Falleció la militante Laura Jordán de Conte
Laura Jordán de Conte falleció ayer a los 93 años, pero deja en la tierra un enorme legado en la lucha por los derechos humanos y la democracia en Argentina. La búsqueda de su hijo Augusto María, desaparecido en un operativo ilegal de la última dictadura mientras hacía el servicio militar, la llevó a salir a la calle y transformarse en una militante, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y de Memoria Abierta.
Además, fue una pieza clave en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) -fundado por su esposo, Augusto Conte Mac Donell- en donde impulsó la creación del área de salud mental.
“Vio muy de cerca las secuelas psíquicas de la violencia estatal durante la dictadura”, rememoraron desde el CELS en sus redes sociales. Y marcaron que mientras el organismo crecía, “Laura hizo hincapié en nunca descuidar la memoria! La describieron como una persona con “una ética inquebrantable, confianza en el futuro y en las posibilidades de la reparación”, que deja un “legado enorme, como su compromiso”.
Restitución.
Laura presidió el CELS entre 1999 y 2000 y también fue integrante del equipo interdisciplinario con Abuelas de Plaza de Mayo, que realizó asistencia y seguimiento en los primeros casos de restitución de niños.
La lucha por los derechos humanos que emprendió Laura no se restringió sólo a lo que sucedió durante la época más oscura de nuestro país, sino que fue haciéndose de las nuevas demandas para la ampliación de derechos de toda la sociedad: participó de las primeras ediciones del Encuentro Nacional de Mujeres (ahora devenido en Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries) y fue parte de las primeras ediciones de la Marcha del Orgullo en la Ciudad de Buenos Aires. Allí, usó su pañuelo como escudo contra la represión policial que perseguía sobre todo a las travestis y trans bajo las figuras de los Códigos Contravencionales de Faltas y los edictos policiales. (El Destape)
Artículos relacionados