"Soy fanático de Estudiantil pero respeto a Winifreda"

"Soy fanático de Estudiantil de Eduardo Castex desde que tengo nueve años, llevamos 54 años juntos y no creo que cambie a los 63, pero siento un respeto total por el Deportivo Winifreda", expresó en diálogo con LA CHUECA el vecino winifredense Oscar "Choco" Ponce, quien el domingo estuvo en el estadio "Dr. Ramón Turnes" de Santa Rosa donde vio consagrarse campeón del Torneo Provincial de fútbol 2023 tras vencer en el partido revancha a All Boys 5-3 desde los disparos del punto penal.

 

Esta fue la cuarta estrella a nivel pampeano conseguida por el Tricolor en su historia futbolística y tuvo como condimento especial que llegó justo en el año y día de su centenario. Previamente había festejado en 1998, 2001 y 2015.

 

Ponce venía alentando de manera presencial y por redes la campaña del Bohemio desde que comenzó el Provincial. Contó cómo se dio su vínculo con la institución castense y, para ello, se retrotrajo a su infancia. "Hay una historia de vida un tanto triste detrás de esta pasión. En 1969 muere mi madre Manuela Coronel de Ponce a los 27 años por una penosa enfermedad. Yo tenía 9 años y era el mayor de 6 hermanos. Todos quedamos en la casa de mi abuela Avelina donde había mucha gente viviendo", contó. "En un momento determinado me sacan de la Escuela primaria 104 y me envían a la Escuela Hogar de General Acha donde termino cuarto grado", relató.

 

"Antes de que cumpliera 10 años me trasladan a la Escuela Hogar de Castex que está al lado de la Escuela 44. Allí me reencuentro con mi hermano Juan Carlos", continuó. "Justo en ese año Estudiantil había salido campeón de la Liga Pampeana y de lo único que se hablaba era de ese suceso futbolístico. Yo cursaba quinto grado en la escuela 44 y todos mis compañeros eran de Estudiantil. Los domingo, los padres de mis amigos iban a la escuela hogar, firmaban como tutores, sacaban a sus hijos y me llevaban a mí. Pasaba todo el día en casa de esas familias y en el predio del club Estudiantil cuando todavía estaba lleno de eucaliptos. Jugábamos y hacíamos los famosos picnics. A la familia que más recuerdo es a la Robert Siux que llegó a ser presidente de la entidad", continuó.

 

Fanatismo.

 

"Un hombre que se llamaba "Catuta" Buffa trabajaba como sereno de la escuela hogar, era muy fanático de Estudiantil donde había jugado y era hincha de Boca. Cuando jugaba Estudiantil se tomaba el trabajo de buscar a los alumnos más grandes, nos preparaba y nos llevaba a la cancha. Así nos fuimos haciendo apasionados del Bohemio y de sus colores. Yo estaba dejando la niñez y entrando a la adolescencia y esas cosas te quedan marcadas para siempre. En el fondo es una historia linda", se entusiasmó.

 

Terminó séptimo grado en la escuela 44 y con los años siguió ligado a la ciudad castense y al club de sus amores. Reveló que su última pareja era de Castex y un día le dijo: "Sos tan fanático que cada vez que salimos a dar una vuelta pasamos por Estudiantil".

 

Este mes, también presenció el partido clásico entre Estudiantil y Racing, los dos clubes de la ciudad. En la cancha "se me vinieron un montón de recuerdos de la infancia". "Incluso 54 años después me reencontré con compañeros de la escuela. Cuando me vieron me dijeron 'vos sos Ponce el del hogar, te acordás que veníamos los domingo a jugar acá'. Así nos llamaban a los que íbamos a esa escuela. Es más, el actual presidente de Estudiantil, Jorge Martín, fue a la escuela 44 conmigo. Recientemente se hizo un asado para los hinchas, fuimos con Hugo Testa de Winifreda y cuando se me acercó me dijo 'saludo a un compañero de la escuela'. Fue muy emocionante", dijo.

 

Pasión y respeto.

 

En su casa atesora camisetas de Estudiantil de todos los tiempos. "Guillermo Francella en la película 'El secreto de sus ojos' dice que un hombre puede cambiar de camisa, de pareja, de religión, pero no puede cambiar de pasión, y yo soy fanático de Estudiantil", manifestó y enseguida aclaró "pero siento un respeto total por el Deportivo Winifreda".

 

Prueba de ello es que cuando ambos conjuntos se enfrentaron en el Torneo Provincial que acaba de finalizar "no fui a la cancha de ninguno de los dos equipos, me dolió en el alma, pero no puedo ir a la tribuna de Estudiantil para hinchar en contra de Winifreda porque es mi pueblo ni tampoco puedo estar en el estadio de Winifreda siendo de Estudiantil".

 

El domingo fue testigo de la "final del centenario" -All Boys y Estudiantil cumplieron 100 años- y explotó de alegría. "Fue una fiesta, pero casi me agarra un ataque al corazón", confió. Cuenta que le agradó todo el equipo, pero destacó a los jugadores Montero ("es una bestia jugando"), Arriola y Ovando, entre otros.