Belsunce: Las defensas pidieron absoluciones
Las defensas de la masajista Beatriz Michelini; el hermanastro de la víctima, John Hurtig, y el médico Juan Ramón Gauvry Gordon, solicitaron ayer las absoluciones de sus clientes en el juicio en el que están imputados por el presunto encubrimiento del crimen de María Marta García Belsunce.
Luego de que el lunes pasado la fiscal del juicio, Laura Zyseskind, pidiera penas de hasta seis años de cárcel para cinco de los seis acusados, el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de San Isidro,
escuchó los alegatos de tres de las defensas.
El primero en alegar ante los jueces María Elena Márquez, Alberto Ortolani y Ariel Introzzi Truglia, fue Roberto Ribas, uno de los abogados de Michelini, quien en una exposición de 10 minutos aseguró que el único camino que tenía el tribunal era la absolución.
Luego fue el turno de Marcelo Riguera, defensor de Hurtig, que llegó a este debate acusado de encubrimiento por haber arrojado al inodoro la famosa "bala-pituto" y para quien la fiscal pidió una pena de cinco años de prisión.
Hurtig.
Riguera argumentó que era un absurdo que acusen como encubridor a quien motorizó la investigación y porque al arrojar el "pituto", Hurtig no sabía que era una bala y menos aún que habian matado a su hermana.
"Hubo una sola y única persona, mi defendido Juan Hurtig, que montado en sus dudas torció el rumbo de los hechos", dijo.
"Con su acción explícita, buscaba respuestas a su duda de que no había sido un accidente", dijo el defensor al referirse a que su cliente no entendía cómo su hermana había podido resbalarse en la bañera con las zapatillas puestas.
Riguera afirmó "Hurtig, con sus dudas, fue el combustible de la investigación con una serie de actos que culminan con la presencia del fiscal Molina Pico en el velatorio".
El letrado resaltó que la insistencia de Hurtig a su hermano mayor, Horacio García Belsunce, fue la que motivó que tras una serie de llamados llegara el fiscal y la policía a la casa donde había sucedido el episodio.
Riguera destacó además que fue el propio Hurtig quien encontró y aportó el elemento por el que después fue imputado.
"Juan habló de nueve horas metido en el barro y el excremento. Quizás exageró. Si fueron nueve, siete, cinco horas o un minuto como dijo un testigo. Lo esencial no es el tiempo, sino
que lo encontró. Si él hubiera sido un encubridor, se lo traga, lo esconde", expresó.
Gauvry Gordon.
El último en alegar fue Gabriel Becker, abogado de Gauvry Gordon, el primer médico en arribar al country en una ambulancia de la empresa Paramedic para reanimar a María Marta y que también terminó acusado de encubrimiento por no haber hecho la denuncia policial ante una muerte violenta.
Becker aseguró que su cliente no convocó a la policía porque "compró la versión del accidente" planteada por la familia y por su desconocimiento en materia de medicina legal.
Según Becker, el medico "no tenía la menor idea de lo que era una muerte dudosa" y "no tuvo conocimiento del deber jurídico que le imponía hacer la denuncia policial ante una muerte
traumática". (Télam)
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