Martes 06 de mayo 2025

En la ruta del trabajo

Redacción 21/12/2024 - 00.08.hs

Desde hace 60 años “Transporte Pampa” recorre los caminos de la provincia y el país para llevar y traer encomiendas, pedidos y encargues. Los hermanos Harmsen manejan una pyme en la que trabajan 21 personas.

 

En la oficina que da a la vereda el trajín es incesante. Ingresan los pedidos, se hacen los remitos, se registran los viajes, los teléfonos suenan. Y en el ambiente flotan las charlas, las bromas, las sonrisas. En el depósito la mercadería se acumula y circula. Los camiones y camionetas hacen sonar sus motores y en el nuevo espacio, en un entrepiso, Marcelo y Damián charlan. intercambian opiniones y ordenan la tarea de la jornada. Es un día habitual en “Transporte Pampa” donde todo está en movimiento. Donde todo marcha sobre ruedas.

 

“La empresa fue creada hace 60 años por tres señores: Frank, Lang y Ferreti. Nuestro abuelo Venancio fue dueño y después la firma quedó en manos de los empleados. Y nosotros estamos como responsables desde 2019, aunque en mi caso hace 17 años que trabajo acá”, cuenta Marcelo Harmsen (36). “Y yo hace 13 años que estoy”, agrega enseguida Damián (32). Los hermanos terminaron el colegio secundario y se metieron de lleno en una pyme que tiene su dirección en la calle Mario Fiorucci 202 (el teléfono es 2954-422112) de Santa Rosa.

 

“Transporte Pampa” va todos los días a Buenos Aires, dos veces por semana a Rosario y una a Córdoba. Recorre distintas rutas de la provincia gracias a una flota de más de 20 vehículos repartidos entre camiones y camionetas, cada una adaptada para llevar lo que el cliente requiera.

 

“Hacemos cargas generales, de todo tipo de rubros, y tenemos personal altamente capacitado tanto en la conducción de nuestra flota como así también en la logística y la atención al público. Llevamos aberturas, colchones, hierro, mercadería en general. Tenemos depósitos y allí descargamos, no hacemos el servicio puerta a puerta. Por supuesto que hay clientes de siempre, como Marinelli por ejemplo, que si nos pide llevar algo a una dirección determinada, lo hacemos. Lo que nos distingue es que si vos tenés un problema, lo hablás directamente con nosotros, estamos siempre disponibles. Cada cliente tiene nuestro teléfono y así nos manejamos”, resalta Marcelo que vive frente a la pyme que abre de lunes a sábado (ese día durante la mañana).

 

Nueva generación.

 

El desembarco de los hermanos Harmsen significó un cambio para una empresa que con seis décadas de trayectoria se fue transformando, pero siempre con su espíritu inicial de satisfacer la necesidad de quien envía o espera un encargue.

 

“Nosotros arrancamos formalmente en 2019, agarramos el fierro caliente porque entre mi abuelo y nosotros faltó la generación del medio. Había cuestiones relacionadas a la tecnología y a los nuevos manejos del mercado que no estaban actualizados, así que tuvimos que reacomodar varias cosas. Y después nos agarró la pandemia y los tres primeros meses fueron durísimos porque no había casi nada, se frenó todo. Por suerte no nos endeudamos con sueldos ni nada de eso y lo pudimos sobrellevar”, recuerda Marcelo en charla con LA ARENA.

 

“Después de esos meses hubo como una explosión porque la gente empezó a comprar un montón por internet así que empezamos a trabajar muchísimo y gracias a eso se fue compensando una etapa que había sido muy negativa”, agrega Damián.

 

“Hoy está faltando el consumo, hay un dos por ciento de inflación pero si vos no comprás la remera que me pide un negocio para vender, nosotros no movemos. Por eso siempre decimos que somos un poco el termómetro de cómo está todo. Veremos si se va reacomodando pero eso es lo que registramos a diario porque justamente trabajamos con el ir y venir de la mercadería”, analizan dos hermanos que, en su tiempo libre, se dedican casi enteramente a su pasión por Boca y por Atlético Santa Rosa, colores y escudos que aparecen en distintos lugares del edificio o incluso en algún camión o camioneta.

 

Paloma.

 

En tantos años de trabajo las anécdotas se multiplican, como así también los malos momentos que se viven en una ruta. “Hemos traído palomas mensajeras, y hubo una vez una que no la venían a buscar, estuvo como una semana y luchábamos para que no se la coman los gatos”, se ríen. “Con mascotas siempre es un tema aparte, por ejemplo parar en una YPF para darle de comer a un perrito y esperar a que lo vengan a buscar. Te encontrás de todo, pero lo único que nos importa es que el pedido llegue en tiempo y en forma, porque para eso trabajamos. Lo peor es cuando le pasa algo a algún chofer o un accidente importante”, dice Marcelo.

 

Los Harmsen se complementan. Marcelo se siente cómodo en la nueva oficina que armaron en el depósito, el lugar donde trabaja con todo lo administrativo y el papelerío mientras que Damián es quien anda en la calle. “A mí me gusta esa parte, andar para todos lados, hablar con la gente, ir y venir. Lo bueno es que nos complementamos bien y cada uno hace lo que más le gusta”, añade el menor de los hermanos.

 

Ubicación.

 

“Transporte Pampa” genera un movimiento cotidiano propio de una empresa de importantes dimensiones, por eso el gran anhelo de sus propietarios es tener un lugar con más espacio y no generar molestia a los vecinos.

 

“Creo que va a llegar el momento en el que podamos tener un galpón o directamente movernos en el Parque Industrial, es realmente una necesidad y sería en beneficio de todos porque por el volumen de trabajo que manejamos y por todo lo que implica nuestro movimiento, eso es lo más adecuado”, afirma Marcelo.

 

“Traemos lo que necesitás y conectamos al resto de la provincia de La Pampa con un servicio profesional de transporte y almacenamiento de mercadería”, se autopublicita una empresa que luego de tantos años de andar se convirtió en una referencia, en un lugar donde todo anda sobre ruedas. Y que se hace camino al andar.

 

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