Rodeo equino llega a 83.075 animales
Si bien los argentinos, en general, no consumimos carne equina, según el Senasa la faena de équidos en La Pampa durante 2024 trepó a 2.591 animales de los cuales 2.337 tuvieron destino de exportación.
JUAN JOSE REYES
La faena de équidos en La Pampa durante 2024 trepó a 2.591 animales de los cuales 2.337 tuvieron destino de exportación. De ellos 1.277 fueron caballos, 1.257 yeguas y 57 padrillos, según el Senasa. La provincia tiene 7.198 Eaps registradas con 83.075 equinos (el 3,2% del país) y 9.550 en el Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (Renspa).
Hubo una demanda de 11.263 microchips migrados al Registro de Establecimientos con Existencia de Animales (Sigsa). Del stock, el 43% son yeguas (35.724); 38% caballos (30.984); 14,5% potrillos/as con 12.194 cabezas, 2.496 padrillos y 1.091 burros. Su alimentación es a pastoreo directo y los departamentos pampeanos de mayor faena fueron Chicalcó (437); Utracan (349); Limay Mahuida (316); Capital (275); Quemu (194) y Lihue Calel con 134 cabezas entre otros. Los argentinos somos famosos por ser uno de los pueblos más carnívoros del mundo.
Además de vacas, en los últimos años ha crecido el consumo de otros animales como el pollo -que ya ocupa el primer lugar-, cerdo y cordero. Pero nuestra afición por la carne tiene sus límites, la mayoría rechaza consumir animales que popularmente ingieren en otras partes del mundo. A nadie se le ocurriría, por ejemplo, pedir carne de caballo en una “parrilla pampeana”, como sí se hace en algunos restaurantes europeos o asiáticos. Lo paradójico es que si bien el consumo de équidos es considerado un tabú, lo cierto es que somos uno de los principales productores mundiales.
Los aficionados a este tipo de carne aseguran que es más saludable, con menos colesterol que la carne vacuna, alto contenido de hierro y libre de aftosa. La producción de equinos aquí tiene ventajas competitivas respecto a otras provincias en lo referente a la calidad sanitaria, sin embargo bonaerenses y cordobeses se quedan con casi el 40% del rodeo total del país y por ende de su exportación. La producción de carne de caballo comenzó a tomar vuelo a partir de 1995, cuando se promulgó una ley que reguló la actividad. Antes de eso, la faena de caballos para consumo doméstico estuvo prohibida por muchos años.
Estancias de sangre.
El caballo es un animal perceptivo y empático capaz de detectar emociones humanas que viene de largas tradiciones fundacionales hasta la equinoterapia, jugado un papel crucial en la vida humana. El Senasa afirmó que “culturalmente en la Argentina, no se consume, carne de caballo, porque se lo considera como un amigo más que un animal de consumo”.
Tanto en Argentina como en Uruguay los caballos no se crían comercialmente para la producción de carne, pero junto a EEUU, Argentina es el principal exportador ocupando el segundo lugar en importancia dentro del conjunto de las carnes. En La pampa tampoco producimos equinos para faena y, sin embargo nuestros productos llegan de manera periódica a las góndolas europeas a precios gourmet.
El principal demandante es Rusia, quien si bien paga el menor valor de mercado, es el que más importa, pero la clave es Bélgica. En estos casos, el producto argentino se adquiere como commodity y luego los mercados minoristas lo comercializan como un alimento diferenciado.
Mientras no se acostumbra comer este alimento, los consumidores del viejo continente cambiaron la visión de la carne de caballo hacia una delicatessen, basados en un producto proteico de alta calidad, altamente, rico en minerales y vitaminas, porque solo tiene entre el 2 al 5% de grasa. Hay solo cuatro plantas frigoríficas habilitadas para faenar caballos aunque dos de ellas concentran casi 90% de la matanza. Son el Frigorífico Lamar ubicado en Mercedes (Buenos Aires) y el Land LSA en Río Cuarto (Córdoba).
El sistema de producción de carne de caballo sorprende por su poco conocimiento y se diferencia en importancia dentro y fuera de nuestro país. En la cadena productiva del caballo existen áreas y actores delimitados claramente, pero los registros en las transacciones caracterizan a este sector todavía hoy poco conocido, partiendo de que no existe producción específica para faena.
También existen Eaps que no están registrados para faena equina y esto hace que no coincidan los números de toneladas, con la cantidad de frigoríficos. Los equinos de descarte son un pilar fundamental de las llamadas “estancias de sangre” en las que les extraen sangre a yeguas preñadas para obtener una valiosa hormona de la fertilidad llamada PMSG también conocida ECG con un valor altísimo de exportación.
Faena y rodeo.
En lo que refiere a la faena propiamente dicha lideran la migración de equinos a frigoríficos en La Pampa Chicalcó (437); Utracan (349); Limay Mahuida (316); Capital (275); Hucal (156); Guatrache (137); Lihue Calel (134); Quemu Quemu (104); Conhello (100); Catrilo (24) y Chapaleufú con 19 cabezas faenadas el año anterior. En cantidad animales (stock) lidera Puelen con 8.017; Chapaleufu (7.306); Utracan 6.871; Conhelo 5.742; Chicalco (5.525); Toay (5.187) y Capital con 4.219. Le siguen Atreuco con 3.628; Caleu Caleu con
2.467; Catrilo (3.224) y Loventue con 3.613 cabezas entre otras. Dentro del inventario por clasificación hay 2.257 padrillos (2,75%); 31.445 caballos (38%); 35.226 yeguas (43%); 11.936 potrillos y potrillas (14,5%); 1.055 burros y asnos (1,28%) y 515 mulas es decir un 0,62% de las últimas existencias censada. En padrillos los departamentos más poblados son Puelen (288); Rancul (257) y Conhelo con 188 cabezas. En caballos Utracan (3.002); Puelén (2.639); Chicalco (2.159) y Chapaleufu con 2.121.
La distribución geográfica de las yeguas la mayoría está en Chapaleufu (4.017); Puelen (3.288) Utracan (3.046); Chicalco (2.322) y Toay con 2.122. El inventario de potrillos y potrillas lo lidera el ejido de Quemu con 1.788 cabezas seguido de Chapaleufu con 1.072 y Chicalco con 1.060 cabezas. En mulas y burros Toay (158); Maraco y Loventue con 157 cabezas respectivamente; Utracan con 112 cabezas. La cantidad de caballos estratificados por existencia da cuenta que entre 1 y 5 caballos están en Conhello (899); entre 6 y 15 Utracan (1.271); entre 16 y 30 Maraco (1.349); entre 31 y 60 Puelen (2.020); entre 121 y 150 Chapaleufu (1.259); entre 121 y 250 Puelen (1.275); entre 251 y 500 Chapaleufu (918) y entre 500 y 1.000 lidera Chapaluefu con 1.864 siguiéndole Guatrache (665) y Puelen con 582 equinos. En la provincia el 69% de las Eaps tiene un rodeo conformado por 43% de yeguas (35.226), 38% caballos (31.445) y 14,5% potrillos y potrillas con 11.936 cabezas.
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