El declive de la «exportación» argentina
El número de futbolistas argentinos en las tres principales ligas de Europa es, esta temporada, el menor de la última década. Si se tiene en cuenta la Premier League de Inglaterra, la Serie A de Italia y La Liga de España, la cantidad de jugadores nacidos en nuestro país se ha reducido notablemente, aunque no la de extranjeros en esos campeonatos.
Un breve repaso por los planteles que protagonizaron esos torneos desde 2010 hasta la actualidad permite ver que, años atrás, los principales equipos contaban con varios argentinos y muchos de ellos eran las figuras más talentosas. Hoy, además de reducirse la cantidad de futbolistas, también cambió el rol de los argentinos.
Un reciente informe del diario The New York Times, en el que se consultan a formadores de juveniles argentinos, indica que los motivos para esta baja son variados: desde la organización para buscar a los jóvenes, pasando por la nueva modalidad de detección utilizando los datos de cada liga, hasta el avance de los propios europeos en cuanto a la formación de talentos.
«Hoy en Sudamérica buscan a jugadores combativos», aseguran, y mencionan al santarroseño Alexis Mac Allister como una de las excepciones actuales, al utilizar la ’10’ del Brighton de Inglaterra.
Números.
En 1995, 1997, 2001, 2005 y 2007, los juveniles albicelestes conquistaban el planeta fútbol y luego mostraban su talento en las principales ligas de Europa.
Algunos nombres: Juan Pablo Sorín del plantel campeón en Qatar 95; Walter Samuel, Esteban Cambiasso, Pablo Aimar y Juan Román Riquelme del de Malasia 97; Nicolás Burdisso, Maxi Rodríguez y Javier Saviola del de Argentina 2001; Fernando Gago, Lucas Biglia, Pablo Zabaleta, Sergio Agüero y Lionel Messi de Países Bajos 2005; Sergio Romero, Ever Banega, Angel Di María y otra vez Agüero en Canadá 2007.
«Fuimos a Qatar y terminamos campeones. Fuimos a Malasia y terminamos campeones. Y después de cada uno, los jugadores se iban a Europa y luego pasarían a la selección de mayores», resume a The New York Times (TNYT) Hugo Tocalli, uno de los responsables de los cinco campeonatos mundiales Sub 20 que Argentina ganó en la era de José Pekerman.
«El talento sigue. Todavía hay jugadores aquí», remarca Tocalli, aunque las tres principales ligas de Europa ya no tengan a los argentinos como prioridad.
Hace una década, 47 jugadores argentinos figuraban en la Serie A de Italia (hubo 54 en la 2012/13), y este año solo están registrados 24. En 2014, la Liga Premier empleaba a 23 argentinos; esta temporada eso se ha reducido a 11. Y en La Liga española, donde un idioma compartido siempre ha facilitado el asentamiento de los jugadores argentinos, en la temporada 2011/12 había 33 albicelestes, llegaron a ser 39 en 2018, y ahora hay solo 25.
En el informe, además, se destaca que muchos de los que quedan son de los considerados «veteranos» de Europa, como los casos de los arqueros Wilfredo Caballero y Sergio Romero, el mediocampista Di María o los delanteros Agüero o Messi, entre los de mayor renombre.
«Sus herederos aún no se han materializado. Europa, no hace mucho, se llevaba a los jugadores tan rápido como Argentina podía desarrollarlos. Ahora, parece que la línea de producción se ha paralizado», advierten.
Las razones.
Uno de los motivos a los que hace referencia el diario estadounidense en este estudio del mercado de venta de jugadores sudamericanos a Inglaterra, España e Italia, tiene que ver con la organización y el nivel de las ligas a las que se va buscar talentos. Y para ello es clave el entrecruzamiento de datos que hoy realizan los compradores antes de definir una operación.
En primer lugar, se remarca que en los últimos años se tornó más dificultoso para los visores europeos observar a los jóvenes argentinos, especialmente porque la organización de los clubes locales no facilita el contacto, como sí lo hacen en Brasil, el gran competidor en cuanto a exportación de talentos sudamericanos.
«En Brasil te invitan, te dan una vuelta por la academia, te ofrecen un café, te hablan de los jugadores», dice el jefe de reclutamiento de un importante equipo europeo. «Son más transaccionales», agrega, y se recuerda que en 2014 Argentina vendió más jugadores al extranjero que Brasil, pero que en los últimos años esa tendencia se ha revertido, especialmente en las principales ligas.
Y entre los porqué de ese cambio también destacan «el nivel de entrenamiento de los jóvenes en Brasil, que muchos consideran ahora a la par con el disponible en Europa». Y rematan: «La caída de Argentina es un fracaso no de talento, sino de organización».
Las ligas.
Otro punto que se destaca es el entrecruzamiento de datos que hoy utilizan los clubes europeos para definir a qué jugadores apuntar, y en ese sentido es clave el posicionamiento de cada liga en el ranking de competitividad, en el que la Argentina pierde terreno.
«La mayoría de las oficinas de los equipos líderes tienen, en algún lugar de su encriptado software de reclutamiento, una lista que compara las fuerzas relativas de docenas de ligas en todo el mundo. En la mayoría de las listas, la Liga Premier y La Liga compiten por la supremacía», señala el informe, que agrega: «La lista funciona como algo entre una lista de información y una ecuación, una forma de ponderar los méritos de los jugadores a través de los países y a través de los contextos. Si un equipo observa dos delanteros, uno en Francia y otro en Portugal, la lista permite al equipo ver lo que significa el perfil de datos de cada jugador en relación con el otro».
Así, a igual nivel, los jugadores de una liga son considerados mejores que los de otra, y en ese caso Brasil saca otra vez diferencias. «Consideramos que los mejores equipos de Argentina son marginalmente mejores que los de Brasil, pero en la cima del fútbol brasileño hay más fuerza en profundidad», dijo Omar Chaudhuri, jefe de inteligencia de la empresa de análisis 21st. Club, que suministra datos y perspectivas a varios equipos de toda Europa. En su modelo, la primera división de Brasil es sexta y la Superliga Argentina es octava.
Para los reclutadores, eso hace que Brasil sea un mercado más fácil para trabajar. «Las ligas con una gran dispersión en la calidad pueden ser más difíciles de explorar», dijo Chaudhuri. «Cuando ves a Boca Juniors, por ejemplo, contra un oponente débil, puede ser difícil medir cuán impresionante es realmente un desempeño individual».
Ese problema se agravó en 2015, cuando la Superliga se amplió a 30 equipos. Aunque ese número se ha reducido ahora a 24, está previsto que vuelva a aumentar en respuesta al impacto financiero de la pandemia del coronavirus. «Es imposible que el nivel no baje», consideró Diego Huerta, que trabaja con los talentos de Racing Club.
Talento o combate.
El informe de TNYT también hace mención a los cambios tecnológicos que en los últimos años han permitido a los europeos observar ligas menores que antes no eran tan accesibles. Y ejemplifican con datos: «Nigeria ahora exporta más jugadores que los Países Bajos. Ghana tiene más expatriados que Bélgica».
Al mismo tiempo, entienden, «Europa ha industrializado su propio desarrollo juvenil», lo que le permite sacar de sus formativas jugadores con una técnica «sudamericana», y esa tendencia ha quedado evidenciada con jóvenes con grandes condiciones en cada equipo.
«En el pasado, no tenías estos jugadores alemanes altamente técnicos, jugadores ingleses, jugadores españoles de este nivel», dijo Huerta. «El fútbol europeo solía recurrir a Argentina y a Brasil por la magia que le faltaba. Ahora, dijo Huerta, tiende a buscar jugadores ‘combativos’ en Sudamérica. ¿Talento? Lo puede cultivar por sí mismo», remarca el informe.
Y en ese sentido ponen al pampeano Alexis Mac Allister, jugador del Brighton y hoy en la Selección, como una «excepción» de un equipo inglés que vino a buscar talento a nuestro país, como antes era una constante. «Mac Allister usa la camiseta número 10 en el Brigthon, pero los equipos europeos ven cada vez más a Argentina como una fuente de jugadores combativos», destacan, con una foto del mediocampista santarroseño ex Argentinos Juniors y Boca.
Sin embargo, citando a Huerta y Tocalli, quienes aseguran que los talentos siguen apareciendo en las formativas albicelestes, el informe se cierra con una mirada optimista de cara al futuro: «Argentina nunca ha dejado de producir jugadores. Es solo que, en estos días, Europa no los necesita tanto».
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