"Una final no apta para cardíacos"

"Confiaba mucho en el equipo pero fue una final no apta para cardíacos", destacó, con la voz ronca, y la emoción que todavía no se va, Aníbal Barbero, el kinesiólogo pampeano que integra el plantel de primera de básquet de Boca Juniors, que ayer venció en una electrizante final a Instituto de Córdoba, consagrándose bicampeón de la Liga Nacional de Básquet. 

Aníbal, oriundo de Trenel, habló con LA ARENA a pocas horas del triunfo que posicionó a los dirigidos por Gonzalo Pérez en lo más alto del básquet nacional al vencer en la septima final 78 a 77 al conjunto cordobés. 

Durante la entrevista, el profesional se refirió a la relevante cantidad de partidos que tuvo el campeonato y cómo afectó esto a la integridad de los jugadores. 

"Fue un campeonato muy largo, fueron 60 partidos, promedio de dos y monedas por semana, porque al salir campeones el año pasado clasificamos para la Champion de América y nos tocó viajar: fuimos a Panamá, Nicaragua, Río de Janeiro, y se hizo bastante pesado con el torneo local", dijo el trenelense. Y recordó que también disputaron la final de la Recopa contra el ganador del Súper 4 del año pasado, que fue Quimsa de Santiago del Estero, al que también vencieron. 

"Fuimos a Rosario y jugamos el Súper 4 y también le ganamos la final a Instituto", afirmó.

"MUY CONTENTOS".

-¿Cómo llegaron los jugadores al último partido de ayer?

-Más allá de los miniproblemas, todos llegaron bien a los Play Off: nos tocaron, en Cuarto de Final, cinco partidos con Ferro que fueron muy duros, con mucho desgaste. Por suerte, la semifinal la pudimos barrer 3 a 0 a Quimsa y esta final, que fueron siete partidos, fueron muy difíciles, con un rival muy jóven, muy físico. Llegamos bien, con algunos jugadores tocados, pero bien dentro de todo, en una definición realmente no apta para cardíacos.

-¿Cómo son las sensaciones de hoy lunes?

-Muy buenas la verdad. Teníamos mucha incertidumbre en los siete partidos: salimos primeros en la fase regular y el primer partido de los siete lo perdimos de local, nos robaron la localía, después nos fuimos a Córdoba, y robamos el primero allá, y volvimos a recuperar la localía. Fue muy importante jugar la final en nuestra cancha. Lo conocíamos muy bien a Instituto pero todas las finales son diferentes.

-¿Cómo viviste el último partido de la final?

-Personalmente confiaba mucho en el equipo pero siempre sabiendo que en el básquet hasta último momento no se resuelve. Estoy muy contento por mis compañeros de trabajo, hace muchos años que estamos en búsqueda de una estructura que nos empezó a dar resultados.