-colectivos en la Buenos Aires del ´20, dan paso a una larga vida de militante socialista de un territorio que merecía ser provincia. Desde los ´30 en adelante, D´Atri inicia la verdadera construcción de su destino. Desde ese momento fueron seis décadas incansables de luchas enormes (la Cooperativa, la Comuna socialista santarroseña, el derecho al agua de los pampeanos, el enfrentamiento con las dictaduras…) y luchas que parecían menores y que muchos vieron en su momento como antojadizos berrinches de un discutidor consuetudinario, como su larga y fallida pelea por salvar la arboleda de eucaliptus y pinos que unía Santa Rosa con Toay.
Esta es la historia de Raúl D´Atri, pero también de gobernadores y comisarios déspotas que llegaban al Territorio Nacional como señores feudales; de luchadores como Alfonso Corona Martínez, Santiago Marzo o el «Tano» Maraschini; de dictadores y torturadores como Videla o Camps que supieron pasear su sombra negra por las calles de Santa Rosa.
El libro es producto del trabajo de un trabajo en equipo de los editores, pero también fue posible por la colaboración y ayuda inestimable de Guillermo López Castro (del Archivo Histórico Provincial), Carina Steffanazi (archivo La Arena) y Ricardo Echaniz (editor fotográfico de La Arena). Susana Berdasco fue la primera editora de los textos originales, transcripciones de las charlas y entrevistas realizadas en Santa Rosa en enero de 1991. Sergio De Matteo y Eugenio Conchéz, realizaron nuevas ediciones y comentarios. Las autoridades de la Cooperativa Popular de Electricidad y los miembros de la Editorial Voces son el motor que activó el engranaje para que hoy «Militantes de Ilusiones» sea una realidad y ya no un sueño y una deuda de casi treinta años con Raúl Isidoro D´Atri.

 

La edición del libro
«Militante de Ilusiones. Relatos en primera persona» fue editado a fines de 2019 por la Editorial Voces con un tiraje de 1.500 ejemplares. Impreso en la Cogtal Cooperativa Obrera Gráfica de Buenos Aires, la publicación está disponible desde los primeros días de enero en librerías de Santa Rosa y también para su compra online en Amazon.com.
Será presentado el próximo 3, 4 y 6 de abril en ámbitos de la Cooperativa Popular de Electricidad, de la Feria Provincial del Libro, en Lonquimay y de cátedras de las carreras de Comunicación e Historia de la Universidad Nacional de La Pampa y posteriormente en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
La obra, de 468 páginas, contiene junto al relato de Raúl I. D’Atri, una presentación, prólogo y epílogo y una breve biografía de los editores (Antonio, Darío y Andrea D’Atri). Incluye también 21 páginas donde se despliegan fotografías con epígrafes explicativos, que aportan gráfica y textualmente a conocer hechos de la historia de La Pampa, siempre en relación con la vida del fundador de La Arena.

 

* Comunicador Social (UBA)

 


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