A la cárcel por daños y amenazas

El juez de control de General Pico, Heber Pregno, condenó a Diego Armando Rodríguez (24), como autor material de los delitos de amenazas agravadas por el uso de arma, daño simple, agresión con arma y violación de domicilio; a un año y dos meses de prisión efectiva, con expresa declaración de reincidencia.

La sentencia fue dictada en el marco de un acuerdo de juicio abreviado solicitado por el fiscal Guillermo Komarofky, el defensor oficial Guillermo Costantino y el imputado. La damnificada y los padres de los menores damnificados estuvieron de acuerdo con lo convenido por las partes.

El juez acreditó que durante la madrugada del 18 de enero de 2025, Rodríguez portaba una cuchilla en la mano cuando se presentó en el domicilio de la damnificada, quien había salido a comprar helado para su hija de 12 años de edad, la cual se encontraba en su casa cenando con unos amigos del barrio de la misma edad. En esas circunstancias, Rodríguez golpeó con una escoba a un niño y a otro le asestó un golpe en el brazo, con el cuchillo que traía consigo. Además, les dijo que los iba a matar a la vez que les amagaba con darles puntazos. Al lugar llegó el padre de uno de los niños damnificados, quien intentó dialogar con Rodríguez, pero continuaba haciendo ademanes con el cuchillo hacia él y los niños.

Detención.

Luego, el imputado se fue del lugar y al salir, con el cuchillo pinchó la goma del auto de un hermano de los niños damnificados. Desde allí fue a otro domicilio, donde se encontraba en la vereda la pareja de uno de los progenitores de los niños damnificados, abalanzándose sobre ella tirándole puntazos con el cuchillo hacia su cuerpo, quien logró esquivarlos. Por último, intentó darse a la fuga por el patio de esta vivienda, pero fue aprehendido por personal policial. Durante su detención, intentó agredir con el arma blanca a los policías.

El juez agregó que “el plexo probatorio referido corrobora la confesión y permite tener por acreditado que Diego Armando Rodríguez es el autor material y penalmente responsable de los hechos que se le imputan, sumando a ello el relato de los testigos que, del mismo modo corroboraron el accionar violento como fue denunciado”.