Poemario del Monte

Eduardo Aguirre y Vero Be (Verónica Bevaqua) presentarán el 26 de noviembre el Poemario del Monte, una propuesta que reúne la poesía y la música pampeana. Los acompañarán músicos y músicas de excelencia.

Redacción *

Poemario del Monte es un suceso poético, musical y sobre todo, humano. Un canto, una palabra, una musicalización que se vale de la ternura como herramienta y de la palabra como conceptualidad.

Se trata de una travesía de palabras y canciones, una colección de historias vividas para ser un día contadas y cantadas.

Hace más de una década la poesía adquirió en Eduardo Aguirre una importancia trascendental. El lenguaje poético lo concernió, lo ayudó en el intento filosófico que encierran las grandes preguntas de la existencia. Desde ese momento, la poesía le permitió ir y venir hacia y desde la filosofía, en un esfuerzo por ampliar el horizonte de proyección de la palabra.

Estudiando la obra de grandes pensadores como Sartre y Heidegger advirtió una regularidad de hecho llamativo en sus respectivos recorridos. La presencia cercana a ambos de un escritor. Gustave Flaubert en el caso de la experiencia sartreana; Hölderlin influyendo de manera decisiva en el controvertido y genial rector de Friburgo.

Esa convergencia no podía ser una casualidad. La poesía irrumpió en él con la singularidad de un acontecimiento bajo custodia. De hecho, transcurrieron varios años hasta que se animara a leer sus poemas en grupos prietos de amigos.

El tiempo kairós, que es un espacio impensado donde algo importante sucede, le permitió pensarse en el advenimiento de un niño. Iba a nacer su primer nieto. Él fue el destinatario del primer poema musicalizado que, al encontrarse con Vero Be, descubrió una saga sorprendente de canciones. Un repertorio desbordante que se sintetiza en la presentación que tendrá lugar el domingo 26 de noviembre en el Teatro Español de Santa Rosa, a las 21 horas y para el cual ya se encuentran a la venta las entradas a través de la ticketera del teatro y en la boletería del mismo.

Epifanía de la vida.

La poesía conceptual de Eduardo es así cantada, musicalizada en un entramado que recorre los quiebres y puntos de anclaje del ser. De un ser arrojado al mundo. De un sujeto presto a iniciar las marchas. En ese caminar entre el canto de Vero Be y este escritor que ya ha publicado una veintena de libros se amalgama un formato novedoso no exento de la magia creativa del arte.

Esos poemas están atravesados por la epifanía de la vida. Por el amor, la nostalgia y los recuerdos de aquellos sitios donde hicimos pie. Por el tributo a personajes de espacios comunes que parecen lejanos. Por el dolor de las pérdidas y el impacto ensordecedor de la pandemia. Por las rebeldías, las frustraciones y las esperanzas que no se apagan aún en estos tiempos sistémicos dantescos.

El canto delicado y palpitante de Vero Be, su estilo capaz de transmitir con llamativa proximidad la profundidad de lo humano preanuncian una presentación original y emotiva.

Rodeados de acordes y músicos exquisitos, algo se va gestando en el imaginario de quienes contribuyeron a la realización de esta obra y será el público quien pueda en definitiva mensurarla.

Si la intriga les convoca es porque las palabras escasean para nombrar esta aventura, y vale la pena venir a sentirla para entender del todo de qué se trata, si es que hay que entender para que valga.

* Caldenia