Lunes 29 de abril 2024

Torturado por dar "asilo" a Chumbita

Redacción 02/12/2017 - 01.28.hs

"Cuando mi madre mi vino a visitar había envejecido diez años en quince días", dijo el psicólogo Esteban Tancoff (77), quien permaneció secuestrado y fue torturado por ofrecerle un lugar a Hugo Chumbita y su novia en su departamento en Buenos Aires.
Tancoff contó frente al tribunal que era militante del PJ, y amigo de Chumbita, que se había desempeñado como secretario universitario en la Universidad Nacional de La Pampa.
Luego de alojar a Chumbita junto a su novia, Ana María Martínez Roca, fuerzas de la Federal los sacaron a los tres de su departamento en Capital Federal y se lo llevaron. Permaneció varios días sin que se supiera dónde estaba, desaparecido, y recién a los dos meses lo dejaron en libertad. En ese período fue sometido a salvajes sesiones de tortura mediante la aplicación de picana.
La aplicación de picana eléctrica resultó tan salvaje que en un momento su cuerpo dejó de reaccionar. Todo el tiempo le preguntaban por guerrilleros, y cuando Tancoff gritaba "Dios mío!", le pusieron una bota en la garganta para que dejara de hacerlo.

 

Profesión "peligrosa".
Más tarde los tres fueron trasladados a Santa Rosa y alojados en la Colonia Penal. Ana María Martínez Roca había sido sometida a terribles sesiones de picana, y sangraba del útero.
Varias veces lo interrogaron, y todo el tiempo tuvo la sensación de estar totalmente indefenso. Agregó que sus padres no sabían dónde estaba, y cuando se enteraron su madre lo fue a visitar: "Había envejecido diez años en quince días".
Una día fueron regresados a Capital Federal, donde fueron liberados. "Salí a un país distinto. Escuché que mi profesión era peligrosa". Por algún tiempo no trabajó, y manifestaba temor ante la presencia de los Falcon en las calles.
Después de trabajar algún tiempo con Tato Pavlosky, se integró a la campaña de Italo Lúder, candidato presidencial del peronismo en 1983.
Sobre las consecuencias de las torturas expresó que su padre había sido combatiente en Bulgaria en la primera guerra mundial, y "transmitió cierta resiliencia... Quedan sensaciones difíciles de borrar, ante la sensación de muerte posible. Una persona civil, que no eligió ser militar y estar sometido a esa situación, no está preparado", comparó la situación con la de su padre.

 

' '

¿Querés recibir notificaciones de alertas?