Condenaron al ex arzobispo de Santa Fe
El ex arzobispo de Santa Fe Edgardo Storni fue condenado por una jueza provincial a ocho años de prisión por abuso sexual agravado contra un seminarista, delito perpetrado en 1993, aunque el religioso no irá a la cárcel sino que cumplirá arresto domiciliario por su edad avanzada.
El abogado de Storni, Eduardo Jauchen, confirmó ayer que la condena fue dictada por la jueza María Amalia Mascheroni en la causa por la denuncia del ex seminarista Rubén Descalzo, quien dijo estar "satisfecho" con el fallo.
El ex seminarista Rubén Descalzo, uno de los denunciantes en la causa, dijo a LT 10 que si bien no conocía el texto de la sentencia le "sirve para cerrar una etapa de mi vida, que estaba pendiente y que es importante". "Pensé que la resolución no llegaba nunca pero en mi interior sabía que la Justicia alguna vez llega a buen puerto", señaló.
Descalzo manifestó que "todo empezó con una actuación de oficio del ex juez (Eduardo) Giovaninni ante una testimonial" suya. "Pasó mucho tiempo hasta que se pudo contar y fue una etapa dolorosa donde te sentís vulnerado y avasallado en tus derechos. Pero haber llegado a esta instancia es un alivio y es el cierre de una etapa", resaltó.
En ese marco, consideró: "la justicia fue lerda, pero más allá de lo lerda y que quienes debían tomar la decisión antes no pudieron, no supieron o no se animaron, es bueno que después de mucho tiempo haya llegado una persona (por Mascheroni) con valor y haya dictado una condena". En su presentación, el ex seminarista había declarado: "me hizo pasar a su departamento, donde sólo había una lámpara encendida. Hablamos mucho y me convenció para que fuera. Cuando llegamos a la puerta me abrazó. El abrazo comenzó a prolongarse y me apretó más contra su cuerpo. Colocó su cara en mi cuello y me besó".
Defensa.
El abogado defensor del religioso explicó que la jueza le impuso a su cliente "la pena mínima por abuso sexual agravado por la condición de autor". "En este caso se trataba de un sacerdote que estaba a la guarda" del arzobispado que dirigía Storni, sostuvo el abogado, al considerar que por eso el delito fue calificado de "agravado por el vínculo".
Jauchen presentó una apelación contra la sentencia de la jueza Mascheroni porque consideró que "no satisface las exigencias constitucionales de lo que debe ser una resolución adecuada a la decisión definitiva, con grado de certeza, en un proceso penal". "No solamente el juez debe estar convencido de que ocurrió el delito, sino que además la certeza tiene que surgir de las pruebas que existen en la causa", dijo el abogado a radios de Rosario.
Storni fue procesado a principios de 2003 por el juez de Giovanini por presunto abuso sexual en perjuicio de un ex seminarista, que había denunciado el hecho en 1993. Pero en la misma resolución, el magistrado desestimó otras dos denuncias contra el religioso al considerar que el tiempo transcurrido superaba el establecido para analizar la causa. Aunque negó ante la Justicia y el Vaticano las imputaciones, Storni renunció al Arzobispado en septiembre de 2002.
De allí en más, el ex arzobispo se recluyó en una finca de La Falda, provincia de Córdoba, propiedad del Arzobispado santafesino, y gestionó su jubilación, beneficio que le fue otorgado.
La causa tuvo muchas idas y vueltas, se sucedieron las apelaciones y recusaciones, el expediente pasó por varios despachos hasta recalar en el de la jueza Mascheroni. (DyN)
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