Domingo 28 de abril 2024

Despiden hoy al poeta y escritor “El Basko” Inchaurraga

Redacción 04/12/2023 - 00.48.hs

El escritor y poeta pampeano Armando “Basko” Inchaurraga falleció ayer a los 87 años y sus restos serán velados hoy en la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE) hoy a partir de las 9:30 hasta su sepelio, previsto para las 11 en el Cementerio Parque de esta ciudad.

 

El fallecimiento de El Basko generó inmediatas muestras de afecto desde distintos ámbitos, especialmente el cultural gracias a su enorme trayectoria con las letras pampeanas.

 

“La Asociación Pampeana de Escritores y Escritoras (APE) lamenta profundamente el fallecimiento del escritor Armando Raúl Inchaurraga. El “Basko” fue un miembro fundacional de esta agremiación cultural, y ha acompañado a la misma durante todos estos años con sus obras y aportes. En este momento de profundo dolor, APE saluda afectuosamente a sus familiares, amigos y amigas”, destacaron desde esa entidad.

 

También la Biblioteca Popular Edgar Morisoli, de la misma APE, lo recordó en su cuenta de Facebook: "Hace unos días el Basko saludaba a la biblio por su cumple. El día del festejo brindamos con él. Levantamos nuestras copas, nos despedimos. Hoy el Basko se fue pero estará con nosotrxs en la resistencia, en cada lectura, en cada pelea. Hasta siempre querido compañero".

 

Inchaurraga, que era oriundo de Winifreda, estaba casado con la referente del peronismo Gladys “Pocha” Russell, con quien tuvo dos hijas, Paula y Ana.

 

El Basko era farmacéutico, recibido en la Universidad Nacional de La Plata, y también psicólogo social. De su niñez y adolescencia en su pueblo natal tenía vívidos recuerdos: “Desde chico tuve los libros a disposición… y crecimos acunados por los vientos y la arena voladora, crueles sequías y miles de caldenes hachados por codicia”, escribió en algunos de sus textos.

 

En noviembre del ’79 -después de trabajar un tiempo en algunas farmacias en Buenos Aires- la familia Inchaurraga volvió a Santa Rosa, y se instaló en la vivienda que había sido de sus padres, y que poco a poco -con el aporte de Miguel García- fue siendo remodelada hasta quedar convertida en una casona donde se entremezclan los libros por todos los rincones, con pinturas del Chango Luna, de Paula Rivero, de Raquel Pumilla y en alguna pared un dibujo de Luis Trimano, y por allí otro de su hija Anita.

 

Enseguida Armando consiguió trabajo como director técnico de la Farmacia Don Bosco, “gente que nos ayudó mucho hasta que pudimos poner la Farmacia Belgrano. Fue allí, en las largas noches de turno, que comencé a escribir. Que no fue otra cosa que aprisionar los recuerdos de la vida, pampa incluida”, le contaba en una nota al periodista Mario Vega.

 

Escribió varios libros y ensayos, entre ellos “Testimonio de esta tierra”, el primero publicado en 1992 (tuvo una segunda edición en 1994); “Los pequeños pueblos navegantes del silencio”; “Los días del tren” (teatro); “Restauración del tiempo”; “Restauración de las pobres cosas”; y “Tierra atardecida”.

 

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