“Dato mata relato”, dice Gobbi

“Resulta indignante que en San Rafael puedan disfrutar una semana turística con agua plena mientras el río no corre en La Pampa”, lamenta José “Tito” Gobbi. Consultado sobre el elevado caudal que ese curso registra en Mendoza, el secretario de Recursos Hídricos respondió: “habiendo agua suficiente en el sistema no existe ninguna excusa para seguir incumpliendo el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que ordena erogar 3,2 metros cúbicos en el límite interprovincial”.

 

Sin embargo, el cauce continúa seco en territorio pampeano. Ayer a las 16 horas una estación hidrológica medía 1,45 metros cúbicos en Carmensa, punto que marca el final del oasis de riego y se encuentra a más de cien kilómetros del Puente Vinchuqueros. De todos modos, “existe cierta distorsión entre los datos que registra el Sistema Nacional de Información Hídrica (SNIH) y lo que nosotros observamos en el terreno”, aclaró. La web hídrica nacional indicaba también que el Atuel registraba 1,28 metros en Paso del Loro, 0,50 m³/s en La Puntilla y 0,07 m³/s en Algarrobo del Aguila.

 

Mediante esa red nacional, los informes de Evarsa y datos de la Dirección General de Irrigación (DGI), La Pampa monitorea continuamente el sistema de riego de San Rafael y General Alvear. “A comienzos de este año, Mendoza hizo algunas sueltas de agua que ingresó por Vinchuqueros en forma de pulsos intermitentes de 3 a 6 metros cúbicos por segundo. Ese flujo se cortó a fines de enero y desde entonces no registramos presencia de agua en el cauce. Durante Semana Santa, mientras San Rafael disfrutaba un fin de semana turístico con actividades acuáticas a pleno, en La Pampa no corría ni una gota”, explicó.

 

“Un caudal imponente”.

 

El alto contraste causado por el corte permanente del río quedó de manifiesto durante aquel fin de semana extra largo, cuando Mendoza desbordó de turistas que disfrutaron el imponente caudal del río Atuel, mientras el oeste pampeano sigue esperando la escorrentía mínima establecida por el fallo de la Corte Suprema. “El Atuel sigue llevando un caudal imponente y las actividades acuáticas la rompen”, tituló un medio mendocino. Según esa publicación, en Semana Santa el caudal superaba los 51 metros cúbicos por segundo y dejaba “con la boca abierta a sanrafaelinos y turistas por la belleza inconmensurable que ofrece el cauce”.

 

“Mendoza ya debería estar cumpliendo el fallo. Hemos presentado en la CIAI propuestas técnicas que permiten su cumplimiento, especialmente ahora que hay agua, y hemos completado la limpieza del cauce y las obras de repartidores programadas. Hay agua suficiente, lo que falta es voluntad política”, afirma Gobbi. Según el funcionario pampeano, “los ríos tienen una dinámica natural que en el caso del Atuel fue alterada hace mucho tiempo por intervenciones humanas. Y a Mendoza le corresponde recomponer el ambiente y permitir que el río vuelva a fluir para reconstituir el sistema”, aclara.

 

“Dato mata relato”.

 

“Los pampeanos, particularmente los pobladores del oeste, somos afectados directos y sufrimos en carne propia una problemática ambiental que afecta a la cuenca hídrica más extensa del país, la del Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó”, recuerda Gobbi. Ambos ríos “están prácticamente desaparecidos en sus tramos inferiores, lo cual representa un desastre ambiental de enorme magnitud y una terrible pérdida para toda la sociedad argentina”, añade.

 

Después de décadas de batalla institucional entre ambas provincias “están todas las propuestas técnicas presentadas y si Mendoza aceptara conversar con ánimo serio de solucionar la situación y con buena voluntad, seguramente podríamos llegar a un acuerdo satisfactorio para ambas partes”, asegura.

 

Esas “propuestas técnicas” formuladas por La Pampa en los ámbitos interjurisdiccionales “permitirían reconstituir el ecosistema sin perjudicar ninguna actividad productiva en Mendoza, porque logramos demostrar técnicamente que ejecutando decisiones de gestión hídrica, eficiencia de riego y acciones no estructurales y de comunicación, se puede sostener una escorrentía permanente del río Atuel. Lo único que falta es voluntad política”, reitera.