Continúa la exploración arqueológica en Ojo de Agua

Un grupo de arqueólogos del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Paleontológicas del Cuaternario Pampeano (Incuapa) está desde el martes en Uriburu realizando una excavación exploratoria en la barranca de la laguna Ojo de Agua, con el fin de determinar si hay indicios de presencia humana en territorio pampeano de hace 12 mil años.

El arqueólogo Rafael Curtoni, que coordina el grupo de exploración, dialogó con LA ARENA y dio más detalles al respecto. “Hace unos años recibimos una comunicación del municipio de Uriburu de que habían aparecido materiales arqueológicos en la actual playa de la laguna. Eso ameritó que hiciéramos un viaje para ver el material; en ese momento no solamente pudimos recorrer la laguna y juntar más material, sino que también visitamos una colección privada que tiene un poblador local de la localidad de Uriburu”.

“Dentro de ese material hay una punta de proyectil en particular, de las conocidas puntas cola de pescado. En la Argentina y en Sudamérica, la presencia de esas puntas de proyectil dan cuenta de ocupaciones humanas de una antigüedad entre los 12 mil y los 12.800 años de antigüedad”, especificó, e indicó que ese tipo de puntas de lanza “no son muy comunes en la región pampeana, al menos en la provincia de La Pampa”.

Este tipo de punta de proyectiles, señaló, sería un indicio de actividad humana previa a 12.800 años de antigüedad, ya que fueron diseñadas para cazar animales de la megafauna. “Son como una especie de íconos o marcadores temporales, después del 12.800 esta tecnología de caza desaparece, casualmente en un momento que también desaparece la megafauna”, detalló.

“Lo único que tenemos ahora son esas evidencias indirectas de esta punta cola de pescado. En otros yacimientos arqueológicos de Argentina, por ejemplo en las Sierras de Tandil, estas puntas están asociadas a contextos que tienen esa antigüedad, que fueron datadas, fueron fechadas con esa antigüedad”, expresó.

Agregó que también se pudo ver “otro material que puede ser de ocupaciones más tardías, de 3.000 a 1.500 años de antigüedad aproximadamente; en particular, cerámicas lisas y decoradas, y también otras puntas de proyectil triangulares pequeñas”.

Curtoni agregó que el poseedor de esa punta de flecha estableció un acuerdo con el municipio de tener en guarda esos materiales para un futuro museo en la localidad. “Es una persona que está acostumbrada a identificar material arqueológico y ese material lo sacó de esta laguna, por lo que nos ha contado. Cuando uno encuentra objetos arqueológicos, a veces están disociados de su contexto original, pero si la persona sabe de dónde lo sacó, nos da un primer indicio de dónde puede provenir”.

Exploración.

Hoy, volvieron a explorar la zona para evaluar si hay más material enterrado en la barranca de la laguna. “Lo que a nosotros nos sirve es el material en posición original, para poder entender en qué profundidad está el material, con qué sedimentos se relaciona, y sobre todo si podemos identificar y recuperar algún material óseo para poder hacer fechados radiocarbónicos, que nos permitan afinar mucho más la antigüedad de ocupación de la laguna”, resaltó Curtoni.

La que están desarrollando ahora es la primera etapa de una evaluación de potencialidad arqueológica en la laguna. “Estamos haciendo pequeñas calicatas, son solamente tres metros cuadrados. Pensando en términos de ocupaciones de cazadores-recolectores, es una superficie pequeña, pero por lo menos queremos saber si hay presencia de material en la base, después correlacionarlo con el tipo de suelo y ver si se puede obtener algún material para fechado radiocarbónico”.

Esta primera exploración concluiría hoy o mañana. “Hemos encontrado material en estos sondeos que hicimos. Estamos excavando aproximadamente un metro y medio de profundidad y se encuentra material de distinta época. Pero todo eso amerita un análisis en laboratorio y ver qué datos más finos podemos sacar”, concluyó.