Técnica mostró el cambio sufrido del bosque de caldén
Luego de egresar de la carrera de Ingeniería Agronómica en la Universidad Nacional de La Pampa y la maestría en la Universidad de Florida, Mariano González Roglich acaba de obtener su título de Doctor en la Universidad de Duke. Sus estudios fueron financiados por la NASA (National Aeronautics and Space Administration), por la National Science Foundation de Estados Unidos y por la Dirección de Recursos Naturales del gobierno provincial.
Utilizando sistemas de imágenes satelitales y mapas históricos, el investigador pudo efectuar un estudio interesante referido al desarrollo en un período amplio de tiempo del bosque de caldén pampeano, mirando en particular el incremento de plantas leñosas.
El trabajo tuvo colaboradores locales y extranjeros. Se denomina "Dinámica de la cobertura de plantas leñosas en sabanas argentinas entre (las décadas de) 1880 y 2000: la interacción de arbustización y conversión a agricultura a varias escalas" y acaba de ser publicado en la revista Ecosistems de la editorial Spinger.
Firmado por Mariano González Roglich; Jennifer J. Swenson; Diego Villarreal; Esteban J. Jobbágy y Robert B. Jackson, resume la investigación efectuada por González Roglich, exponiendo objetivos, metodología y resultados obtenidos.
En su resumen, la investigación expone que "la dinámica de la cobertura de plantas leñosas puede alterar la provisión de servicios ecosistémicos necesarios para los humanos". Para esto, se extrajo información de mapas históricos de las sabanas del caldenal de Argentina central en la década de 1880 "para generar un mapa de la cobertura leñosa que comparamos con datos del 2000 y posteriores".
"La idea fue analizar este proceso de aumento en leñosas del caldenal haciendo un análisis histórico, viendo cómo cambió a lo largo del tiempo y por eso usamos mensuras de 1880, fotos áreas e imágenes satelitales para ver qué tanto cambió el bosque", dijo Mariano a La Arena del Campo.
En 120 años.
Algunas conclusiones del trabajo son sorprendentes. Por ejemplo, que en los últimos 120 años la cobertura leñosa (arbustización) se incrementó en el área estudiada en aproximadamente 12.200 km2 (14.2 por ciento del área). Cada km2 equivale a 100 hectáreas, por lo que el área con leñosas se incrementó en 1 millón 220 mil ha.
En el mismo período, unos 5.000 km2 del área boscosa original se convirtió en campos de cultivo y unos 7.000 km2 en pasturas, que suman una superficie similar a la afectada por la arbustización.
"Un análisis a escala más detallada en un área más pequeña, entre la década de 1960 y la del 2000, revela que la cobertura arbórea se incrementó en un 27 por ciento, transformando sabanas abiertas en un mosaico de bosques densos intercalados con desmontes para agricultura. Los modelos estadísticos indican que las dinámicas de la cobertura en esta región fueron afectadas por una combinación de factores humanos y ambientales", es otro de los resultados que logra la investigación.
Por otra parte, se explica que en los últimos 120 años los incrementos en cobertura leñosa produjeron un almacenamiento de cantidades significativas de carbono (95.9 TgC[5]), pero no fueron suficientes para compensar las pérdidas debidas a la conversión en pasturas y tierras para cultivos de cosecha (166.7 TgC), generando una pérdida regional neta de 70.9 T g C.
P.: -¿Si grandes áreas de bosque de caldén fueron transformadas a campos de cultivo, cuáles serían las posibilidades o limitaciones para la restauración?.
-M.G.R.: -Este cambio ocurrió principalmente hacia el este del Caldenal, donde las condiciones son más favorables para el desarrollo de la agricultura de secano. Las posibilidades o limitaciones para la restauración, la verdad que la respuesta no es fácil, porque son muchos los factores que hay que tener en cuenta al momento de pensar en restaurar un ecosistema. En el caso del Caldenal, dado que aún hay grandes superficies cubiertas por monte, me parece que la prioridad no debería estar en restaurar lo que se perdió para agricultura, sino en evitar que se siga perdiendo lo que aún se mantiene y en mejorar la condición de esos lugares.
P.: -¿Permite este análisis descriptivo de un proceso histórico, más el análisis estadístico, hacer prospectiva y en ese marco, sugerencias respecto de conveniencias de "uso" sobre el caldenal?
M.G.R.: -No sería apropiado hacer sugerencias de manejo para toda una región en base a los resultados de solo un estudio. Pero tenemos en La Pampa muchos investigadores que han estudiado desde distintas perspectivas la relación del hombre con el ecosistema, y creo que en base a todo ese conocimiento sí podemos hacer sugerencias. Sabemos por ejemplo que los suelos de la zona son muy frágiles, y que la protección que le brinda el monte y el pastizal natural es clave para evitar su degradación en periodos de sequía o de grandes vientos. También sabemos que existe el riesgo de una nueva fase de expansión agrícola si las precipitaciones continúan en aumento o si se desarrollan cultivos resistentes a condiciones más áridas. Por eso es importante que se desarrollen políticas de zonificación para el uso de la tierra, que tengan en cuenta una visión a largo plazo y no solo de rentabilidad agrícola actual. Políticas que permitan generar los alimentos que necesitamos, pero sin perder un ecosistema natural que nos brinda gran cantidad de beneficios también.
El trabajo de análisis de mensuras originales y la elaboración de un mapa que aporta información valiosa y única sobre lo acontecido, merece un capítulo aparte dado que no hay antecedentes en nuestro medio.
Andrea M. D'Atri
Redacción de La Arena.
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