Esperan definiciones
Luego de seis meses y medio de reuniones a distancia a causa de la pandemia, ayer la Fepamco abrió sus puertas de la sede de la calle Oliver y recibió a los miembros del Consejo de Administración, que tuvo una reunión ordinaria.
El temario fue amplio, aunque al final del encuentro no hubo definiciones de importancia, salvo el mantenimiento de los niveles de preocupación por la situación actual del sector y la expectativa por las eventuales respuestas que puedan llegar desde el Estado provincial a las inquietudes ya planteadas.
Carlos Santarossa, presidente de la entidad, lideró la reunión de la que participaron además Marcelo Padrones (secretario, de Corpico), Hernán Kette (tesorero, de Guatraché) y los miembros Claudio Saffeni (Alvear), Viviana Alegre (Luiggi), Bruno Rodríguez (Rolón) y Norberto De Cristófaro (General Acha).
Estuvieron además presentes el designado director por el sector cooperativo en Empatel, Miguel Prieto, y los presidentes de las cooperativas de Luiggi y Guatraché, Marcelo Tarditti y Dante Maino.
El encuentro sirvió para poner al día toda la documentación relacionada con la totalidad de las reuniones celebradas en pandemia vía zoom, lo mismo que del plenario que dos semanas atrás designó a Prieto en Empatel.
A propósito del tema, la Federación hizo también ayer la comunicación formal, vía nota, al gobernador Sergio Ziliotto, de la designación del director por el sector en la empresa que se está formando.
A la espera.
En el debate y análisis estuvieron como temas centrales tanto las inquietudes presentadas semanas atrás a los ministros de Gobierno, Pablo Daniel Bensusán, y de Conectividad y Modernización, Antonio Curciarello, como la definición pendiente por parte de la Secretaría de Energía respecto del tema tarifario para el segundo semestre del año, ya entrado el último trimestre.
Diversos factores parecen haber demorado las respuestas prometidas por el gobierno, en ambos frentes. Si bien el tema de las tarifas energéticas parece puntual, el fondo de la cuestión es el mismo. Se trata del congelamiento de los valores que se cobran a los usuarios y la suba permanente de costos operativos más los incrementos salariales, ahondados seriamente esos factores por la creciente morosidad a partir de la medida nacional de prohibición de cortes en todos los denominados esenciales.
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