“Estacionamiento solar”, una innovación
Durante la última edición de la Expo Pymes, desarrollada a mediados de abril, despertó curiosidad una novedad exhibida por Sago SRL, una empresa dedicada a desarrollos basados en energías limpias y modelos sustentables que desde hace doce años funciona en el Parque Industrial de Toay.
“Presentamos un estacionamiento solar que combina la protección de vehículos con el ahorro de energía en espacios urbanos y puede ser utilizado por empresas privadas, organismos públicos y viviendas comunes. Nos sorprendió el gran interés que generó”, confesaron los titulares de la firma.
Joaquín González y Diego Salto trabajaron juntos en un taller que repara bombas sumergibles hasta 2013, cuando decidieron iniciar juntos este emprendimiento. Si bien su actividad principal está orientada a fabricar e instalar sistemas de bombeo alimentados con energía solar en establecimientos rurales, fueron “ampliando propuestas y también atendemos pedidos de iluminación rural y manejamos equipos de inyección conectados, siempre en el rubro de energías renovables”.
Este novedoso “estacionamiento solar” puede instalarse en cualquier lugar donde se quiera proteger un vehículo: simples hogares familiares, empresas privadas, superficies comerciales y edificios o espacios públicos. “Es una estructura modular que añade un módulo por cada vehículo. Sobre el techo instalamos paneles solares cuya energía puede ser utilizada por el usuario y también inyectada a la red”. En diálogo con LA ARENA, explicaron que “consiste en una estructura basada en perfiles de aluminio, muy liviana y fácil de armar, que diseñamos con canaletas entre panel y panel para garantizar su impermeabilización”.
Bombas solares.
No obstante, la principal actividad de la empresa es “fabricar motores solares asincrónicos e instalar bombas sumergibles alimentadas por sistemas off grid”. Este término identifica a los sistemas autónomos, que no están conectados a una red de energía. “En el campo se utilizan equipos de 220 ó 380 voltios, y estamos dedicados casi exclusivamente a esto: la bomba sumergible solar es nuestro producto estrella”, reiteran.
En su galpón de 200 metros cuadrados trabajaron solos, distribuyéndose funciones y tareas, hasta el año pasado, cuando sumaron “un empleado, porque lo necesitábamos”. La incorporación, dicen, “mejoró la eficiencia en los trabajos”. Esta producción requiere el uso de torno, soldadoras, herramientas de mano y distintos instrumentos de medición.
Ambos tienen formación técnica industrial y acumulan innumerables capacitaciones, pero igualmente mantienen “asesoramiento de profesionales porque pretendemos que nuestro servicio alcance la mejor calidad posible”.
Progresivamente, los establecimientos rurales van adoptando sistemas autónomos y los productores, quienes transmiten entre ellos su experiencia con la empresa de Toay, son la mejor publicidad. “Los equipos de bombeo se seleccionan de acuerdo a la profundidad de la perforación y según las necesidades de cada cliente”. Actualmente, el costo de un equipo de bombeo para 60 metros, con un caudal de 4.000 litros por hora, oscila en unos tres millones de pesos.
Aunque la situación económica del país sigue siendo compleja, “las personas se están animando a hacer inversiones a largo plazo. Hasta hace algunos meses, los precios se mantenían muy volátiles y era difícil sostener un presupuesto, pero el contexto se tranquilizó un poco y las listas ya están más estables. Hay insumos, están ingresando artículos nuevos y apuntamos a expandirnos, porque ya nos están conociendo fuera de la provincia”,
concluyeron.
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