Comenzó el juicio por el mayor cargamento de droga en La Pampa
La droga fue encontrada en un auto, en General Pico, y en un camión, en Huinca Renancó, hace casi un año y medio. Están acusados de comercialización, transporte y almacenamiento y podrían recibir hasta más de 15 años.
El 4 de octubre de 2011, en un hotel de las afueras de General Pico, la policía incautó 30 kilos de marihuana y detuvo a cuatro personas. Dos semanas después, el 20, en otro operativo en la localidad cordobesa de Huinca Renancó, secuestró otros 151 kilos y aprehendió al restante sospechoso.
Esos cinco hombres empezaron a ser juzgados ayer, en el Tribunal Oral Federal, por comercialización de estupefacientes -con el agravante de que se organizaron entre más de tres personas para delinquir- y podrían recibir penas superiores a los 15 años de cárcel. Todos mantuvieron la boca cerrada cuando fueron indagados -acogiéndose al beneficio de no declarar-, aunque dos dijeron que podrían hablar en algún momento del debate oral y público.
Las cualidades y antecedentes de ellos no son iguales. Telmo Ariel Rodríguez es correntino, tiene 47 años y contó que estuvo preso cinco años y medio en un penal de Chaco por robo agravado con armas. Dijo que es taxista y que posee un Fiat Uno. Además está imputado de un segundo delito, tenencia de cocaína porque por la cantidad hallada cuando fue apresado no era para consumo propio.
Juan Emilio De Mora también vive en Corrientes, aunque nació en el pueblo misionero de Aristóbulo del Valle. Ahí estuvo preso "por drogas", explicó. Tiene 45 años y su profesión es "comerciante de muebles. Compro y vendo, no tengo negocio sino que lo hago en mi casa".
Alberto Daniel Suárez, 40 años, es santiagueño de Añatuya, aunque se domicilia en San Miguel, en el Gran Buenos. Relató que vive de changas, que no tiene antecedentes y que carece de carné de conducir, aunque "en el campo aprendí a manejar tractores".
Los otros dos imputados nacieron y habitan en Huinca Renancó, muy cerca del límite con La Pampa. Raúl Alberto Beltramino (46) declaró ser leñador. Estuvo detenido algo más de tres años por robo de ganado. Posee un camión Fiat, una camioneta Kangoo y un Clío, pero no tiene cuentas bancarias. Expresó que es analfabeto, pero cuando el juez José Mario Tripputi le preguntó por curiosidad si sabía leer y escribir, atento al patrimonio que maneja, el imputado respondió: "No sé leer, aunque conozco los billetes. Mi mujer maneja los números".
Fernando Esteban García (24) es el único que llegó al juicio excarcelado. No tiene antecedentes, sobrevive de changas y ni siquiera supo decir el domicilio donde vive ("duerme en la caja de una camioneta", deslizó una fuente confiable). También es analfabeto ("no sé sumar ni restar, y leer, más o menos").
Los hechos.
Rodríguez, De Mora, Suárez y García fueron detenidos ese 4 de octubre cuando estaban alojados en un hotel piquense. La versión oficial es que un llamado anónimo alertó de que estaban vendiendo drogas. El ex coordinador provincial de la lucha contra el narcotráfico, el comisario Luis Correa, el único testigo de ayer, lo calificó como un "caso fortuito" a partir de anomalías en el documento de identidad de uno de ellos (Rodríguez).
Los cuatro estaban en un Fiat Uno y en un Polo. En el paragolpes trasero de este último vehículo se habían ocultado 30 kilos de marihuana. De Mora declaró, durante la instrucción de la causa, que habían viajado con Rodríguez a "comercializar carbón". Rodríguez sostuvo que desconocía lo que había pasado porque no tuvo ninguna participación. Suárez adujo que le habían entregado un auto para ir a Mendoza y que tomó el viaje porque "necesitaba plata para mi vieja", que sólo conocía a De Mora y que el resto no tuvo nada que ver. Y García testificó que no tiene relación con el hecho ya que sólo fue contratado para manejar el camión. Beltramino, quien sería su contratista porque García viviría en los fondos de su casa en Huinca, no dijo ni una palabra. Fue el único que tampoco habló en el Juzgado Federal.
Dieciséis días después, y tras un operativo de vigilancia en el que participó Correa y que lo describió en su declaración, la policía incautó los otros 151 kilos de marihuana en el patio de la casa de Beltramino. Los ladrillos habían sido enterrados envueltos en bolsas de polietileno y trasladados en su camión Fiat, que tenía un falso doble fondo.
De acuerdo a Correa, antes del allanamiento, alguien pudo haber retirado parte del cargamento. Además aseguró que el doble fondo, viendo la cantidad de costuras eléctricas, había sido utilizado en varias ocasiones, y que al lugar había llegado la camioneta de "Matías Pérez, el contacto" de General Pico.
La acusación fiscal incluyó como prueba una serie de llamadas telefónicas entre los imputados. También dice allí que García "sabía lo que transportaba" en el camión y que todos "actuaron coordinadamente" para ocultar la marihuana y que para ello contaron "con el facilitamiento" de Beltramino. Hoy, en el segundo día, se escucharán los testimonios de varias personas de General Pico.
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