“Difícil entender que no reaccionan”
Luz Ferreyra es la secretaria general de Sutepa-La Pampa, que es el Sindicato Unido de Trabajadores y Empleados de PAMI, y desde su lugar trazó un duro panorama respecto de quienes son empleados de ese organismo nacional y no se involucran en la lucha por defender a los despedidos de esta semana en la provincia. Además, remarcó que hubo 500 despidos en oficinas del ente en el interior del país pero al mismo tiempo “hubo más o menos la misma cantidad de nombramientos” desde el gobierno nacional.
“Los trabajadores están en una apatía de decir ‘a mí no me tocó’. No sé si no les interesa participar, tienen miedo o creen que (los despidos) están bien. Es muy difícil para quienes estamos en un gremio entender cómo es que no se reacciona ante estos eventos. Todos son solidarios de la boca para afuera, pero cuando llamamos a acciones ni siquiera se manifiestan por los compañeros de trabajo”, lamentó Ferreyra en una entrevista con Radio Noticias 99.5.
Y agregó: “Siempre me gusta utilizar una frase que grafica lo que estoy diciendo, el empleado de PAMI come fideos y eructa caviar. Los organismos nacionales nos creemos que estamos por encima de la provincia. Ni siquiera tenemos solidaridad con otros gremios”.
En su edición del pasado martes, LA ARENA publicó que se produjeron cuatro despidos en distintas delegaciones del PAMI en La Pampa: Macachín, General Pico, Santa Isabel y Toay.
En ese sentido, Ferreyra aclaró que no habrá cierre de oficinas tal como había trascendido en un primer momento por lo que se mantendrán abiertas aunque con menos personal. Y afirmó que con la gestión del presidente Javier Milei hubo 500 despidos en todo el país “pero la misma cantidad de nombramientos, por lo tanto no se trata de reducir el Estado sino de reemplazar por propios”.
“Hay situaciones terribles, por ejemplo una compañera en Neuquén, que está sola con dos hijos chicos, y la despiden. Y los despidos son en cargos administrativos, no son jerárquicos, por lo tanto los sueldos no son para nada altos”, señaló Ferreyra.
La referente del Sutepa, en tanto, dijo que se reunieron con el titular del PAMI local, Luciano Ortiz, “y él aseguro que no sabía nada de los despidos que se produjeron en La Pampa, que no lo habían notificado previamente y que no tuvo nada que ver”.
Repudio.
En tanto, desde el Sutepa emitieron este miércoles un comunicado en el que repudian los despidos y apuntan contra “el impacto devastador de las políticas de ajuste impulsadas por el Gobierno, que deja a miles de personas mayores sin acceso a los medicamentos y a los trabajadores enfrentando despidos”.
“El PAMI brinda cobertura médica y social a 5.3 millones de jubilados y pensionados y 380 mil familiares a cargo, una institución clave para garantizar la atención de quienes trabajaron toda su vida para pagar el acceso a la seguridad social. Ante la pérdida de recaudación del impuesto País, se dio por finalizada la política de medicamentos sin cargo, afectando a la mayoría de las y los afiliados que hoy ven limitado su derecho por el ajuste impuesto por el
gobierno nacional. Las y los trabajadores, que son quienes dan respuesta y contención a las personas mayores en las oficinas de la institución, enfrentan despidos que se van produciendo en todo el país llegándose al cierre de algunas dependencias por falta de personal”, añadieron.
Traslado.
“Los despidos afectan a personal administrativo y profesional en todo el país y el efecto real es un desmantelamiento progresivo de la atención pública. Hay oficinas de agencias que cerraron sus puertas tras los despidos de sus únicos trabajadores. La medida no solo dejó desempleados, sino que obligó a los jubilados a trasladarse a ciudades vecinas para realizar trámites esenciales”, subrayó el gremio.
Desde la semana pasada -agregaron desde el sindicato-, “todas las sedes del PAMI tienen largas colas de afiliados y afiliadas, provocando el colapso en la línea de atención. Lo mismo ocurre con las llamadas al PAMI Escucha. La desesperación de los mayores se pone de manifiesto de diversas formas, entre ellas la violencia verbal hacia quienes los atienden, pero no toman las decisiones sobre la cobertura de medicamentos y prestaciones. Las consecuencias del ajuste son devastadoras no solo para los empleados afectados, sino también para los jubilados, quienes representan uno de los sectores más golpeados por la crisis económica”.
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