“Cuánto le costará al país su inocencia o su corrupción”
“En cualquier país serio se desataría un escándalo de gran magnitud si su presidente recomendara así una inversión determinada”, afirmó Valerdi.
“El análisis de este caso particular deja dos únicas opciones. Para sus votantes y seguidores, Milei fue engañado, lo que significaría que pecó de inocente y es un tremendo boludo. Para quienes están en la vereda de enfrente participó de la estafa y es un corrupto. No hay una tercera posibilidad”, aseguró el economista Juan Valerdi. Entrevistado ayer por Radio Noticias (FM 99.5), concluyó que en ambos casos “estamos en serios problemas”.
“Si participó de la estafa, es un corrupto barato, porque se robaron unos 80 millones de dólares. Estimando que lograra quedarse con la mitad, significaría que aceptó autoincinerarse por 40 millones de dólares y los problemas surgen al imaginar qué sería capaz de hacer en temas como energía, minería y privatizaciones”, que involucran miles de millones.
“Si fuera inocente, peor aún. Le hubiera bastado consultar a cualquier conocedor del mundo cripto para escuchar inmediatamente ‘hay un 98% de posibilidades de que sea una estafa’, respuesta que lo alertaría para no publicar el tuit. Los problemas serían los mismos, si tratamos de calcular cuánto costaría su nivel de inocencia en energía, privatizaciones, minería”, remarcó Valerdi.
¿Nobel en Economía?
Según el economista, para el caso de que hubiera pecado de inocente y fue engañado “la responsabilidad recaería en alguien de su entorno: ¿Quién lo involucró en este asunto, un gil o un corrupto? ¿Es tan importante que no puede mandarlo al frente y destrozarlo, como Karina o Caputo, por ejemplo?”, se preguntó.
Además, la opción del inocente engañado refleja a un presidente que “considera estar en condiciones de recibir el Nobel de Economía (se le complicaría un poco ahora), pero carece de conciencia suficiente sobre potenciales consecuencias de sus mensajes directos en redes sociales, lo cual deja en evidencia que no tiene noción alguna sobre las responsabilidades de su investidura”.
De todos modos, aclaró, “aunque la inversión no resultara una estafa, la ética requerida por su cargo le impedía tuitear una recomendación semejante. Un presidente no puede decir públicamente ‘recomiendo comprar acciones de Techint o Edenor’, es algo que un presidente no debería hacer”.
Consultado sobre cuál de estas opciones consideraba más acertada se inclinó por “el boludo inocente, tal vez porque mi instinto de supervivencia me impulsa a creer que sería mejor un presidente tonto que uno corrupto y capaz de autoincinerarse por 40 palos verdes”.
“Infantilidad”.
Colega de Milei, Valerdi conoce “su personalidad e ignorancia sobre Economía, por lo cual no resulta improbable que haya sido engañado, situación que podría reducir la cifra de personas que lo creen un gurú infalible, potencial aspirante al Premio Nobel”.
“Otra cuestión muy grave fue cómo manejó el problema. Publicó el tuit con la recomendación y cuatro horas después, cuando los estafadores ya estaban pasando activos a Tailandia o Bahamas, lo borró y reemplazó por otro que decía: ‘publiqué uno de tantos tuits sin tener suficiente información’ y acusó a ‘las ratas de la oposición’ por intentar desestabilizarlo”.
Según el economista, “semejante nivel de infantilidad para arreglar una cagada que él mismo se mandó implicaría, para quienes quieran cuidarlo y defenderlo, la necesidad de designar a alguien muy sensato e inteligente para filtrar un poquito sus redes e impedir que escriba cualquier cosa. En ese caso perdería seguidores y votantes que están con él precisamente porque manifiesta ese tipo de exabruptos. Si alguien comienza a controlar y filtrar sus discursos, convirtiéndolo en un presidente más sensato y razonable, dejaría de ser el personaje que votaron”.
Juicio político.
En cuanto a las posibilidades de que el caso derive en un juicio político, Valerdi remarcó que “dependería más de que el poder económico y geopolítico le suelte la mano. Si bien con esto no alcanza para eso, sí sería factible que una acumulación de episodios similares demuestre a los dueños del poder real que es un mono con navaja y un día cualquiera podría mandarse otra mucho más grave, afectando sus intereses y dejándolos malparados”.
“En cualquier país desarrollado y medianamente serio esto termina en un juicio político, que podrá o no prosperar. En el Congreso todavía no se conformó la comisión de juicio político, además los socios de Milei y una parte importante de la oposición no están a la altura de las circunstancias. Si me preguntás si esto ocurrirá mañana o dentro de unos meses, no lo creo. Puedo estar equivocado como hace un año, cuando pensaba que no había ni un 10 por ciento de probabilidades de estar en la situación económica actual, con un dólar artificialmente bajo para que la timba financiera siga corriendo a máxima velocidad y la gente pensando que Milei la lleva atada como Messi. Quizá el poder geopolítico le suelta efectivamente la mano y en dos meses no hay más Milei”, analizó.
Según Valerdi, “puede ser que esto haga que todos los que están timbeando en el sistema financiero salgan corriendo porque hay un desquiciado en el poder, si no se habían dado cuenta de quién maneja el poder financiero. Esto lo deja mal parado pero no lo van a destituir por esto, podría ser que si había alguno dudando empiece a salir porque Argentina sigue siendo una joda, pero no parece que vayan a salir todos corriendo”.
“En cualquier país serio se desataría un escándalo de gran magnitud si su presidente recomendara así una inversión determinada. Y si, encima, esa inversión resulta una estafa, no habría más salida que un juicio político. Pero Argentina es un país muy generoso frente a estas cuestiones”, concluyó.
Artículos relacionados