Martes 13 de mayo 2025

"Por suerte ninguno de mis nenes se lastimó"

Redacción 17/04/2013 - 01.21.hs

El viernes pasado a las 14, la mampostería de la única habitación de la casa de Ernesto Suárez (32) se derrumbó. El hombre estaba almorzando y en ese momento pensó que algo había estallado donde sus hijos se preparaban para dormir la siesta. Afortunadamente ninguna de las cuatro niñas y los dos varones resultaron heridos.
Hace seis años que la familia Suárez vive en esa casa vieja y minúscula que podría definirse en tres palabras: pieza, cocina, baño. Cuesta entender cómo ocho personas duermen, almuerzan, conviven en dos habitaciones de tres por tres. En el patio, Ernesto abrió su taller mecánico: en un pequeño galpón, hay una fosa, herramientas y varios autos arrumbados.
"El dueño del terreno y la casa se murió hace 32 años. La propiedad ya pasó a ser un terreno fiscal. Estamos haciendo los trámites para que nos otorguen la posesión", dijo Ernesto a LA ARENA.
La casa de los Suárez no tiene ningún servicio habilitado. La luz eléctrica la presta un vecino que habilitó una conexión. En ese sentido hay que optar: si se quiere prender la luz de la cocina se debe apagar la de la habitación, si se quiere cargar el celular se debe desenchufar el televisor. La heladera es lo único que no se negocia. Para calentar la casita hay una salamandra y para hacer la comida una cocina con garrafa. "Es así, hasta que no tenga los papeles de la casa no puedo pedir ningún medidor", dijo resignado Ernesto.
A raíz del derrumbe los seis chicos -de entre 1 y 12 años- debieron irse a lo de sus abuelos, en Coronel Pringles. "El sábado a la madrugada los tuve que llevar porque no había lugar donde dormir. Yo espero arreglar la casa pronto así pueden volver. Están perdiendo días de escuela".
El lunes Ernesto fue hasta una oficina de Acción Social para poder solucionar su situación, sin embargo aún no obtuvo respuestas. "Yo me doy maña con la albañilería. Lo único que necesito son tres tirantes, algunas chapas y 100 ladrillos. Con eso me alcanza para arreglar el techo de la habitación", concluyó Ernesto.

 


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