"No hay pruebas relevantes"

El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, cuestionó ayer "el frágil castillo de naipes" que los legisladores construyeron para acusarlo y llevarlo a juicio político, y reivindicó su "incuestionable" inocencia, mientras sus acusadores lo responsabilizaron por haber "inoculado la corrupción" en el sistema, en la primera jornada plenaria del proceso contra el mandatario, seguido en las afueras del Parlamento por miles de partidarios del oficialismo.

 

Lasso consideró "infundado" el juicio, remarcó que "lo político jamás puede ser justificación para lo ilegal" y acusó a los legisladores de "haber abandonado su rol, y en vez de crear leyes las destruyen".

 

Se cumplieron en la jornada los pasos formales antes de la votación para saber si Lasso debe dejar o no el cargo: la Asamblea Nacional (AN, parlamento) escuchó a los miembros interpelantes, después la defensa del presidente, luego las réplicas y más tarde el debate abierto con el que se cierra la primera parte.

 

La sesión del pleno comenzó a las 10.17 con 109 parlamentarios presentes sobre 137, reseñaron medios locales y la agencia de noticias Sputnik.

 

El mandatario está acusado de no haber suspendido un polémico contrato entre la empresa estatal Flopec y el conglomerado Amazonas Tankers para el traslado de crudo ecuatoriano, que habría ocasionado un perjuicio para el Estado por 6,1 millones de dólares, según la Contraloría General del Estado.

 

"Los ecuatorianos nos exigen que solucionemos sus problemas cotidianos y pongamos fin a una irracional confrontación que agota la paciencia de la población, que incrementa el desasosiego y debilita nuestra democracia", había escrito Lasso en su cuenta de la red Twitter poco antes del arranque del plenario.

 

Contexto.

 

El proceso es considerado como una instancia que no solo pondrá en escena el juego de fuerzas internas, sino que también servirá para probar el esquema institucional ante una situación inédita en los últimos 15 años en el país andino.

 

Además, ocurre en un contexto de aumento de la violencia ligada al narcotráfico y de descontento popular por el costo de la vida, lo que puede ser el fin del Gobierno de derecha y una oportunidad para la oposición de izquierda para recuperar fuerzas de la mano de su líder, el exmandatario Rafael Correa.

 

Se trata de la segunda vez en su mandato que el conservador Lasso enfrenta un intento de sacarlo del cargo, después de que en junio del año pasado, en medio de un prolongado paro general promovido por las organizaciones indígenas, una iniciativa similar sumara 80 votos, 12 por debajo del mínimo requerido.

 

Acusación.

 

Una de las legisladoras interpelantes, la correísta Viviana Veloz, advirtió que Lasso "ha inoculado la corrupción en nuestro sistema y con eso ha pulverizado la soberanía, ha pulverizado a la República", y se preguntó "por qué no hizo nada el presidente para evitar que el país prorrogue un contrato lesivo para los intereses del pueblo ecuatoriano".

 

Veloz advirtió que el presidente supo de la existencia de este contrato irregular, se negó a recibir el informe del entonces gerente de Flopec sobre las condiciones desventajosas para la empresa ecuatoriana y, por el contrario, ordenó su remoción.

 

Recién cuando terminó la acusación, Lasso entró al recinto a ejercer su defensa en un proceso que calificó de "infundado" y alegó que su inocencia era "total, evidente e incuestionable".

 

"El mismo rencor que me profesan es la más grande prueba de mi inocencia", señaló, entre aplausos de la bancada oficialista.

 

E insistió en que "no hay pruebas ni testimonios relevantes" en su contra, sino "más bien lo único que hay son informaciones que comprueban" su "total, evidente e incuestionable inocencia".

 

Asamblea Nacional.

 

El presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, deberá ahora convocar a otra sesión para la votación final, y algunos medios quiteños señalan que ese encuentro sería el sábado.

 

En caso de que existan 92 votos a favor de la censura y destitución del presidente, el vice Alfredo Borrero tendrá que asumir la primera magistratura hasta 2025, cuando concluye el período de mandato para el cual fue electo el actual Gobierno.

 

De ser censurado, Lasso se convertiría en el segundo mandatario ecuatoriano en ser destituido en juicio político luego de que 1933 fuera cesado Juan de Dios Martínez (1932-1933).(Télam)