Tres años y medio para un "motochorro"
El motochorro que fue atrapado en la madrugada del viernes 25 de marzo por un grupo de vecinos, después de robarle a tres menores a los que amenazó con un cuchillo de cocina, fue condenado a una pena tres años y seis meses de prisión efectiva, al unificarse una condena que tenía con condicional.
El pasado lunes, a 26 días del hecho, Marcos Ariel Navarro fue condenado por el juez Andrés Olié. La acusación fue formalizada el 26 de marzo en la Ciudad Judicial, en el marco de un juicio directo impulsado por el fiscal Facundo Bon Dergham que lo acusó por el delito de robo calificado por el uso de arma -un cuchillo de cocina- en grado de tentativa.
El imputado, que fue atacado y demorado por los propios vecinos cuando escapaba junto a un acompañante en una moto, por lo que se consideró un caso de flagrancia, fue llevado a juicio a pocas horas de cometido el delito.
El hecho.
El robo ocurrió el viernes 25 del mes pasado a las 1.50 de la madrugada, cuando tres jóvenes de entre 13 y 15 años fueron interceptados en la vía pública sobre calle Wilde entre Roque Sáez Peña y Dante Alighieri por dos hombres que se manejaban en una moto. Uno de ellos, el acompañante, se bajó del rodado, amenazando a uno de los jóvenes con un cuchillo y así consiguió sustraerle un celular.
En medio del conflicto, uno de los chicos atacados salió corriendo a pedir ayuda y encontró un grupo de vecinos de la zona, quienes alertados de la situación persiguieron a los acusados y los atacaron con ladrillos. Una de las piedras dio en la cabeza de uno de los delincuentes, provocando su caída de la moto. En tanto, el otro malviviente se dio a la fuga.
El imputado que recibió el ladrillazo fue detenido en forma inmediata por los vecinos que esperaron la llegada de la policía. A pocas horas del hecho, el hombre fue acusado formalmente por el delito de robo calificado por la utilización de un arma en grado de tentativa y se procedió en un juicio directo porque fue detenido en flagrancia.
Navarro llegó a la audiencia con prisión preventiva. Esto fue convalidado por el juez Daniel Sáez Zamora a pedido del fiscal Bon Dergham para resguardar los intereses de las víctimas y de los vecinos que actuaron en su defensa, ya que la libertad del mismo podría obstaculizar el proceso. Ahora, tendrá que cumplir con la pena efectiva, al acumulársele otra condena que tenía de modo condicional.
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