Inquietud por la salud de Timerman

La salud del canciller Héctor Timerman generó ayer distintas versiones e inquietud en el ambiente político, luego de que se trasladara a un sanatorio para hacerse estudios de salud y le recomendaran "reposo".
El rumor sobre una posible internación del canciller comenzó a circular a media tarde, aunque fue el propio Timerman quien aseguró poco después vía Twitter que se estaba "haciendo unos chequeos de rutina" en el Sanatorio Otamendi.
"Me estoy haciendo el chequeo anual aprovechando que estoy en Buenos Aires. Estudio que me hago desde hace 10 años", señaló el canciller para quitarle importancia a su visita a la clínica, a la que habría ingresado el jueves por la tarde.
Aunque no precisó detalles sobre lo ocurrido, desde el sanatorio el diplomático explicó que se trata de "un chequeo de 24 horas corridas para controlar cualquier desbarajuste" y pidió a los periodistas "se entretengan" con otra cosa para "que dejen de boludear (sic)" con su "salud".
"Al menos mi chequeo sirve para demostrar que los medios necesitan dejar de dar primicias falsas", cuestionó Héctor Timerman desde la red social y pidió a sus seguidores que "sigan twitteando" para no "aburrirse entre análisis y análisis".
En ese marco, un colaborador señaló que el ministro se fue hacer estudios "programados", pero los médicos le habrían detectado un problema -sería cardiológico-, por lo que le recomendaron que "hiciera reposo" y pasara allí la noche.

Respuesta e ironía.
"Los macristas me llamaban esquizo, incontinente y desequilibrado. Daniel Haddad dice que estoy infartado, prefiero que inventen un affaire", ironizó Timerman desde su cuenta en Twitter, la que también usó este jueves para sus cruces con el Gobierno porteño de Mauricio Macri.
"Falló el pedido de renuncia, inventan el infarto. Y yo les contesto hacia octubre a paso de vencedores. Para mostrar que estoy alerta digo que sigo pensando que Cristina Fernández gana en octubre con los votos obreros y la clase media", agregó el canciller argentino. (NA)