Un clásico equilibrado y una serie abierta
All Boys y Atlético Santa Rosa protagonizaron ayer un clásico equilibrado y que terminó igualado 1 a 1, con dominios alternados y un resultado final que dejó la serie totalmente abierta.
Emiliano Cocco puso en ventaja al Albo a los 15 minutos de la primera parte con un penal y Ramiro Fredes lo igualó a los 28 del complemento de cabeza; en tanto que Santiago Mayer fue expulsado por doble amarilla a los 35 de la segunda parte, por lo que la visita jugó los últimos minutos con uno menos.
De esta manera, la serie semifinal comenzó igualada y se definirá el próximo domingo en el estadio Mateo Calderón, donde quedará determinado cuál de los dos eternos rivales santarroseños se meterá en la gran final del Torneo Oficial de la Liga Cultural de fútbol.
En caso de empate en la revancha la clasificación se definirá con remates desde el punto del penal, porque la única ventaja que tiene Santa Rosa, por haber terminado primero de su zona en la fase de grupos, es la elección de localía. El ganador del clásico se medirá en la final con el vencedor de la semifinal que están disputando Deportivo Mac Allister y Unión Deportiva Campos de General Acha, que ayer comenzó en Santa Rosa con un 2 a 1 a favor de los achenses, que serán locales en la revancha (ver página 15).
Ventaja visitante.
En una desapacible tarde de frío, viento y por momentos con caída de una especie de nevisca en el estadio Dr. Ramón Turnes, el clásico se desarrolló ante una buena cantidad de gente, aunque el clima atentó contra la posibilidad de ver un marco mucho mayor.
Adentro se vivió un duelo caliente, disputado, sin mucho brillo pero con pasión, en el que los dos equipos se brindaron con la intención de mantenerse vivos en una serie a la que aún le falta un choque más.
El que comenzó mejor fue Santa Rosa, a tal punto que a los 20 segundos puso a Maximiliano Montoya a correr a un espacio, generando una falta de Benjamín Portillo y la correspondiente amonestación para el central alboyense. Y al minuto un tiro libre de Cocco fue desviado en el área y terminó en córner.
Ese comienzo empujó al Albo a posicionarse en campo contrario, aprovechando un buen trabajo de su zona media comandada por Cocco, Gabriel Vega e Ignacio Zúñiga.
El intenso viento a favor, además, le permitía a Santa Rosa presionar sobre la pelota y cortar los intentos del local, que como en los últimos partidos buscaba largo a Agustín Servetto y Fredes, facilitando la tarea de los centrales del Albo.
La balanza terminó de inclinarse a favor de Santa Rosa a los 15 minutos, cuando Cocco marcó de penal el primer gol del clásico. La pena máxima fue marcada por Nicolás Mensi tras una mano en el área de Portillo, que se vio sorprendido luego de un desvío de Maximiliano Acosta a un tiro libre del propio Cocco.
Con la ventaja y el viento a favor Santa Rosa se plantó como para sorprender de contra y tuvo un par de chances para aumentar. En la primera, un remate de zurda de Cocco desde fuera del área se fue apenas alto, y en la segunda una corrida de Juan Manuel Martínez tras habilitación cruzada de Mayer terminó en una definición de zurda del delantero y una muy buena atajada de Lautaro Guaraglia.
All Boys sufrió ese primer tiempo. Al gol en contra y al viento que lo empujaba contra su arco se le sumaron la lesión de Braian Alvarez (reemplazado por Roberto Domínguez a los 25 minutos) y las amonestaciones a Portillo, Guaraglia y Andrés Galetto, que de una u otra manera condicionaban su juego. Incluso pudo recibir una amarilla (como mínimo) Servetto, que le dio un manotazo en la cara a Zúñiga contra la línea y que el árbitro no cobró.
Recién en los minutos finales de la etapa el Auriazul encontró algo de respiro, cuando Facundo Guiñazú empezó a agarrar la pelota en el medio y se asoció con Galetto y Tomás Arzer, quien pasó al mediocampo tras la salida de Alvarez.
Y en esa recta final tuvo un par de aproximaciones vía aérea: A los 39 minutos el arquero Ignacio Urreaga dejó corto un rechazo a un centro y la pelota le cayó a Servetto, pero taparon su remate, y a los 46 un cabezazo de Fredes fue a las manos del uno.
Igualdad local.
Para el complemento el panorama cambió. All Boys entendió que con el viento a favor no resultaría su plan de jugar largo para las corridas de sus puntas y se dedicó a jugar en corto, de manera asociada y juntando gente para llegar al área rival.
Y ese regreso al Auriazul de otros tiempos le dio réditos, porque dominó la pelota y los tiempos, y poco a poco fue arrinconando a un Santa Rosa que nunca encontró respuestas como para retomar la batuta. Se defendió bien el Albo, replegando un poco sus líneas, pero nunca pudo asociarse para contragolpear y por lo tanto Guaraglia fue prácticamente un espectador.
Aún sin brillar, All Boys tomó las riendas del clásico y fue apurando el trámite a medida que transcurrían los minutos, avisando con un tiro libre de Arzer que sacó Urreaga y logrando el empate a los 28 luego de una muy buena jugada colectiva que derivó en un centro atrás de Giuliano Guinchinao y el cabezazo en soledad de Fredes para cambiarle el palo al arquero y establecer el 1 a 1.
Un ratito después, Mayer -nervioso e innecesariamente discutidor en todo el complemento- vio la segunda amarilla por un cruce verbal con un rival y dejó a Santa Rosa con diez cuando se jugaban 35 minutos.
All Boys retomó fuerzas y se fue en busca de un triunfo que hubiera inclinado la serie a su favor de cara a la revancha. Y tuvo dos chances claras el equipo de Ignacio Archieri, primero con un cabezazo de Servetto -tras cambio de Galetto- que se fue apenas desviado, y luego con un zapatazo del pibe Domínguez que dio en el travesaño.
Pero la pelota no entró y todo quedó como al principio, por lo que el Mateo Calderón recibirá un clásico equilibrado y con todo por resolver, apuntando nada menos que a la gran final del Oficial culturalista.
Otra vez incidentes.
Como ocurrió en el clásico anterior entre All Boys y Atlético Santa Rosa, hubo incidentes en la previa entre los hinchas de ambas parcialidades, con la Policía en el medio. Pese al importante operativo de seguridad dispuesto desde temprano, una vez más los hinchas se cruzaron en la Avenida Spinetto. Comenzaron con gritos y corridas y derivaron en piedrazos, con la Policía actuando hasta con disparos disuasivos para separar a los violentos. Después, el clásico transcurrió en paz y la salida se dio sin inconvenientes.
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