Viernes 03 de mayo 2024

Belgrano se quedó con un clásico caliente

Redacción 24/07/2023 - 11.15.hs

General Belgrano dio vuelta ayer un intenso partido como local, para vencer por 2 a 1 a Atlético Santa Rosa en un clásico capitalino que fue levantando temperatura con el correr de los minutos y que se resolvió con tres golazos, tuvo cuatro expulsiones y algunos incidentes entre las hinchadas en el final.

 

Por la duodécima fecha del Torneo Apertura de la Zona Norte de la Liga Cultural de fútbol, el Albo ganaba en el Nuevo Rancho Grande con un golazo de Santiago Steffanazzi a los 29 minutos de la primera parte, pero el Tricolor lo dio vuelta con dos muy lindas conquistas de Juan Ayende, a los 14 y 26 del complemento, para terminar festejando un triunfo que le permite sumar puntos importantes de cara a la pelea por la clasificación al Provincial.

 

Para Santa Rosa, en tanto, la derrota significó el final de su ilusión de terminar segundo en el Apertura (ese lugar lo ocupará Campos de General Acha), lo que le hubiera dado la clasificación al Torneo Regional Amateur.

 

Ante un gran marco de público y en un duelo caliente y muy disputado, el local Yoel Luna fue el primero en ver la tarjeta roja (doble amonestación) a los 36 del complemento; en tanto que sobre el final el árbitro Shair Salomón expulsó a tres jugadores más: a los 46 se fue Axel Pérez por un manotazo sobre Brian Serrano, quien también vio su segunda amarilla porque había agarrado a su rival antes de recibir el golpe; en tanto que a los 48 siguió el mismo camino Franco Lezcano, en su caso por un golpe sobre Ayende.

 

El cierre encontró a Belgrano festejando fervorosamente con su gente -el trámite del clásico 'obligó' a una celebración del mismo tenor- y a Santa Rosa protestando contra Salomón, a quien le reclamaron especialmente por las expulsiones. Y ese clima también se trasladó a las tribunas populares, porque cuando finalizó el partido se cruzaron algunos hinchas-barras detrás de una tribuna y tuvo que intervenir la Policía (disparos disuasorios mediante) para separarlos.

 

Intensidad y golazos.

 

El juego tuvo mucho más de intensidad y de pelea que de encanto, aunque los tres golazos aportaron el toque de distinción que el clásico merecía.

 

Desde el primer minuto Belgrano ejerció una enérgica presión sobre la pelota, intentando que Santa Rosa no logre circulación, pero igualmente los dirigidos por Guido Carracedo lograban sortear ese ahogo por el buen pie de Laureano Lencinas y Franco Lezcano en el medio, tocando corto y distribuyendo hacia las puntas.

 

El local corría, metía y forzaba, pero no lograba hilvanar jugadas como para inquietar el arco visitante. Así, el trámite en gran parte de la primera etapa estuvo centrado en la disputa por el dominio de la mitad de la cancha.

 

Y en ese ir y venir de cortes y recuperos de un lado y del otro, a los 29 minutos Santa Rosa golpeó con un golazo: le cruzaron una pelota a Steffanazzi, quien ingresando por la izquierda del ataque encaró y dejó plantado a Fermín Tittarelli (recién había pasado a jugar como lateral por la lesión de Berdugo), enfrentó al arquero y definió con clase a un palo.

 

Ese cachetazo obligó al Tricolor a desdoblar sus esfuerzos para el complemento, etapa en la que se llevó por delante a su rival en base a la presión, para que el juego se traslade definitivamente al campo de Santa Rosa.

 

Empujó el local en todos los sectores, hasta que a los 14 minutos Ayende se desprendió del medio encarando por el centro con la pelota picando, y cuando ingresaba al área sacó un remate que se clavó para el 1-1.

 

El trámite no cambió. Belgrano insistió con su receta y a los 26 logró el gol de la ventaja otra vez vía Ayende, quien en esta ocasión bajó una pelota bombeada de Serrano en el área, y en el mismo movimiento definió con clase y técnica.

 

La recta final del partido lo tuvo a Santa Rosa jugado en busca del empate, que pudo haber logrado con un cabezazo de Elías Saavedra que tapó el arquero Agustín Balcarce y con una media vuelta de Lencinas que se fue cerca. Y a Belgrano aguantando -especialmente luego de la expulsión de Luna- y tratando de sorprender con alguna contra (la más clara terminó en un remate de Serrano).

 

Pero el resultado no cambiaría. Las rojas del final terminaron de caldear el clima y ese ir y venir de reclamos y protestas contra Salomón no hicieron otra cosa que favorecer al Tricolor, que volvió a ganar y festejó a la medida del clásico.

 

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