¿Querés recibir notificaciones de alertas?

Viernes 19 de diciembre 2025

El Gobierno no logró aprobar un capítulo clave

Redacción 19/12/2025 - 00.15.hs

El Gobierno río primero con la aprobación del Presupuesto en general pero la oposición se desquitó al derribar un capítulo entero del proyecto, que incluía el famoso artículo 75 que derogaba de las leyes de financiamiento universitario y discapacidad.

 

Por lo inesperado del desenlace, que le valió un festejo de guerra en el recinto, fue la oposición la que se quedó con las mejores sensaciones, mientras que el oficialismo, abrumado, se hundió en un mar de tribulaciones y deposita su única esperanza en reponer la parte suprimida en el Senado.

 

El Gobierno movió cielo y tierra para blindar el capítulo, y hasta último momento el ministro de Interior, Diego Santilli, aparcó su trineo en el Congreso para repartir regalos navideños a los gobernadores serviciales, en forma de ATN, lo que para la oposición real fue visto como una “extorsión”.

 

El oficialismo pecó de ambición desmedida y amateurismo político al concentrar muchas de las medidas de ahorro fiscal en un solo capítulo.

 

Además de la derogación de las leyes de discapacidad y universidades, insertó en el mismo paquete la restricción de la zona fría de usuarios de gas, que le quitará subsidios a algunas regiones con climas hostiles.

 

También incluyó allí la quita de la automaticidad en las actualizaciones de prestaciones de Anses como las asignaciones familiares, AUH y Asignación por Embarazo, para darle discrecionalidad a los aumentos.

 

Como anzuelo para que algunos diputados votaran este tipo de medidas impopulares incorporó en el mismo capítulo la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires.

 

Creyó que con los votos del PRO (muy susceptible a las finanzas porteñas) alcanzaría, pero le estaba pidiendo demasiado a otros aliados “más caros”, como los gobernadores, que no se iban a inmolar así porque sí.

 

Error.

 

En realidad el problema no fue tanto de billetera esta vez, sino de confección del articulado: poner tantas reformas en un solo capítulo era un arma de doble filo porque le impedía a los diputados poder diversificar su voto, avalando algunas medidas y rechazando otras.

 

En el dilema de tener que pronunciarse “por sí o por no”, como sintetizara en el último debate presidencial Sergio Massa, muchos diputados eligieron el “no”.

 

“Lo del Gobierno es muy de principiante. Es increíble que le sigan pasando estas cosas. Ya les había pasado con la Ley Bases. Negocian poco y mal, y son malos en la estrategia”, señaló la fuente consultada de Unión por la Patria.

 

Veto.

 

Lo que parecía un trámite para La Libertad Avanza en en relación al Presupuesto se convirtió ahora en un expediente de incierto final y que podría exponer a Javier Milei al veto de su propio proyecto de ley en el caso de que el Senado ratifique el rechazo del capítulo XI que, de acuerdo al oficialismo, atenta contra el objetivo de equilibrio fiscal en las cuentas públicas.

 

En el mejor de los casos, si el oficialismo lograra renegociar con los gobernadores aliados en la Cámara Alta para votar la versión originar sin cambios del proyecto, el Presupuesto debería regresar a Diputados para ser votados nuevamente pero ya el próximo año. Es decir, Javier Milei debería prorrogar las sesiones extraordinarias que finalizan el 30 de diciembre o esperar a las ordinarias que comienzan el 1 de marzo.

 

El foco está puesto en los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta) y Rolando Figueroa (Neuquén), junto con un grupo reducido de radicales aliados que responden a Leandro Zdero y Gustavo Valdés, quienes votaron en contra del capítulo XI.

 

El caso de Jaldo, Jalil y Sáenz es paradigmático y generó especial ira en el gobierno nacional donde directamente los tachan de "traidores" por haber sido beneficiados con fondos de ATN y luego haber votado en contra del proyecto enviado por la Casa Rosada.

 

En el gobierno nacional interpretan que el rechazo al capítulo XI tiene un objetivo concreto: forzar al Presidente a administrar un Presupuesto con déficit, algo que en el oficialismo consideran u desafío inaceptable. "Este presupuesto no nos sirve", insisten desde el gobierno. (NA)

 

'
'