“No ather land” ganó el Oscar a mejor documental
"No Other Land", una película sobre el desplazamiento israelí de una comunidad palestina, ganó el domingo el Oscar al mejor largometraje documental y sus directores hicieron un llamamiento al mundo para que ayude a poner fin al conflicto y acusaron a Estados Unidos de bloquear una solución.
Los codirectores de la película, el activista palestino Basel Adra y el periodista israelí Yuval Abraham, dedicaron cinco años a rodar el filme, que muestra cómo los soldados israelíes derriban casas y desalojan a los residentes para crear un campo de entrenamiento militar y la invasión de la comunidad palestina por colonos judíos.
El documental pone de relieve las realidades paralelas en las que viven los dos amigos: Abraham, con su matrícula amarilla israelí que le permite viajar a cualquier parte, y Adra, confinado en un territorio que cada vez se hace más pequeño para los palestinos.
La película se rodó con escaso presupuesto y sin el respaldo de una distribuidora, ‘No Other Land’ se colo entre los nominados para visibilizar la lucha y el dolor del pueblo palestino en las pantallas de cine de Estados Unidos.
A diferencia de sus rivales, la producción palestina no solo ha tenido que sortear la barrera de contar la cruel guerra que divide por décadas a Israel y Palestina, sino que también se ha tenido que enfrentar sin éxito a la batalla de encontrar una gran distribuidora en Estados Unidos.
Directores.
"'No Other Land' refleja la dura realidad que llevamos décadas soportando y a la que aún nos resistimos mientras pedimos al mundo que tome medidas serias para detener la injusticia y poner fin a la limpieza étnica del pueblo palestino", dijo Adra al subir al escenario.
Junto a su codirector, Abraham añadió: "Hemos hecho esta película, palestinos e israelíes, porque juntos nuestras voces son más fuertes. Nos vemos los unos a los otros, la atroz destrucción de Gaza y su gente que debe terminar, los rehenes israelíes brutalmente tomados en el crimen del 7 de octubre, que deben ser liberados".
"Cuando miro a Basel, veo a mi hermano, pero somos desiguales. Vivimos en un régimen en el que yo soy libre bajo la ley civil y Basel está bajo la ley militar que destruye su vida y no puede controlar", dijo Abraham.
"Hay un camino diferente. Una solución política sin supremacía étnica, con derechos nacionales para nuestros dos pueblos. Y tengo que decir mientras estoy aquí, que la política exterior de este país está ayudando a bloquear este camino".
"¿Y por qué? ¿No ven que estamos entrelazados? Que mi pueblo puede estar verdaderamente seguro si el pueblo de Basilea es verdaderamente libre y seguro. Hay otro camino. No es demasiado tarde para la vida, para los vivos".
Cinco años.
El documental abarca cinco años de grabaciones (2019-2023) en el hogar de Adra, el conjunto de aldeas en Masafer Yatta (Cisjordania) que sufrió en ese periodo demoliciones de viviendas, escuelas, pozos de agua y carreteras ante la conversión de la zona en un campo de entrenamiento de Defensa israelí aprobado por Jerusalén.
Abraham, como periodista, pudo tener libertad de movimiento para desplazarse por las zonas mientras Adra trata de elevar la lucha de supervivencia de su pueblo a una plataforma más amplia.
Su complicada amistad profiere esperanza entre ambos territorios por convivir en un mismo trozo de tierra por el que se han librado mil batallas y que desde el comienzo de la ofensiva israelí en octubre de 2023 tras el ataque del grupo islamista Hamás se ha cobrado la vida de casi 50.000 personas, la mayoría palestinos. (Reuters/EFE)
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