Pampeana Corrales jugará el Mundial de fútbol para ciegas

La futbolista piquense Guillermina Corrales fue confirmada como una de las ocho jugadoras que integrarán el seleccionado argentino de fútbol para ciegas, Las Murciélagas, para participar en el Mundial de la especialidad que se levará a cabo en agosto en Birmingham, Inglaterra.

 

La pampeana, de 27 años, formó parte de una nueva convocatoria del equipo nacional en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), donde durante este fin de semana jugaron varios amistosos de prueba contra equipos que participan en la Liga Nacional.

 

En esos cuatro encuentros, Las Murciélagas hicieron 22 goles y finalizaron con la valla invicta: 3-0 a Las Romanas; 5-0 a Las Pirañas; 8-0 a Centro Basko y 6-0 a Las Guerreras.

 

Fue la penúltima concentración antes de viajar al Mundial y contó con la participación de doce futbolistas, de las cuales ocho fueron seleccionadas finalmente por el entrenador Gonzalo Abbas Hachaché para ir al Mundial, que se juega bajo la modalidad de fútbol 5.

 

En ese plantel definitivo (además de las ocho jugadoras de campo, van dos arqueras) está la piquense Corrales, que es polifuincional, pero que en las últimas prácticas trabajó más en el aspecto defensivo de cara al Mundial.

 

La gran cita del fútbol femenino para ciegas tendrá lugar en Birmingham desde el 18 al 27 de agosto y Argentina será uno de los ocho participantes junto a la local Inglaterra, Alemania, Japón, India, Ghana, Costa de Marfil y Mali.

 

El fútbol.

 

Guillermina Corrales es ciega de nacimiento y pasó por diferentes deportes (natación, patín artístico, atletismo) antes de encontrar en el fútbol su pasión. "Eran actividades muy individuales, que hacía por 'hobby', pero al descubrir un deporte en equipo como el fútbol, en el que jugamos las personas ciegas, me entusiasmé", comentó Guille, que se inició en esta disciplina en La Barranca de Santa Rosa.

 

Periódicamente, la piquense viajaba a la capital pampeana para dar sus primeros pasos como futbolista, pero como no había mucho lugar para las mujeres (lo hacía acompañando a Los Cuervos o realizando actividades complementarias), empezó a militar la conformación de un equipo femenino que les diera la posibilidad de competir.

 

"El año pasado, en un campus que se hizo, me vieron los técnicos de la Selección y me empezaron a convocar para ir viendo mis avances", explicó la pampeana, que se sumó a un equipo de Córdoba, Las Guerreras, para poder competir con las mujeres y tener algo de continuidad de cara a sus citaciones con el elenco nacional.

 

"Desde ahí empecé a entrenar en Pico, con una rutina diaria que me pasan, y cada tanto viajo a jugar. Al principio hacía la mitad de la rutina; me costó un montón porque nunca había hecho actividad de alto rendimiento, pero después me fui acostumbrando", señaló Corrales, que a diferencia de las seleccionadas que están en Buenos Aires o Córdoba, no cuenta con profesores o entrenadores especializados para trabajar en el día a día. "Estoy aprendiendo todavía; es un proceso largo", aclaró sobre su costado futbolista.

 

La Selección.

 

Con el equipo nacional, Guillermina comenzó a entrenar en 2022 y con el paso de los meses fue evolucionando, hasta quedar entre las ocho que irán al Mundial. "En las concentraciones se fue reduciendo el grupo poco a poco, yo tuve la fortuna de ser convocada siempre y en esta última lista me tocó quedar entre las ocho", contó la jugadora.

 

"Fue una noticia súper inesperada. No me tenía mucha confianza porque se nota la diferencia de entrenar acá, sola, con las que tienen más roce todos los días. Pero fui cambiando la cabeza, tratando de confiar más en mí, y lo estoy logrando", agregó.

 

Corrales es profesora de música (se recibió el año pasado y da clases particulares) y vive en General Pico con su pareja, el reconocido deportista Maximiliano Vaquero, quien la acompaña en cada paso junto al resto de su familia.

 

"El deporte en general, más allá de la discapacidad, abre muchas puertas y te da oportunidades, pero es necesario un gran apoyo familiar como el que yo tuve para poder seguir y tener fuerzas", confió la futbolista, que a fines de julio tendrá la última convocatoria antes de viajar al Mundial.

 

"Tengo una mezcla de sensaciones muy grande. He sufrido muchos disgustos y he tenido muchas alegrías con el fútbol. Esto se debe al esfuerzo, a sacrificar un montón de cosas, tanto yo como mi familia, y por todo eso siento orgullo y alegría por haber llegado a donde llegué", concluyó.