Lunes 05 de mayo 2025

La sentencia de LU33, en febrero

Redacción 16/01/2017 - 00.56.hs

La Sala 3 de la Cámara Civil, Comercial y de Minería de Santa Rosa, tiene a disposición para dictaminar la causa iniciada a partir del reclamo de trabajadores de LU33 Emisora Pampeana, contra César Catena, y dos firmas que le pertenecen, Ikelar S.A. y Luceta S.A., por lo que probablemente a fines de febrero podría estar resolviendo sobre la cuestión.
De todos modos podría haber una nueva mora en razón que una de las integrantes de la Sala 3, María Gloria Albores, pasará a presidir la Cámara Civil; por lo que naturalmente deberá ser reemplazada. El otro juez designado en esa sala es Guillermo Salas.
La demanda por indemnizaciones ya tiene fallo en primera instancia que favorece a los trabajadores, y ahora deberá resolver la Cámara, que dispone de las actuaciones desde el mes de febrero de 2016. Aunque disponía de un plazo de 40 días para decidir, la excusa que se esgrimió en estos 12 meses es que no se había sorteado la sala que finalmente se abocará a dilucidar la cuestión. Pero se sabe que en los últimos días del mes de diciembre pasado eso fue resuelto y ahora los jueces Guillermo Salas y quien lo acompañe desde el regreso de la feria judicial, tendrán que dar su opinión.

 

Acciones legales.
Cuando César Catena decidió directamente desprenderse de LU33 Emisora Pampeana, los empleados se consideraron despedidos e iniciaron acciones legales que llevaron adelante los abogados Vanessa Ranocchia Ongaro y Fernando Gutiérrez. La jueza en lo Civil, Comercial y de Minería de la primera circunscripción, Susana Fernández resolvió a favor de los demandantes; y al ser apelada la sentencia fue girada a la Cámara Civil de Santa Rosa.
La acción había sido promovida contra Radiodifusora Pampeana SA, César Catena -quien abandonó directamente la frecuencia y se desinteresó de los trabajadores-, Ikelar SA y Luceta S.A., a la sazón dos firmas que le correspondían a él y a su esposa.
La jueza Susana Fernández, en su fallo ordenó indemnizar a trabajadores que, en algunos casos tenían 15, 20 y hasta 25 años de antigüedad; pero obviamente vinieron las apelaciones que llevaron la causa a la Cámara Civil que finalmente debería resolver. En razón de que apelaron todas las partes demandadas naturalmente se formó un expediente de varios cuerpos, que fue demorando la resolución.

 

Importante indemnización.
Como quedó dicho la causa está pronto a ser resuelta desde febrero del 2016. Hubo en el medio, no obstante, una gestión del propio Catena que se entrevistó con uno de los abogados que representan a los empleados, y su propuesta de pagar una parte inferior al monto reclamado, y en 25 cuotas, fue naturalmente rechazada.
Algunas especulaciones en los pasillos de tribunales consideran que la indemnización, más intereses por el tiempo transcurrido, podría estimarse en unos 7 millones de pesos. Desde que se inició la causa lleva más de 5 años en los estrados judiciales, aunque cuando hay involucrados trabajadores se debiera resolver en lo que se conoce como "pronto despacho".
Entre algunos trabajadores de LU33 priva un mesurado optimismo, basados en el fallo de primera instancia; pero no los deja de preocupar que César Catena siempre hizo gala de sus vinculaciones con el poder político. No obstante la mayoría confía en que los jueces actuarán de acuerdo a derecho y volverán a darles la razón.
De todos modos que haya sido girada a una de las salas de la Cámara estaría dando la pauta de que la resolución en esa instancia sería inminente.

 

Cámara Civil de Santa Rosa.
Como es habitual, concluida la feria judicial, se producen cambios en la integración de las distintas salas en la Cámara Civil, Comercial y de Minería de Santa Rosa. En ese sentido se conoce que, habiendo presentado la renuncia al cargo -se jubila- la jueza Norma García, pasará a ser presidenta de la Cámara María Gloria Albores. Esto deja con un solo integrante a la Sala 3 -Guillermo Salas-, por lo que habrá que designar otro camarista que lo acompañe.
Las otras salas están integradas por Jorge Cañón y Adriana Gómez Luna; y por Laura Torres y (hasta diciembre último) una jueza sustituta, Silvia Armagno.
Cabe señalar que en la Legislatura provincial está a la espera de ser considerado por los diputados, el pliego de Marina Álvarez, que será camarista desde este año.

 

Incertidumbre.
Más allá de cómo se resuelva judicialmente la cuestión planteada por los trabajadores de LU33 Emisora Pampeana, persiste la incertidumbre por saber lo que va a ocurrir con la radio, y si efectivamente el estado nacional tomará la licencia para volver a licitarla este año.
¿En ese caso cuál sería la situación de los integrantes de la cooperativa de trabajo que la mantiene en el aire?
Incertidumbre es la palabra que mejor define el tema. Algunos miembros de la cooperativa estuvieron en Capital Federal, más precisamente con el titular del Enacom, Miguel De Godoy, para saber cuál será el futuro de LU33, pero todavía no hay respuestas en firme.
Los trabajadores de la Cooperativa que gestiona LU33 vienen haciendo ingentes esfuerzos para que la emisora no deje de funcionar; argumentan que la radio es del Estado nacional, y que es la que debe preservar la fuente laboral. Fueron recibidos por el titular del Enacom, Miguel De Godoy, quien no les hizo demasiadas promesas, y habría sugerido que si el Gobierno retoma el control de la emisora sería para volver a licitar la frecuencia.
La licencia inicial fue para los Legnani, y el propio Carlos Menem llegó a Santa Rosa para entregarles la radio. Pero después de algún tiempo en que todo parecía marchar bien empezaron los contratiempos; hasta que aquellos decidieron cederle a Catena. Al tiempo éste abandonó la radio y dejó a los trabajadores desamparados.
De los 23 empleados hoy en día quedan solo 18, que ponen en el aire LU33 y Power 103. Pero reciben a cambio de su trabajo magros emolumentos a modo de "retorno", que ronda los 8.000 pesos.
El referente macrista en la provincia, Carlos Javier Mac Allister, se interesó hace un par de meses por la suerte de la radio, e hizo gestiones ante De Godoy, pero hasta ahora las novedades -las buenas- no aparecen.
Hoy las instalaciones de Lisandro de la Torre 474 -hechas especialmente para funcionar como radio- se ven sumamente deterioradas. Habrá que ver cómo sigue esta saga que mantiene sobre ascuas a los trabajadores.

 

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