Con estirpe metalera

“Hroncich” es una de las empresas metalúrgicas más destacadas de la provincia. Instalada en el Parque Industrial santarroseño se especializa en reparación de grandes máquinas como camiones, remolques y acoplados. Ampliará su planta y taller.

“A mí dame todo lo que es pesado, si hay algo que no me gusta es trabajar con aceite, para nada; pero después armar una suspensión, un chasis, un semirremolque... Ningún problema”, dice Cristian rodeado de enormes acoplados, camiones y carrocerías pesadas con las que trabaja a un ritmo que poco sabe de pausas. “Me gusta que salgan rápido, no quiero que se acumulen los trabajos: los traen, se arregla y se va”, resume sobre la
modalidad que emplea en su taller.

Cristian Hroncich tiene 44 años y le puso su apellido al taller que abrió en 2008, sobre la calle Mariano Pascual. Allí comenzó su etapa emprendedora luego de años de ser empleado y su crecimiento le permitió hace dos años desembarcar en el Parque Industrial de Santa Rosa. Allí tiene su planta de trabajo y el local de venta de repuestos, toda una minipyme que posee certificaciones exclusivas en la provincia para realizar determinadas tareas en ese rubro metalmecánico.

“En La Pampa somos los únicos certificados por la Comisión Nacional de Transporte para lo que es modificación y homologación de chasis y carrocería, de lo que se llama modificación de paso. Además, hacemos reparación integral de suspensiones y frenos y vendo todos los repuestos de todo lo que arreglo”, explica Cristian en su empresa ubicada en la Calle 9 esquina 10 del Parque Industrial (el WhatsApp 2954-444154 y también tienen su perfil en
Facebook).

Hroncich nació en la localidad bonaerense de Ramos Mejía pero a sus cuatro meses de vida la familia emigró a Villa Regina, en Río Negro. “Mi viejo trabajaba en hidráulica, consiguió trabajo ahí y nos mudamos, él era nacido en La Pampa, en Catriló, así que siempre quería volver y en el ‘92 nos vinimos. En mi caso empecé a trabajar en ‘Santa Rosa puertas y ventanas’, hacía más que nada laburos de herrería, trabajos de rejas, puertas y esas cosas. Y por afuera iba haciendo algunas cosas de arreglos de camiones, semis, todo lo que es pesado. Me llamaba algún amigo o conocido y me iba en bici con
las herramientas que tenía y lo arreglaba”, recuerda Hroncich.

Familia y deporte.

Hoy, Cristian reparte su tiempo entre el taller y su rol de padre porque junto a Paola (se encarga de las cuestiones administrativas en la pyme metalúrgica) tienen cinco hijos en edades que van desde los 6 meses para el más chiquito hasta los 15 en el caso del de mayor edad.

“Trabajo de lunes a viernes y los fines de semana me los dejo libre, si surge alguna urgencia por algún repuesto o algo obvio que me vengo, pero si no esa pausa la respeto a full”, dice con tranquilidad apoyado sobre un enorme colectivo a medio armar que sirvió de transporte escolar y hoy avanza hacia un motorhome que será de uso exclusivo para la familia.

“Corro en karting, es mi pasatiempo, así que cuando termine de acondicionar el motorhome vamos a viajar toda la familia porque hay fechas de competencia en lugares como Trenque Lauquen y otras ciudades, así que quiero tener todo armadito y completo para que no tengamos que movilizamos por fuera del motorhome”, detalla quien cuando la demanda laboral se lo permite, dedica su tiempo para avanzar sobre ese proyecto sobre
ruedas.

En el Parque.

El crecimiento de Hroncich tuvo un momento clave en 2020, cuando el gobierno provincial firmó el convenio para que la empresa metalúrgica se instale en el Parque Industrial santarroseño. Ese acuerdo implicó una inversión total de $ 7.907.398,74 que comprendió la compra de lotes, la construcción de un galpón y los gastos de re-localización. Los dos terrenos (de 3.124 metros cuadrados) contaron con el financiamiento por la Ley de
Promoción Económica.

“En el galpón de la calle Pascual tenía quejas de los vecinos porque estacionaba los semirremolques en la calle, no me quedaba otra, así que lo del Parque Industrial era muy necesario. En el ministerio de la Producción me abrieron las puertas y luego de todo el tiempo que llevó completar los papeles y demás finalmente en 2021 me pude instalar”, resalta Hroncich, que ahora planea extender su planta para poder albergar el trabajo que
llega de manera incesante.

“Tengo hechos los pedidos para otros dos terrenos porque la idea es expandirme con un galpón igual que está a la par del actual porque la verdad que me quedó chico. Venir al Parque me permitió relocalizar la planta de producción para salir del radio urbano y así resolver las limitaciones productivas y los problemas logísticos que tenía en la ciudad”, indicó Cristian.

En tiempos de crisis y vaivenes económicos como los actuales, Hroncich admite las dificultades pero también reconoce que, al menos en su rubro, los arreglos se deben hacer “sí o sí” y la rueda no puede frenar.

“El trabajo sigue porque este es un rubro que no puede parar, nadie puede tener el camión parado. Por supuesto que tengo clientes de muchos años y si hay que esperar los espero, hay confianza mutua. Además yo se los arreglo rápido, no me gusta tener cosas acá en el taller esperando a ser reparadas”, asegura.

Un camión policial que debe ser modificado en su estructura, un camión flamante de la empresa de lácteos Don Felipe de Macachín que espera por su semi, un transporte de Vialidad, un enorme acoplado que ya espera en la puerta por su dueño. Los “pesados” de la metalurgia llegan averiados y se van como nuevos, y ése es el secreto de Hroncich.

“El objetivo es siempre ofrecer la mejor respuesta, hoy soy proveedor de servicios y por eso en la tienda tengo todos los repuestos que necesito. También he podido incorporar todas las herramientas y tecnología que necesito, salvo una plegadora que eso es lo único que tercerizo hacia Bahía Blanca, con gente con la cual trabajo desde hace mucho tiempo”, resalta quien, con el trabajo, fue creciendo con su alma de metalero.