Viernes 20 de junio 2025

Perú: un pueblo resiliente

Redaccion Avances 07/07/2024 - 06.00.hs

El presente artículo implica un recorrido en el tiempo, al explorar antecedentes que dan sustento a la memoria biocultural de Perú, pequeño asentamiento urbano del sureste provincial.

 

Claudia Guillermina Doba y José Horacio Pagella *

 

Poniendo fin al dominio territorial aborigen de influencias Tehuelches y Mapuches, que en el caso de la región oriental de La Pampa comprendida por valles y mesetas se extendiera por unos tres milenios, la ejecución de la contundente campaña militar roquista entre 1878 y 1879 abrió paso al uso de sus recursos naturales con otra impronta, atada a la cultura occidental, cristiana y capitalista. De este modo, las tierras de La Pampa se aseguraban para la Nación Argentina, en un principio integrándose a la Gobernación de la Patagonia y, para 1884, adquiriendo carácter de territorio nacional como entidad jurídica. Por esa época, los lotes donde actualmente se incluye el asentamiento urbano de Perú, fueron oficialmente otorgados en propiedad al terrateniente Martín Puchuri, quien se mantendría como dueño de ellos durante unos 40 años. Se ha mencionado que en 1886 existía población en la localidad, pero ello tendría relación con las primeras personas que trabajaran en la organización agraria latifundista, así como en un almacén próximo al norte del lugar. Por allí habría de pasar la traza de la primera línea de ferrocarril internada en La Pampa, teniendo a Bahía Blanca y Toay como cabeceras, que a partir de 1907 incluirá en servicio una estación bajo la denominación de “Perú”.

 

Esto significó un hito que impulsaría, alrededor de la citada estación ferroviaria, la génesis de un pequeño asentamiento urbano y, con el avance de la tercera década del siglo XX, un proceso de subdivisión de tierras dando origen a chacras que se incluyeran en campos de los reconocidos comerciantes bonaerenses Erize, y la Colonia Agrícola Carolina Pel.

 

Vascos y franceses.

 

De Martín Puchuri, primer dueño de las tierras en las que actualmente se inserta el pueblo Perú, es poco lo que se conoce. Él nació en Navarra, España, por el año 1833, y junto con su hermano Antonio, su padre Domingo y su madre Josefa Echaire emigraron a Argentina para radicarse en la localidad bonaerense de Magdalena. Como tantos otros inmigrantes vascos, los hombres de esta familia se destacaron en las actividades ganaderas en suelo argentino, siendo propietarios de estancias en la provincia de Buenos Aires. En el Territorio Nacional de La Pampa Central, Martín Puchuri llegó a ser dueño de unas 15.000 ha de campo. Un sobrino suyo, llamado Martín Raymundo Puchuri (1866-1954) fue un reconocido miembro de fuste de la Sociedad Rural Argentina, e impulsor de la raza ovina Lincoln en el país. Con antepasados también en Navarra, pero a partir del siglo XV en la región de los Pirineos franceses del Bearne, Javier Marcelino Lucio Erize (1889-1959) es otro terrateniente que sucederá a Puchuri como propietario de campos en la localidad de Perú. Sus padres fueron Francisco Erize (1864-1935), fundador del pueblo bonaerense Erize, y Ana Lesla Bioy (?-1945), esta última emparentada con el escritor argentino Adolfo Bioy Casares. Javier Erize era un médico veterinario que, con filiación política a la U.C.R., tuviera participación en la gestión pública como parlamentario de la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires, y como concejal, juez de paz e intendente del municipio bonaerense de Adolfo Alsina.

 

También registró actividad empresarial integrando las firmas comerciales de ramos generales Erize y Bioy (surgida en 1883), y Erize y Narbaitz (conformada en1924). Su nieto Francisco Javier Erize (1943-2021) fue un afamado naturalista, conservacionista y fotógrafo de vida silvestre. Otros propietarios con ascendencia francesa, que tuvieran tierras en propiedad en la zona, fueron León Laharrague, Miguel Ardohain, Antonio Bioy y Juan Bautista Beauregard.

 

Estación ferroviaria.

 

Finalizando el siglo XIX, los campos del sureste de La Pampa que tuvieran a Martín Puchuri, como su propietario, serían recorridos por la traza del Ferrocarril Bahía Blanca al Noroeste (BBNO), siendo él quien cediera tierras para el tendido de vías, y la posterior instalación de la estación Perú. Promediando el mes de septiembre de 1890, el sitio donde actualmente se ubica la localidad de Perú, ya estaba atravesado por el terraplén de la línea ferroviaria BBNO, obra civil por entonces concluida bajo un emprendimiento costeado por capitales británicos. Hacia finales de octubre de 1894, por allí empezarían a circular materiales rodantes del citado ferrocarril, al permitirse su tránsito provisorio por las vías recientemente instaladas entre las estaciones Hucal y Epu Pel, tramo férreo cuya habilitación oficial al servicio regular de trenes ocurriría en 1895. Pero desde entonces habría de transcurrir algo más de una década para que, en dicha línea ferroviaria, hiciera su aparición la estación Perú. En un principio bajo el nombre de “Kilómetro 224”, la estación Perú se habría habilitado al servicio en la fecha 7 de mayo de 1907, tomando en consideración un informe emitido en 1940 por Alfonso M. Tulián, en carácter de presidente de la Comisión de Fomento de Perú, quien al mismo tiempo cumplía funciones como jefe de tal estación. El nombre definitivo “Perú”, para la estación, le fue asignado oficialmente el 4 de julio de 1907, mediante resolución del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, firmada por el Ingeniero Civil Miguel Tedín, titular de dicho organismo estatal. Obviamente, tal denominación para la estación fue en honor a la República del Perú, primer país sudamericano en contar con servicio de ferrocarril. Por ese año Diego González (1842-1922) gobernaba el Territorio Nacional de la Pampa, y se conformaba el Comité Proautonomía que encabezaba un movimiento pionero para la provincialización. La primera referencia cartográfica a la estación Perú aparecerá en 1909, en un mapa del Territorio Nacional de La Pampa publicado por el Instituto Geográfico Militar de la República Argentina. Por su ubicación en la línea ferroviaria BBNO, Perú tendrá como estaciones vecinas inmediatas a Cotita y Epu Pel.

 

Construcción y funcionamiento.

 

La construcción de la estación Perú estuvo a cargo de la empresa Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, siguiendo un patrón arquitectónico típico utilizado por esa compañía británica que, desde 1904, había empezado a administrar la línea ferroviaria BBNO. Su habilitación al servicio como estación para circulación de pasajeros y bienes, y comunicación telegráfica, ocurrió justo cuando se cumplían 50 años de la entrada en funcionamiento del primer ferrocarril en la Argentina. La estación quedó ubicada en una zona de planicie relicto a una cota de 215 msnm, con aguas freáticas disponibles a 62 m de profundidad. Su infraestructura, además del edificio de estación cubierto con techo de chapa, incluía depósito de 250 m 2 para cargas generales, tres galpones para almacenamiento de grano de cereales que ocupaban un total de alrededor de 2.000 m 2 , un corral de unos 230 m 2 con dos bebederos y brete con rampa de costado para embarque de ganado, almacenamiento de hasta de 18.000 l de agua en tanques y 1.396 m de vías auxiliares. Entre 1936 y 1937, cuando la línea BBNO estaba siendo administrada por la empresa británica Ferrocarril Sud de Buenos Aires, la estación Perú tuvo movimiento de pasajeros de lunes a sábado, y fue despachante de 4.641 ovinos y 2.090 bovinos en pie, 698 t de trigo y 1.445 t de leña. Estando bajo administración estatal, para el mes de agosto de 1976 dejaría de prestar servicio de pasajeros, al eliminarse los trenes que tenían tal propósito. La actividad de la estación se extendería hasta 1991, cuando se produce el cese definitivo de los servicios de la sección ferroviaria entre Toay y López Lecube, al quedar bajo concesión de la empresa Ferro Expreso Pampeano.

 

Evolución agropecuaria.

 

Las tierras de planicie de la localidad de Perú, comprendidas en la región fisiográfica denominada “Oriental” y la subregión de “Mesetas y Valles”, estuvieron originalmente cubiertas por una comunidad vegetal autóctona de pastizal de gramíneas bajas con arbustos, bajo un clima de tipo continental templado con régimen hídrico semiárido. Su explotación con sentido capitalista comenzó a fines del siglo XIX mediante el latifundio de estancias propiedad de terratenientes vascos y franceses, con dedicación a la ganadería ovina y bovina. A ello le siguió, para inicios de siglo XX, la actividad de chacras agrícolas con una extensión promedio de unas 200 ha y dedicación masiva al cultivo de trigo. Esa subdivisión de tierras en chacras agrícolas, alrededor del pueblo de Perú, aparecerá indicada por primera vez en el mapa del Territorio Nacional de La Pampa publicado en 1930, que confeccionaran Alberto Lefrancois y Pablo Porri. Los principales protagonistas del citado sistema minifundista de explotación agraria fueron arrendatarios, quienes mayoritariamente pertenecían a familias de inmigrantes alemanes del Volga. Para estos últimos, no fue fácil su subsistencia y el acceso a la propiedad de la tierra, al tener que enfrentar serias crisis económicas y sequías con voladuras de suelos con el avance del siglo XX, por lo que muchos fueron parte del éxodo de población que experimentó La Pampa hasta 1960.

 

Contemporáneamente, la coyuntura socioeconómica ha llevado a que las tierras de la localidad estén dedicadas predominantemente a la actividad ganadera.

 

Asentamiento urbano.

 

Muy poca información se tiene de los comienzos del asentamiento urbano de Perú que, con ubicación en el Lote 24 de la Sección Catastral III D, desde 1915 quedará incluido en el Departamento Guatraché. Mapas originales de la traza del Ferrocarril BBNO no daban indicios de una estación a construirse en tal sitio, pero si de un camino de tránsito de galeras en sus proximidades. Es evidente que la aparición de la estación ferroviaria Perú, en 1907, fue impulso fundamental para el desarrollo de una planta urbana a su alrededor. Para 1912 se instala allí un destacamento policial y, en 1927, comienza a funcionar la Comisión de Fomento de Perú, presidida por Juan Bautista Beauregard, quien fuera dueño del primer almacén de ramos generales del pueblo, cuyo inmueble original se incendiara totalmente en 1972. También contó con servicio de fonda, en un edificio de chapa y madera cuya estructura aún se mantiene en pie, que podía hospedar hasta 16 personas y perteneciera originalmente a Benigno Amigo. En 1934 empieza a prestar servicios en el pueblo la Escuela Primaria Nº 265, que fuera trasladada desde Colonia Helvecia, y años más tarde tendrá continuidad como Escuela Nº 174.

 

Además, el pueblo incluye una modesta pero pintoresca capilla, donde feligreses católicos de la zona se congregan al celebrarse actos religiosos esporádicamente.

 

La población de la planta urbana de Perú nunca superó el centenar de habitantes, siendo al presente alrededor de 60 personas las que residen de manera estable allí.

 

Actualmente, el pueblo se despliega en un poco más de 20 ha, donde a las siete casas más viejas, desde principios del corriente milenio se han venido agregando algunas otras construidas por gestión comunal. El ejido de la Comisión de Fomento de Perú abarca tres lotes catastrales completos (16, 24 y 25 de la Fracción D, Sección III) en el Departamento Guatraché, y la mitad norte de dos lotes catastrales (4 y 5 de la Fracción A, Sección IV) en el Departamento Hucal, totalizando un área administrativa territorial de unas 40.000 ha. Bajo la gestión del actual jefe de la Comuna, Roberto Oscar Kronemberger, se ha avanzado en un emprendimiento muy significativo para el pueblo, como es la construcción de un hotel contiguo a la Ruta Nacional 35 (km 206), casi en la intersección con la Ruta Provincial 24, y a 14 km del inicio de la Ruta Nacional 154 que conecta con el sur del país, para ofrecer así un servicio estratégico al importante flujo turístico que pasa por el lugar.

 

Trabajo patrimonial.

 

Comenzado el siglo XXI, por gestión de la Comisión de Fomento de Perú se realizó un ambicioso trabajo de acondicionamiento de un galpón de la estación ferroviaria como salón de usos múltiples. Allí, a partir de 2012 se comenzó a realizar la Fiesta Anual de la Torta Alemana (Riwwel Kuchen), que desde 2023 tiene oficialmente carácter provincial. Cabe recordar que, estando activo el ferrocarril, en el pueblo eran populares los bailes realizados en el interior de uno de los galpones ferroviarios. Otras acciones comunales que se vienen abordando involucran refacciones del edificio de la estación ferroviaria, para su puesta en valor como museo, así como limpieza de vías. La misma comisión de fomento, en el marco de una acción de extensión de la Universidad Nacional de La Pampa, recientemente llevó a cabo actividades de visibilización de la vecina y desaparecida estación Cotita, a los fines de conmemorar el centenario de los orígenes del efímero asentamiento urbano que allí existió. La organización de eventos festivos en 2023, ofreciendo al público paseos en vehículos de vía entre Perú y Cotita, fue otra incursión de la Comuna. Vinculado a ello, desde la Comisión de Fomento de Perú se tiene en agenda la idea de prolongar la travesía de tales paseos hasta las estaciones Hucal y Epu Pel, como iniciativa de turismo de itinerario que permita apreciar el patrimonio biocultural de pueblos vecinos vinculados por la línea ferroviaria. Las acciones enumeradas apelaron al tránsito por la dimensión patrimonial, lo cual tiene implícito un sentido de construcción social que, en pueblos como Perú, se constituye en un insumo de alto valor para aplicarse, por ejemplo, a iniciativas de turismo que redunden en una ampliación de la matriz productiva en espacios rurales, y una contribución al desarrollo territorial integral y sostenible, como se merece la región.

 

* Docentes e investigadores de la Facultad de Agronomía - UNLPam

 

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