"El vasco de la carretilla"
Los hombres y mujeres mayores hoy ya entrados en años, recordarán seguramente que en su niñez, allá por los años '30, hubo entre tantos "héroes" un personaje mítico de nuestra Patagonia, Guillermo Isidoro Larregui, con su caminata de más de 3.000 kilómetros, que arrancó en Comandante Luis Piedrabuena, en el sur de Santa Cruz, y llegó hasta la capital de la República.
Esa hazaña de un vasco que en tan larga extensión fue empujando una carretilla, es el tema de una película realizada por José Roberto Arizmendi. Mañana viernes, a la hora 20, será proyectada en el salón del Concejo Deliberante de nuestra ciudad, Avenida San Martín 50, función presentada por el centro vasco Zelaiko Euskal Etxea y patrocinada por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Santa Rosa.
El acto forma parte de una serie de Cine Vasco que en la misma sala y horario será ofrecida todos los viernes del actual septiembre. Al propio tiempo y en la planta baja del Palacio Municipal, el Zelaiko presentará una exposición de pinturas de Dora Valsechi de Sarratea, integrante y directiva del Centro, muestra que se mantendrá habilitada durante dos semanas.
En cuanto al filme, un documental en homenaje al recordable Larregui, fue realizado totalmente con actores, medios y técnicos de la provincia de Santa Cruz. Trata, como se ha dicho, de la proeza de un trabajador, un vasco hijo adoptivo de nuestra tierra, que comenzó aquel transitar aún no igualado y expuso, a la vez , el tesón, la hombría, fortaleza física y espiritual de nuestros pioneros, virtudes que llevaron a Roberto Arizmendi a inmortalizarlo en esa producción fílmica.
Ese recorrido fue uno de los cuatro que Larregui completó, siempre llevando por delante su carretilla que transportaba más de cien kilos de equipo. La vida y los viajes de Larregui fueron investigados por el periodista y escritor Arizmendi, al recorrer los caminos y allegarse a los pueblos que aquél recorriera y visitara. En todos los lugares halló huellas y recuerdos que enriquecieron la experiencia y su trabajo.
Estuvo asimismo en Chacabuco, cuyo centro vasco lleva el nombre de Larregui, en Trenque Lauquen donde su diario de la época publicó los escritos enviados por el caminante, o en Puerto Iguazú, punto en el que el hombre pasó sus últimos años y, entre tantas fuentes, los recortes periodísticos y testimonios orales que nutrieron el grueso del valioso material con el que se hilvana una historia cabal y plena.
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