Maíz: La Pampa tuvo el mayor rinde del país

El rendimiento en La Pampa superó las expectativas, ya que trepó a 6.513 kg/ha. De esta manera, se convirtió en rinde más alto del país, tanto por el número final de granos logrados, como por unidad de superficie.

JUAN JOSÉ REYES
La Secretaría de Agricultura oficializó en la semana que la provincia de La Pampa tuvo una producción total de 3.088.464 toneladas de maíz. Si bien 610.137 toneladas menos que el récord histórico obtenido durante la campaña 2021/22 donde se logró la friolera de 3.698.601 toneladas, fue superlativa.
Esas pérdidas fueron mínimas si la comparamos con la reducción promedio en el país que alcanzó al 42,5% de la cosecha, es decir una pérdida de 17,6 millones de toneladas. La trilla en la provincia tuvo una superficie sembrada total de 680.400 hectáreas y por la seca se perdieron 206.181, con lo cual la recolección en la mayoría de los lotes se verificó en 474.219 hectáreas. Los rindes fueron históricos y treparon a los 65,13 qq/ha, el mayor del país.
El 50% de la producción se concentra en 4 departamentos estratégicos: Chapaleufu, Realico, Rancul y Quemu Quemu con un producido de 1,6 mill/ton. El maíz posee una importancia prioritaria en la rotación de los cultivos al contribuir con el resultado económico de la empresa agropecuaria y el rinde de los otros cultivos, además de que nuestra provincia es la quinta en el stock productivo del país. Ello se debe a que
este cultivo de verano es clave para la producción de rastrojos, del mantenimiento del balance de materia orgánica y del uso eficiente del agua.
Si bien se preveían datos muy desalentadores pues la cosecha maicera con destino a grano comercial se la estimaba muy baja y aquella fue notablemente menor a lo esperado. A nivel país se perdieron 17.627.773 toneladas. Aquí el rendimiento superó las expectativas y trepó a 6.513 kg/ha., convirtiéndola en el más alto del país ya sea por el número final de granos logrados como por unidad de superficie, la cual es función de la tasa de crecimiento del cultivo alrededor del período de floración.

Trilla maicera por ejido.
Si bien La Pampa sufrió muy fuerte las desavenencias climáticas al igual que el resto de los cultivos por la falta de piso (solo el girasol salió a flote) los productores salvaron lo invertido. Si bien no lo fue por un crecimiento horizontal, por ejemplo en lo que refiere a la cantidad de hectáreas sembradas, ya que como se aprecia en el cuadro anexo se había mantenido en el último lustro, pero en la presente retrocedió.
La campaña finalizó con una reducción de la cantidad de hectáreas sembradas de 680.400 a 474.219 hectáreas. Puede decirse además que la caída tampoco ha sido horizontal (rendimiento en kilos o quintales por hectárea), cayendo de entre las 7.150 y 6.513 quintales. En la pérdida de productividad en el rendimiento fue inclusive mayor pues en la campaña pasada tuvo picos de hasta 8.000 kilogramos por hectárea. Los bajo rendimientos se dieron en la zona centro-sur ya que sus estados fenológicos no fueron los mejores.
Desde el punto de vista departamental la mayor producción se dio en Chapaleufu con 419.549 toneladas seguida de Realicó y Rancul con 403.686 y 395.445 toneladas respectivamente. Le siguen en orden de importancia Quemu Quemu con 340.338; Conhelo 339.427; Atreucó 282.150 y Catrilo con 252.758 toneladas. Después aparecen Maraco (238.846); Trenel (188.210) y el departamento Capital con 126.365 toneladas. En la región del cuadrángulo noreste el rendimiento promedio fue del orden de los 7.000 kg/ha; con picos bajas para la zona norte con 6.200. En cambio, para la cosecha de la zona centro-sur los rendimientos oscilaron
entre los 60 a 67 qq/ha para los distintos híbridos. Según la Secretaría de Agricultura en la zona núcleo de la provincia, por otro lado, se mantienen las condiciones deficitarias ya que la falta de precipitaciones en casi todo el invierno no ha logrado revertir la situación hídrica muy mala acarreada de la campaña anterior. Tampoco se prevén mejoras en esta región durante las próximas semanas, teniendo en cuenta que la previsión de lluvias será a partir de mediados de octubre con suerte dicen los partes. En cambio en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires y nordeste de La Pampa se mantienen los almacenajes regulares pero sigue faltando mucha agua todavía para revertir casi cuatro campañas con una línea de lluvias (isohietas) por debajo del promedio de la década.

La nueva sería similar.
En marzo pasado se dio inicio a la nueva campaña comercial del maíz en La Pampa en el marco de una sequía que ya acumula varios años consecutivos del fenómeno “la Niña”, aunque las proyecciones de oferta continúan seriamente condicionadas. En este sentido, según datos de GEA-BCR, tanto la disminución de la superficie sembrada como la caída en los rindes contribuyeron a que las proyecciones de producción se vean nuevamente recortadas en un 16,7% aproximadamente con relación a los resultados estimados para la
campaña 2021/22 a 3,088 millones de toneladas.
Si bien las pocas lluvias de inicios de septiembre llegaron para morigerar la extrema sequedad de los suelos, no fueron suficientes para contrarrestar el deterioro de los meses anteriores. En términos de distribución geográfica, el análisis por sectores permite conocer las necesidades de diferentes regiones de la provincia y los movimientos internos del insumo.
Mientras en el país la producción total de maíz dejó un tonelaje de 41.409.448, el porcentaje de nuestra provincia (3.088.464 ton.) sobre aquel alcanzó al 7,45% del stock exportable y/o de uso en el consumo interno. Lideró en el país la provincia de Córdoba con 13,5 millones de toneladas seguida de Buenos Aires (11.954.847); Santiago del Estero (4.549.312); La Pampa en el quinto lugar con (3.088.464); Santa Fe (2.777.749); Salta (2.028.780) y la provincia de San Luis con 1.153.395 toneladas entre las más importantes. Pero el dato más destacado fue que La Pampa obtuvo el mayor rendimiento del país con 65.13 qq/ha., muy por encima de Buenos Aires y Córdoba 54.77 y 53.59 respectivamente en quintales por hectárea.
El rendimiento agrícola es la relación de la producción total del cultivo de maíz cosechado por hectárea de terreno utilizada la cual se puede medir usualmente en toneladas métricas por hectárea o en quintales el cual no es otra cosa que el llamado quintal métrico que es el segundo múltiplo decimal del kilogramo y el quinto del gramo.