Domingo 11 de mayo 2025

«Macri y Garavano le pagaron a un testigo»

Redaccion 04/07/2020 - 21.29.hs

El ex vicepresidente Amado Boudou accedió ayer por la mañana a una entrevista exclusiva con Radio Noticias en la que calificó como «fascista» al aparato de espionaje macrista que investiga la justicia por estas horas y recordó un episodio que le tocó vivir en el primer penal donde fue alojado. «La primera vez que me detuvieron inauguré un pabellón con 15 celdas libres y me tiraron en una que estaba incendiada y tenía un póster de (Mauricio) Macri con su mujer, nuevito, recién pegado», relató.
El también ex ministro de Economía de la Nación manifestó haber sido víctima de las maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno del ex presidente Mauricio Macri. «Suponemos que nos escuchaban no sólo a los presos sino también a las visitas que teníamos, muchos de ellos militantes políticos a los que seguían. Lo más dramático es que habían cableado el lugar donde estaban las reuniones con los abogados, es decir, en Argentina no hubo derecho de defensa durante el gobierno de Macri, (Germán) Garavano y (Patricia) Bullrich», detalló.
Al opinar sobre la causa que investiga las múltiples maniobras de espionaje ocurridas durante el gobierno de Cambiemos, Boudou expresó: «Es una cosa fascista el manejo del espionaje, de las escuchas. Macri siempre tuvo esa perversión porque hasta escuchó a su familia. El problema, ahora, es que montaron un sistema criminal para perseguir a dirigentes opositores y a sus familias, para detener a personas o también a empresarios para robarles empresas, como fue el caso de Cristóbal López y Fabián de Souza, cuando se quisieron quedar con C5N».

 

Causa.
En la actualidad, Boudou se encuentra detenido con prisión domiciliaria en el marco de la causa mediáticamente conocida como el «Caso Ciccone». Está condenado, aunque pendiente de confirmación, a cinco años y medio de cárcel por el delito de cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. «Iniciaron la causa porque un servicio de inteligencia, Pacífico, dice que escuchó en un bar que yo me iba a quedar con la empresa», dijo.
En ese aspecto, expresó: «La causa es trucha porque tanto Mauricio Macri como el ex ministro de Justicia Germán Garavano le pagaron a un testigo para que diga cosas con un hotel ahí cerca de La Pampa, en Mendoza». Ese testigo es Alejandro Vandenbroele, el ex titular de la compañía fantasma The Old Fund y presunto testaferro de Boudou a través del cuál se lo acusa de haberse quedado con el 70% de Ciccone Calcográfica, una imprenta de billetes y documentos del Estado.
«Las pericias contables demostraban quién puso el dinero y cómo fue la operatoria», sostuvo el también ex ministro de Economía durante el primer mandato de Cristina Fernández de Kirchner en relación a Raúl Moneta, el banquero al que apuntó la defensa de Boudou como financista de la compra de Ciccone.
Y respecto al juez que lo condenó, Pablo Bertucci, el ex presidente dijo en Radio Noticias que «Macri le pagó mi condena y mi cárcel con un ascenso, está puesto por decreto de Macri en la Cámara Federal y sus propios pares firmaron una carta porque no lo quieren, todos saben que fue ascendido por condenarme». Agregó que atrás de las maniobras estuvo «la famosa mesa judicial que comandaban Macri, Garavano y Bullrich para conseguir sentencias y detenciones cuando ellos querían».

 

Actualidad.
Por otra parte, Boudou fue consultado sobre sus consideraciones respecto del manejo de la pandemia por parte del gobierno encabezado por el presidente Alberto Fernández, a quién calificó como «valiente y responsable».
«El gobierno enfrentó una situación muy delicada a escala mundial, y el presidente fue uno de los que mejor reaccionó en el mundo. Fijáte que Bolsonaro, en Brasil, o Donald Trump, en Estados Unidos, se rieron de la enfermedad. Seguro que para Alberto Fernández lo más cómodo era negar la situación, imaginá los muertos que habría», sostuvo.
En términos económicos, manifestó que existe una «mentira global» en torno al debate de la economía o la vida. «Según el Fondo Monetario se espera que este año la economía caiga 9.9% en Argentina. En el caso de Brasil, que ha hecho un desastre, que les ha importado nada la vida la previsión es de 9.1% de caída, similar situación en EEUU, que con centenares de miles de muertos va a caer 8%», relató Boudou.
Y redondeó: «Estos números te muestran que la caída de la economía de todo el mundo va a ser más o menos parecida pero en algunos lugares como Argentina se cuidó la vida y en otros no. Es mentira que si no cuidás la vida como EEUU o Brasil la economía no va a caer».

 

Vicentin.
Finalmente, el ex vicepresidente consideró que el gobierno «ha buscado y sigue buscando la mejor solución posible» para la empresa Vicentin. «Es para que preserven puestos de trabajo, se preserve a un actor importante en la actividad agropecuaria y que el Banco Nación pueda cobrar su deuda, plata que le sacaron a las pymes, a productores rurales».
Inmediatamente, Boudou sostuvo que la empresa agroexportadora «le saqueó al Banco Nación (BNA) $15 mil millones y después declaró la cesación de pagos». Para el ex ministro de Economía, detrás de ese millonario aporte estuvo el ex presidente Macri y el ex titular del BNA, Javier González Fraga. «Imagínense qué hubiera pasado si Macri le daba esos 15 mil millones a las pymes o lo destinaba a consumo local. Es plata que estaba, y que el ex presidente decidió dársela a Vicentin», expresó.
También se mostró en contra de que la empresa agroexportadora quede en manos de privados. «Si avanza el concurso, (Vicentin) tiene dos destinos: que la desguacen y todos perdamos para siempre o que se la quede un pulpo y se genere más concentración de la que hay, algo que es inadmisible e inaceptable. Si un pulpo o privado se la queda es una privatiza ción encubierta, se queda con 15 mil millones de pesos del BNA que no le corresponden. La única forma que eso suceda es que pongan ese dinero», cerró.

 

«Es un problema mundial».
Durante la entrevista con Radio Noticias, Amado Boudou también fue consultado sobre la dramática situación que atraviesan muchísimos empleados estatales que están endeudados con financieras. «Es un problema mundial, tan grande que en Estados Unidos y en Europa lo llaman ‘shadow banking’ (banca en la sombra)», sostuvo.
Tiempo atrás, varios medios de comunicación se hicieron eco de una supuesta contratación de Boudou para asesorar al Gobierno de La Rioja en ese sentido, algo que cuestionaron porque la justicia lo inhabilitó para ejercer cargos públicos. Sin embargo, el gobernador de esa provincia, Ricardo Quintela, aclaró que en realidad habían tenido una videoconferencia en la que conversaron sobre la situación que atraviesan los empleados públicos que tomaron créditos y Boudou dio su opinión.
«Son empresas que dan pequeños préstamos o hacen grandes operaciones que han logrado funcionar por fuera del control y la regulación de los bancos centrales, lo que les permite cobrar tasas de interés desmesuradas. Una primera sospecha es que son los propios bancos que funcionan a través de otras empresas», describió el ex funcionario al tiempo que explicó que «por eso en otros países lo llaman ‘shadow banking'».
En esa línea, Boudou sostuvo que «hay que ir buscando como acotar y no permitir esas prácticas», pero dijo que eso es difícil «porque están por afuera del Banco Central».
«El gobernador de La Rioja, conociendo mi preocupación por esto, me contó la situación que ocurre allá, que tiene un agravante porque del trabajo estatal depende gran porcentaje de la población. Cuando pagan la masa salarial, gran parte del dinero se va afuera de la provincia y eso es un problema para las familias atrapadas con las cuotas, y también para la economía riojana», remarcó.

 

Saludos a Di Nápoli.
Durante la entrevista, Amado Boudou hizo un paréntesis para saludar al intendente de Santa Rosa, Luciano di Nápoli, y destacar su trabajo al frente del municipio de la capital pampeana. «Aprovecho para mandarle un abrazo, sé que está haciendo una gran tarea porque es una persona muy comprometida», aseguró el ex vicepresidente al tiempo que agregó que Di Nápoli «se siente parte de un colectivo, no es un individualista».
«Que haya un joven con esa fuerza, con esa polenta para seguir yendo para adelante me parece que es algo muy bueno para los pampeanos y las pampeanas, porque sé que trabaja para los que lo votaron y para los que no», concluyó.

 

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