Cumplió 103 años: un canto a la vida
Susy mira a quienes le celebran el cumpleaños y cada tanto sonríe. Se sabe el centro de la escena, porque sus familiares directos y algunos amigos han llegado a visitarla cargados de cosas ricas que ella, hay que decirlo, apenas prueba.
“Está muy bien de salud… no toma ningún medicamento sensible, más allá de alguna aspirineta. Lo único que tiene es una cuestión auditiva... y habla poco, cuando tiene ganas. Pero colesterol, uremia, glucemia, glóbulos rojos y blancos perfecto… Tiene un ‘laboratorio’ fantástico”, cuenta Dardo Hernández con alegría.
Su mamá, Susana Isla Rodríguez, Susy para todos, acaba de cumplir este jueves nada menos que 103 años.
Alguna vez la visitamos en ese hogar donde Cecilia Mansilla y Raúl Acosta –salteños radicados en Santa Rosa hace dos décadas- la cuidan amorosamente. En esa oportunidad fue que Dardo nos contó que Susy tenía problemas para escuchar, y ella lo refutó con picardía: “¡Escucho lo que me conviene!”.
Podría decirse que sería el problema mayor, porque se agudizaron sus dificultades auditivas. Quizás será por eso que habla menos… aunque está atenta al movimiento que hay alrededor, sólo de vez en cuando suelta alguna frase.
Como quedó dicho, este 19 de junio llegó a los 103 años, y está siempre gozando del cariño de su hijo Dardo (el otro era el reconocido músico Heraldo Hernández, fallecido en un accidente en cercanías de General Pico en 1975), de sus nietas que cada tanto llegan a visitarlo, y de amigos que como ahora, en su cumpleaños, la festejan.
Muy bien atendida.
Dardo concurre todos los días –de mañana y de tarde- al hogar de contención donde cuidan a Susy. “Está muy bien la mami… claro que con el tiempo hay un desgaste integral del organismo…por eso tratamos de disfrutarla todo lo que podemos, y esta vez vinieron las nietas y amigos de Pico... Es una bendición que haya llegado a esta edad”, completa.
Y sigue: “La familia que la cuida es fantástica, maravillosa… la atienden a la Susy de gran manera: le cortan el pelo, le tiñen, le cuidan las uñas, le pintan los labios… es una atención impresionante y estamos muy agradecidos con ellos”.
Su historia.
Susy nació el 19 de junio de 1922, cuando Yrigoyen transcurría su primer mandato como presidente de la Nación. Es puntana, vio la luz en Cochequingan, San Luis; y era hija de Julián, que fue leonero y se dedicaba a tareas rurales; y su mamá se llamaba Juliana.
Algún tiempo vivieron en Nueva Galia, y más tarde se trasladaron a Pichi Huinca. Allí Susana conocería a Jesús Hernández (falleció en 2002, a los 86 años), con quien tuvo a sus dos hijos: Heraldo y Dardo. Luego, en 1947, fue a vivir a General Pico.
Al fallecer su esposo, su hijo Dardo (ingeniero agrónomo recibido en la UNLPam), la trajo a Santa Rosa, hace ya varios años.
Las nietas de Susana, Florencia y Chuly están en Córdoba, donde también reside la mamá de ambas, la médica Graciela López Gallardo (supo desempeñarse en Salud Pública aquí en Santa Rosa). Susy tiene además dos bisnietos, hijos de Florencia, Felipe (5) y Bautista (3).
Una bendición.
Susy fue siempre una persona muy activa, que supo tejer, bordar y un poco pintaba. Le gustaba sobre todo dibujar caballos, seguramente por reminiscencias de los años que vivió en el campo.
Lo increíble es que –según cuenta Cecilia, la señora que la cuida- “no toma medicamentos. Sólo alguna aspirineta… ¿Dardo? Él viene todos los días y comparte con su mamá el desayuno por las mañanas y la merienda por las tardes”, completa.
Sí claro que tenerla a Susy con sus 103 años es una bendición. Porque en medio de tantas pálidas, cuando a veces el agobio por la realidad que nos toca nos quiere ganar la batalla, está bueno celebrar cada día con alegría y gratitud. Por eso: ¡Feliz cumpleaños 103, Susy! (M.V.)
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