Chadileuvú seco, otra triste postal

Los ríos no se activan con palabras, augurios ni promesas. Solo es posible llenarlos con agua. Pero a pesar de los elevados caudales registrados durante los dos últimos años en la cuenca alta, que permitieron colmar todos los embalses y cuencos del territorio mendocino, donde descomunales crecidas se llevaron hasta el Cañón del Atuel, los Nihuiles y sus turbinas, nuestros cauces en territorio pampeano permanecen secos desde hace décadas.

“Nuestro querido Chadileuvú, a la altura de Limay Mahida, totalmente seco”, comenta Enrique Thomas, mientras comparte el video que muestra una desgarradora postal: el río Desaguadero-Salado- Chadileuvú bajo el Puente de Los Carros no es más que un profundo callejón de arena sobre el que crecen algunas zampas huesudas. Las imágenes fueron tomadas el miércoles 19 de febrero, y son un fiel recordatorio del desastre ambiental que produce la intervención humana descontrolada e indiferente a los requerimientos ambientales mínimos.

Aunque hace varios meses que en el límite con Mendoza corre un brazo del río Atuel, que llega con un importante caudal hasta Algarrobo del Aguila, para recomponer el deteriorado sistema hídrico provincial se necesita más que eso: se requiere el flujo mínimo y permanente que la Corte Suprema ordenó soltar en el límite interprovincial y Mendoza se niega a cumplir.